¿Informar o rendir cuentas?

16 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

¿Informar o rendir cuentas?

  1. Este jueves, 1º de septiembre, el titular del Ejecutivo Federal envía por escrito al Congreso el IV Informe sobre el estado que guarda la Administración Pública Federal.

En esta ocasión, se aprecian dos cambios sustantivos en la manera en que se había venido desarrollando el momento en el cual, en el sistema presidencial mexicano, el Presidente informa sobre lo realizado durante un año de gestión, perfilando además lo que habrá de realizar en el siguiente ejercicio. El primero es que, para su difusión, esta vez se optó por un conversatorio del Presidente con un grupo de jóvenes previamente seleccionados, sin prensa o público pero con divulgación vía internet. El segundo es que esta modalidad deja de lado por completo algo fundamental en la democracia representativa, que es la rendición de cuentas.

  1. Para evitar confrontaciones innecesarias, a partir de la reforma política de 2008 el Presidente de la República fue relevado de la obligación de informar presencialmente al Congreso de la Unión. La transformación significaba que a la entrega del texto debiera seguir un ejercicio de glosa y preguntas parlamentarias, cuyo propósito sería construir una nueva relación entre los poderes, más cercana a la cooperación que a la confrontación entre los mismos.
  2. En un sistema presidencial esto suele ser complicado, dada la primacía que adopta el Ejecutivo al concentrar el ejercicio del poder en tanto que el Congreso se dispersa en la pluralidad política, lo que lleva al fenómeno del “gobierno dividido”. La asimetría devino en la trivialización del informe, en donde al no estar frente a frente los sujetos implicados, no sucede prácticamente nada, pues la glosa resulta insulsa, las comparecencias de secretarios no mejoran el escenario y finalmente, las preguntas parlamentarias se convierten en un trámite más cuyo resultado es el archivo.
  3. A esta reforma le hizo falta un componente sustantivo en el “question time” británico o español: las sesiones de gobierno en el Congreso, esto es, que una vez cada cierto tiempo (semanal, quincenal o mensual según resulte apropiado) se realice una sesión en las Cámaras para abordar los asuntos del gobierno, sean comparecencias, desahogo de preguntas parlamentarias, presentación de iniciativas de interés gubernamental o gestión de las mismas (como los presupuestos). A estas sesiones podría asistir el titular del Ejecutivo y/o sus Secretarios según conviniera, en un acto en que lo fundamental fuera el rendir cuentas, que es algo que va más allá de sólo informar o conversar. Rendir cuentas significa decir qué se hizo, cómo y con qué recursos, como lo planteara el senador Manlio Fabio Beltrones hace cinco años y después se recogiera en menor cuantía en el Pacto por México.
  4. Además del conversatorio, sería relevante pensar en democratizar y transparentar la institución presidencial, que no obstante la alternancia política ha permanecido prácticamente en los mismos términos absolutos desde Lázaro Cárdenas. En el mundo, la rendición de cuentas es lo que ha modernizado la gestión del poder; los gobiernos rinden cuentas, por lo que si se quiere que lo bueno se cuente, la rendición de cuentas sería lo más indicado en la democracia contemporánea.