El verdadero éxito de la globalización se determinará en la medida en que la misma permita disfrutar a cada persona de los bienes básicos de alimento y vivienda, educación y empleo, paz y progreso social, desarrollo económico y justicia
Juan Pablo II
El movimiento invariable y determinado de la humanidad nos ha llevado a vivir en un mundo en el que nuestra propia actividad está alterando drásticamente los sistemas ecológicos, económicos y de relaciones sociales, y debemos entender que como diría su Santidad el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’ nada en este mundo nos resulta indiferente; aquel que hoy te pide ayuda mañana podría tenderte la mano, socorrer al prójimo debe ser un propósito diario, no un ejemplo sino una práctica constante. Ayer 20 de febrero se festejó el día mundial de la justicia social, expresión acuñada por el sacerdote jesuita italiano Luigi Taparelli en el año 1843, instaurado como día mundial por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2007, como un recordatorio de un principio fundamental que constituye el núcleo de la misión global para promover el desarrollo y la dignidad humana. https://bit.ly/1dHVxFF Instituir un día que nos recuerde el principio de la justicia social, nos muestra de forma frontal la necesidad de hacer una pausa en el ritmo de vida, nos ejemplifica de manera notoria cuánto se ha ido perdiendo el valor y respeto que debemos dar al prójimo; este día se instauró con el principal objetivo de valorar los esfuerzos de las sociedades en la lucha contra la pobreza y el desempleo, la discriminación y la desigualdad social, pero también para reconocer que todas las personas tenemos el imperioso compromiso de desarrollar nuevos modelos sociales que sean sustentados por sólidas bases de justicia, igualdad y respeto. La justicia social se construye desde el ámbito local, a veces se piensa que se necesitan grandes acciones para comenzar la reconstrucción del tejido social, sin embargo, son las pequeñas las que contribuyen de una forma enérgica y dan pauta a los cambios que se necesitan en nuestra sociedad. Según OXFAM México nos quedan por recorrer poco más de 120 años para lograr una distribución equitativa entre las personas que más tienen y aquellos que viven en pobreza extrema. https://bit.ly/2CacnoB Por lo anterior, estoy convencido que hay tres pilares en los que debemos basar urgentemente la justicia social: crecimiento económico y protección ambiental; construcción de la igualdad, promoviendo derechos como la educación, salud, vivienda, igualdad de género, libertad de pensamiento de expresión y culto y finalmente una administración pública efectiva, soportada por la justicia, instituciones honestas y políticos identificados con valores. Como país nos enfrentamos a muchos conflictos e injusticias sociales, hasta el año 2015 en el Informe Anual de la UNICEF la carencia que más afecta a la niñez es la seguridad social con un 62.6%, seguida por la falta de acceso a la alimentación con un 27.6%, y la inaccesibilidad a servicios de salud para menores de 0 a 1 año con el 16.2% https://uni.cf/2wljncQ Las cifras son escalofriantes y los días como ayer deben darnos fuerzas para ser más creativos e instaurar nuevos procesos que ayuden a reducir la brecha; la justicia social no sólo hace referencia a la ecuanimidad que debe existir entre las sociedades y entre nosotros como seres humanos sino, a dejar de lado la indiferencia, la apatía, la ceguera emocional; a tener el valor de dar un paso al frente y brindar la ayuda que necesita el prójimo, a advertir que necesita cada vez más la naturaleza, a que proyectemos el mundo que buscamos heredar a nuestros hijos y nietos, que visualicemos un mundo en donde la pobreza no exista y en donde la justicia reine, porque repito, nada en este mundo nos debe resultar indiferente. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.
*Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n