La información que recolectan sobre nosotros desde nuestros patrones de búsqueda en internet llega a ser bastante reveladora, desde nuestra ubicación, estado civil, ingresos, y otros datos.
¿Cuántas veces no hemos encontrado anuncios de las tiendas o marcas las cuales visitamos alguna vez en internet, y desde entonces sólo recibimos promociones y novedades sobre sus productos en el buscador y otras páginas?
La organización internacional Internet Society lo define como huella digital, la cual consiste en los rastros que dejamos en internet, a partir de comentarios en redes sociales, uso de aplicaciones, registros de correos electrónicos, entre otros, y puede ser visto por otras personas o almacenado en alguna base de datos. https://bit.ly/2tiOMNM
Esto puede resultar bastante invasivo, en especial en algunas búsquedas relacionadas con cuestiones médicas, personales u otros temas sensibles, por lo cual a veces se opta por borrar el historial, sin embargo, las tecnologías de rastreo evolucionan de forma tal que les es posible guardar el registro desde el primer click.
En algunos casos es más efectivo utilizar la navegación privada, pero este sistema de anonimato no funciona debido a las novedosas técnicas del ‘fingerprinting’ digital.
Esta técnica consiste básicamente en la recolección de datos directamente del ordenador para aprender más sobre su configuración y su comportamiento, es decir, identifica la configuración de fábrica y los ajustes personales que hacemos en la máquina. https://bit.ly/2ixJ9GY
Ya sean laptops o teléfonos móviles, todos los dispositivos llevan un registro de nuestras acciones en internet, pero especialmente las redes sociales y sitios web de compras en línea recogen nuestros hábitos, incluso los privados.
Muchos expertos en seguridad informática están de acuerdo en que los teléfonos inteligentes son la principal fuente de nuestros registros digitales, puesto que contienen nuestros contactos, además de fotos y otras aplicaciones específicas.
Las políticas de privacidad cambian constantemente, permitiendo mayor visibilidad de nuestros datos, y aunque en la mayoría de las ocasiones informan sobre estos cambios, son los usuarios quienes frecuentemente no toman la debida responsabilidad de revisarlos.
Borrar las huellas digitales es una tarea casi imposible, puesto que hay información que sale de nuestro control, y ya sea un dato o una foto, ésta ya puede encontrarse almacenada en algún lugar de la red u otro dispositivo.
Sin importar si cambiamos de dispositivos o de navegadores, las empresas que realizan estos registros son capaces de identificarnos y seguirnos. Adaptamos nuestras vidas a los entornos digitales, no obstante, el entorno digital ha tomado más información de la que nosotros hayamos proporcionado voluntariamente, en estos casos, es imprescindible ser cuidadosos con la clase de información que posteamos directa e indirectamente, pues no siempre se necesita un programa espía para que terceros se enteren de cosas personales, a veces, nosotros proporcionamos más de lo que nos damos cuenta y al final la responsabilidad de protegernos recae en nosotros.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n