Desde el inicio de la humanidad una de las preocupaciones fundamentales ha sido la seguridad, incluida en el segundo peldaño de la conocida Pirámide de Maslow; y aunque la necesidad de seguridad ha ido evolucionando a la par que el propio ser humano, ahora nuestra seguridad comienza a enfocarse también en el mundo virtual.
Durante el transcurso de esta semana en diversas sedes de la Ciudad de México se llevan a cabo reuniones de expertos nacionales e internacionales con el único propósito de fortalecer la seguridad cibernética. Se han organizado ciclos, conferencias y webinars enfocados en los esfuerzos realizados por instituciones privadas y gubernamentales para la perseveración de un entorno digital confiable.
Actualmente se dedican semanas completas en el desarrollo de estos temas, incluso en años recientes ha surgido la creación de la Policía Cibernética y su representación ha sido replicada en las 32 entidades de nuestro país, ¿Por qué llama la atención? nos hemos dado cuenta que ya no sólo corremos riesgo en la calle, sino en nuestro hogar, en nuestros celulares o en cualquier computadora que llega a nuestras manos; y quizá ahora con la creación de autos inteligentes la forma de ataque a la sociedad podría dar un giro radical.
Pero, ¿Qué pasa si sufrimos un ataque cibernético? Quizá el mayor reto radique en hacer consciencia, no sólo se trata de la pérdida de datos o la clonación de cuentas; lamentablemente en una escala pequeña uno pierde de vista el efecto, pero por ejemplo, el 23 de diciembre de 2015 el troyano BlackEnergy tiró la red eléctrica que abastecía a 600 mil hogares dejándolos sin suministro eléctrico en pleno invierno en el sureste de Ucrania, pero como si esto no fuera un nuevo punto de referencia, en mayo de este año un ciberataque paralizó a 16 hospitales británicos los cuales suspendieron todas sus actividades, hubo que cancelar operaciones y desviar pacientes a otros hospitales, ¿Cuántas vidas se pudieron perder con estos ataques? Es justo en ataques a gran escala, cuando los daños son cuantiosos, que nos queda claro que las amenazas de las que somos testigos: terrorismo, espionaje, extorsión; ahora también se pueden hacer a través de un dispositivo móvil y generalmente sin ser detectadas a tiempo.
Por estos ejemplos es que actualmente la Comisión Nacional de Seguridad a través de la División Científica de la Policía Federal ha impulsado una estrategia de Ciberseguridad que tiene como principal objetivo la concientización social sobre el uso responsable de datos en internet, bajo esta táctica, según datos de la propia Comisión Nacional de Seguridad en México se han logrado atender poco más de 51 mil denuncias ciudadanas, se han desactivado cerca de 17 mil sitios fraudulentos y se han emitido más de 2 mil alertas de ciberseguridad que ayudan a instituciones públicas y privadas. https://bit.ly/2zCqRMz
Pero, no solo es el pishing término utilizado para designar la suplantación de identidad o los ransomware, virus que secuestran la información y paralizan los ordenadores, lo que más debería preocuparnos sino la detección temprana y de ser posible en tiempo real de los ataques, es por eso que todos los esfuerzos y dedicación que se puedan encaminar en este rubro deben ser de máxima prioridad.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.
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