Think tanks, actores fundamentales en la comunicación política

24 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Think tanks, actores fundamentales en la comunicación política

simon vargas

Es difícil ubicar con certeza el nacimiento de estas estructuras en el mundo actual, sin embargo, podemos situar su aparición en 1865 poco después de la Guerra Civil en Estados Unidos; donde estas organizaciones respondieron a un proceso de reconstrucción y su principal interés radicó en la reflexión, la investigación y la promoción de propuestas de políticas públicas.

Estos bancos de ideas han estado dedicados por largos años a los asuntos de protección y seguridad, como la Rand Corporation, el Hudson Institute, el Center for Naval Analyses o la Mitre Corporation, todas organizaciones fundadas por militares y empresarios, quienes colaboraron con científicos e ingenieros; orientados hacia la investigación y la innovación en cuestiones de defensa, y un claro ejemplo de esto fue la política de Tolerancia 0 que imperó en NY durante los 80, la cual fue una propuesta del Manhattan Institute afianzando así la influencia de los Think Tanks.

Sin duda, los Think Tanks nacieron con un matiz militar y pueden ser sinónimos de los War Rooms, transfiriendo su campo de batalla al espacio intelectual y usando como armas la investigación, las redes sociales, los medios de comunicación y las publicaciones. Estos espacios están estrechamente relacionados con empresas privadas e instituciones académicas, donde teóricos e intelectuales de diversas disciplinas se unen para elaborar recomendaciones políticas que acorten la distancia entre la sociedad civil y las políticas públicas, dando como resultado consejos o directrices que posteriormente los partidos políticos u otras organizaciones pueden utilizar para la actuación en sus propios ámbitos.

Sin embargo, en un mundo globalizado donde la revolución de la información y la tecnología abarcan un papel principal; donde el monopolio de la información por el estado ha disminuido radicalmente; donde la complejidad creciente de los problemas políticos se han hecho cada vez más presente y la falta de confianza en los gobiernos ha dado paso a la necesidad de información concisa y certera, los Think Tanks son la respuesta a una sociedad que busca que sus ideas sean escuchadas, pero sobre todo tomadas en cuenta.

Los Think Tanks continúan con su etiqueta de laboratorios de ideas, sin embargo, han dado un giro para funcionar como agencias de marketing, ya que también integran focus group, además usan de forma estratégica las redes sociales, infografías, vídeos promocionales y un constante manejo de información; es decir se han convertido en vendedores de ideas que pueden allanar el camino de los partidos políticos hacía la creación de conceptos que se enraícen en la agenda pública, pero lo más importante suministran un armazón ideológico ante la población.

De acuerdo al Índice Global de Think Tanks presentado por la Universidad de Pensilvania se señala que el 28.2% de los laboratorios de ideas actualmente se encuentran en Estados Unidos y Canadá, mientras que el 11.3% se encuentran en Centro y Sudamérica, de acuerdo a este estudio en México sólo existen 61 estructuras ocupando así la posición número 17 a nivel mundial. Así mismo en esta publicación encontramos los mejores laboratorios de ideas a nivel global encabezando la lista: Chatham House, de Reino Unido; Brookings y CSIS, de Estados Unidos e IFRI, en Francia, y entre los Think Tanks mexicanos más reconocidos están, el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales COMEXI, el cual formó una mesa alterna para renegociar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y Ethos quienes diseñaron junto al gobierno el Sistema Nacional Anticorrupción.

Sin embargo, el camino en nuestro país para estas organizaciones aún es complicado, ya que existe un enorme desconocimiento de la población por qué son, a qué se dedican, cuáles son sus fuentes de financiamiento o que tan independientes son de la información que generan, además de su poca persistencia para llevar sus ideas a los sistemas políticos para que sean escuchadas y así incidir en la modificación de las estructuras políticas en México.

Sin duda, estos bancos de ideas favorecen la relación comunicación-participación, dando paso a una mezcla de comprensión y conocimiento que debe generar una emisión justa, atractiva y eficaz de información. Nos hemos enzarzado en una guerra; la política actual se ha convertido en una batalla de descalificaciones y ataques cuando debería ser de ideas, en donde las representaciones, los conceptos, los ideales y las ideologías deberían ser el objetivo para conquistar las voluntades de los ciudadanos.

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