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El dirigente de la zona centro, en Guerrero, de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Adrián Alarcón Ríos, aceptó que el sector empresarial ante el clima de violencia que impera en Chilpancingo.
“Nosotros no alentamos ni promovemos esa situación porque respetamos el Estado de derecho, pero algunos compañeros están adquiriendo armas de fuego en forma clandestina para tenerlas en sus hogares o en sus negocios”, dijo el dirigente luego de un encuentro que los afiliados de esta organización tuvieron con el Rector electo de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán.
Alarcón Ríos detalló que “muchos empresarios y comerciantes se arman porque el Gobierno deja vacíos y la delincuencia en Chilpancingo está desatada”. El dirigente afirmó que él ya posee un arma de fuego que le autorizó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En tanto, Alarcón y el líder de la Canaco, Víctor Manuel Ortega, anunciaron que realizarán una consulta popular para que la ciudadanía opine si el Alcalde priista de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva, debe permanecer en el cargo. “Que diga la gente de Chilpancingo si en su casa y en las calles se siente seguro, y que los servicios públicos que brindan las autoridades son de buena o mala calidad”, detalló el líder local de la Coparmex.
EL ANTECEDENTE
Desde el año pasado ante los altos índices de criminalidad en Guerrero, empresarios del puerto turístico de Acapulco, y Chilpancingo solicitaron a la Secretaría de la Defensa Nacional, autorización y capacitación para portar armas de fuego ante actos delictivos en sus respectivos negocios.
El mismo Alarcón Ríos anunció en ese entonces que siete socios habían solicitado dichos permisos para hacer frente a los delincuentes, debido a que no tienen garantía de que las autoridades les brinden protección. El líder empresarial había sostenido que eran 35 trabajadores facultados para portar un arma de fuego.
“Son siete propietarios de negocios de la capital del estado, ellos ven que la situación en Chilpancingo no ha cambiado y por autoprotección, de sus familias y patrimonio, pues han decidido tener armas. En Chilpancingo la gente utiliza la parte de abajo para tener su propio local, y viven en la parte de arriba, por eso piden el uso de armas”, había sostenido.