Juventud y pandillas: una crisis creciente en Latinoamérica

18 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Juventud y pandillas: una crisis creciente en Latinoamérica

El fenómeno de las pandillas juveniles está presente en todo el mundo, estos grupos han existido desde hace siglos, y tienen una estrecha relación con la seguridad y la pobreza local.

En los países de Latinoamérica, especialmente Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y México, hay una fuerte presencia de pandilleros, donde la violencia es el resultado de la alta marginación social.

El principal estigma para los jóvenes varones y niños de escasos recursos es la señalización que se les hace como potenciales “peligros sociales”, así lo indica la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. https://bit.ly/2g2TyoF

Si bien es cierto que las pandillas se conforman en mayor medida por grupos poblacionales cuyas condiciones de vida y materiales son precarios, también alguna vez surgieron para desafiar al Estado de derecho.

De esa forma, se conformaron los “Escuadrones de la Muerte” de Brasil, la “Policía Cívica” de Colombia o “Los Sombra Negra” del Salvador, que operaron como vigilantes asesinando a otros pandilleros impunemente, con la ideología de hacer justicia por propia mano.

El pandillerismo se identifica como una forma de vida, significa ser solidario, alimentar a los suyos y asesinar por el grupo. Son estructuras sociales similares a una familia, y la edad promedio de ingreso a estos es de 13 años.

Durante la administración del presidente norteamericano Barack Obama y su política antimigratoria se elevaron las cifras de deportación, lo cual contribuyó a acrecentar las pandillas más peligrosas de Latinoamérica.

Actualmente, el narcotráfico ha aprovechado la afiliación de las pandillas callejeras; el ejemplo más claro, es el caso de los Mara Salvatrucha (MS13) o Barrio 18, al sur de la frontera mexicana, los cuales trabajan en conjunto con Los Zetas para el trasiego de drogas y el tráfico de personas. https://bit.ly/2fIUgXc

La presencia de estos grupos en el Triángulo de norte, es decir, Guatemala, Honduras y El Salvador, ha provocado movilizaciones masivas hacia México, algunos con la intención de cruzar hacia Estados Unidos.

La seguridad está tan deteriorada en estos países, que tan sólo Honduras tiene la tasa más alta de homicidios del mundo, con 60 asesinatos por cada 100 mil habitantes; ello ha provocado que el número de solicitudes de refugio en México se incrementará 150% tan sólo en la primera mitad del año, así lo reporta la Organización Mundial de la Salud. https://bit.ly/2fJTide

Entre tanto, en Tapachula, Chiapas, los centros para refugiados se encuentran a su máxima capacidad, donde familias completas tuvieron que abandonar sus hogares y pertenencias para salvar sus vidas, de los cuales muchos se vieron forzados a huir para proteger a sus hijos e hijas que trataron de ser reclutados por pandilleros.

La Organización de Estados Americanos (OEA) indicó que en nuestro país operaban 215 pandillas relacionadas con la delincuencia organizada: 165 en el norte, 34 en el centro del país y 16 en el sur. Según la dependencia, en el 2010 los Mara Salvatrucha estaban presentes en 21 entidades mexicanas. https://bit.ly/2gHkFH2

Se estima que el 60.5% de los delitos graves en México son perpetrados por jóvenes, la mayoría miembros de pandillas antes de iniciarse en el crimen organizado, y convertirse en líderes desechables o sicarios.

Sin embargo, la sociedad civil mexicana ha emprendido proyectos de rescate para las niñas, niños y jóvenes que se encuentran vulnerables ante esta situación, a través de programas que consisten en crear espacios seguros, y proveer de capacidades laborales a los integrantes, y ha tenido un éxito considerable.

También se trabaja en negociar treguas entre los grupos contrarios, a fin de reducir los índices de violencia, y acercarse a ellos para conocer y estudiar a fondo la vida pandilleril, así lo señala un reporte del Wilson Center Institute. https://bit.ly/2fJQihc

Esto demuestra que los esfuerzos conjuntos entre gobierno, empresas y sociedad civil pueden ofrecer alternativas que ayuden a rescatar a la niñez y juventud en condiciones vulnerables.

Dichos programas ofrecen las bases para replicar modelos en otros estados, y de esa forma, generar espacios de convivencia y salud para todos.

En lo que respecta a los migrantes desplazados por las amenazas, se trabaja para aceptar a más refugiados, sin embargo, la situación que aqueja a los países sudamericanos requiere otros cambios estructurales, mismos que son supervisados por la comunidad internacional, lo que resulta un trabajo extenso y complejo. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n