"Sólo veo en blanco y negro"

16 de Abril de 2024

“Sólo veo en blanco y negro”

Graciela Iturbide

La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide posa para un retrato frente a su archivo de negativos durante una entrevista con The Associated Press en su casa en la Ciudad de México el miércoles 11 de marzo de 2015. Iturbide famosa por sus fotografías en blanco y negro de pueblos mexicanos y paisajes ha sido galardonada con el premio Cornell Capa a la trayectoria. (Foto AP/Eduardo Verdugo)

/

Eduardo Verdugo/AP

Fotos | AP
La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide posa para un retrato frente a su archivo de negativos durante una entrevista con The Associated Press en su casa en la Ciudad de México el miércoles 11 de marzo de 2015. Iturbide famosa por sus fotografías en blanco y negro de pueblos mexicanos y paisajes ha sido galardonada con el premio Cornell Capa a la trayectoria. (Foto AP/Eduardo Verdugo)

Este año Gabriela Iturbide recibirá el premio Cornell Capa por su trayectoria

Fotos | AP

Esa imagen en blanco y negro de una mujer con una corona de iguanas que se ha convertido en un ícono de México fue tomada por Gabriela Iturbide, la fotógrafa que este año recibirá el premio Cornell Capa a la trayectoria.

Tras comenzar su carrera de la mano de Manuel Álvarez Bravo, Iturbide logró consolidarse como una de las grandes figuras de la fotografía a nivel internacional. Ha expuesto individualmente en el Centro Pompidou, el Museo de Arte Moderno de San Francisco, el Museo Paul Getty, la Fundación MAPFRE de Madrid, el Museo de Fotografía Winterthur, la Galería Barbican y la Galería Tate Modern, entre muchos otros.

“Apúrale Graciela, porque tienes que trabajar mucho tiempo y te queda poco”, dijo sobre el premio Cornell Capa que ve como un motivo para continuar su labor. “Hay que trabajar duro y esto es un incentivo para que tu trabajo sea mejor”, agregó la galardonada con la Medalla Bellas Artes 2014 por sus 45 años de carrera y el Premio de la Fundación Hasselblad en 2008.

Iturbide abrió las puertas de su casa, llena de libros y plantas y una pared dedicada a albergar sus negativos, para conversar sobre la grata noticia de su premio. Cada una de las piezas en su sala parece salida de un museo: jícaras grabadas, figurines tallados en madera, una silla de mimbre.

Comenzando la plática dice sin pena que “nunca” ha tomado fotografías con cámaras digitales.

“Para mí seguir con el análogo es una especie de ritual, porque salgo, fotografío, revelo, pongo mis contactos en la mesa, es un ritual donde tengo más tiempo para poder ver mi obra”, dijo al tiempo que aclaró que eso no quiere decir que esté en contra de lo digital. “Para mí el resultado tiene que ver más con quién está atrás de la cámara”.

Otra constante de su trabajo ha sido el blanco y el negro.

“Cuando estoy trabajando en blanco y negro te puedo decir que no veo los colores .... abstraigo todo y lo veo en blanco y negro”, apuntó. “El color no sé por qué me parece que no es tan real como el blanco y negro en el sentido de que el color te da tonos más chillantes, veo más en blanco y negro la vida con mi cámara”.

SOP-AP-SPANI-SPANENT-_alon-1
La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide durante una entrevista con The Associated Press en su casa en la Ciudad de México el miércoles 11 de marzo de 2015. Iturbide famosa por sus fotografías en blanco y negro de pueblos mexicanos y paisajes ha sido galardonada con el premio Cornell Capa a la trayectoria. (Foto AP/Eduardo Verdugo) / Eduardo Verdugo/AP

[su_divider style="dotted” size="16" margin="50"] [/su_divider]

¿QUIÉN ES? Nació en 1942 en la Ciudad de México en el seno de en una familia tradicional con 13 hermanos. Sólo ella se dedicó a las artes de manera profesional. “Para mis padres sí fue muy traumático que saliera una oveja negra de la familia”, dijo con humor. Al principio quería ser escritora, pero sus padres no la dejaron ir a la universidad. Se casó joven y ya siendo una señora seguía sintiendo la necesidad de hacer algo más. Un anuncio en la radio sobre una carrera de cine le hizo probar su suerte. Era el final de la década de 1960. Al ingresar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos supo que Manuel Álvarez Bravo daba clases de fotografía y, al tratarse de una escuela de cine, fuera de ella no había muchos interesados en la foto. “Yo pienso que soy fotógrafa por Álvarez Bravo, porque tuve la suerte de conocerlo y ver la manera de ser de él tan pacífica, tan fina, tan poética, como se tomaba el tiempo para tomar cada fotografía”, expresó. Con el fotógrafo se acercó a la pintura, el arte prehispánico y, especialmente, al arte popular. "Él no fue un profesor, fue un maestro en la vida”, apuntó Iturbide. “Me enseñó a conocer mi país ... pero lo que más, más me enseño es que hay que tener tiempo. Siempre me decía, ‘Graciela no se apresure’. ... Yo le agradezco mucho a Álvarez Bravo que nunca me dijo si mi obra era buena o si mi obra era mala”. Vinculada en un tiempo con el Partido Comunista de México, se considera todavía una mujer con interés en la política aunque no partidista. “Mis fotografías no son políticas, no son feministas, pero en mi vida soy evidentemente politizada y feminista cuando es necesario serlo, que generalmente es necesario para la protección de las mujeres”, dijo. Insiste en que le gusta trabajar sola y viajando, aunque ahora va menos a los pueblos de México por la inseguridad. Recién estuvo en República Dominicana y en Japón, donde presentó una exposición y tuvo una residencia artística de un mes. Su emblemática imagen de la mujer con iguanas surgió de Juchitán, Oaxaca, un pueblo al que llegó en 1979 tras ser invitada por el artista oaxaqueño Francisco Toledo. Pasó seis años yendo y viniendo de Juchitán. Otras de sus famosas fotografías fueron tomadas con los indígenas seris de Sonora. La fotógrafa reconoce que en ambos casos las comunidades han ido cambiando, pero no han mejorado totalmente sus condiciones de vida. “Ellos saben cómo manejarse pero sí hay que darles lo que se merecen como a todos los mestizos, porque todos somos iguales... Sí se les ha dado un poco más de atención, afortunadamente. Pero sí están un poco marginados, lo cual es muy triste”. Su interés por conocer otros pueblos la han llevado a Panamá, Cuba, India y Bangladesh, y a grandes urbes como Roma o Los Ángeles. “Yo siempre he dicho que mi cámara es un pretexto para conocer el mundo y la cultura”, dijo la también amiga de Josef Koudelka y Sebastião Salgado. El reconocimiento, que pertenece a los Infinity Awards del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York (ICP por sus siglas en inglés), lo recibirá el 30 de abril, cuando también será agasajado el peruano Mario Testino en la categoría de presentaciones especiales. “Conozco su obra y me encanta, me da muchísimo gusto que le hayan dado este premio”, dijo sobre Testino. Iturbide nunca sintió que tuviera que luchar para ganarse un lugar en la fotografía como mujer y madre de dos hijos. “En México hay una tradición fotográfica de la mujer increíble”, dijo mientras que destacó a Tina Modotti, Lola Álvarez Bravo, Mariana Yampolsky y Natalia Vaquedano. En cuanto a las fotógrafas y mujeres en los medios actuales señaló estar gratamente sorprendida. “Yo cuando las veo las admiro, admiro mucho a estas mujeres que tienen esta valentía de valerse por sí mismas e ir a todos estos lugares”. En su obra más reciente objetos como plantas recibiendo tratamientos, paisajes y pájaros han poblado sus fotografías. “Siento que el pájaro es sinónimo de la libertad, de la soledad, como habla San Juan de la Cruz o como habla también Attar, el poeta Sufí", manifestó. Rodeada de sus libros, dice que lee para mejorar su fotografía: “Evidentemente cada vez más porque necesito saber más cosas”.

AP