Lecciones para el Desarrollo

23 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Lecciones para el Desarrollo

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De persistir en las reformas, México aún puede lograr la prosperidad: The Economist

  1. CNDH: investigación en base a evidencias sostenibles.

Al cumplirse un año de los trágicos acontecimientos de Iguala con las posiciones encontradas del Gobierno y del conglomerado de padres de familia de los estudiantes desaparecidos y organizaciones de lucha que les acompañan, el debate en torno a lo acontecido y el sentido de las investigaciones parece lejos de haber concluido.

El Gobierno tuvo éxito relativo en no entrar en una confrontación irreductible con las exigentes organizaciones de luchadores sociales y padres de familia, ofreciendo lo que institucionalmente puede ofrecer, como es el ampliar la investigación, integrar y atender las observaciones realizadas por los “independientes” del GIEI/CIDH, hasta ampliar su mandato y crear una Fiscalía Especial para Búsqueda de Desaparecidos, impulsando asimismo la aprobación en el Congreso de una Ley contra la Desaparición Forzada.

En tanto que las organizaciones en lucha en torno al grupo de padres de los desaparecidos insistieron en su posición para responsabilizar al Estado y obligarle a asumir responsabilidad plena, buscando escalar la búsqueda (que no podrá cesar en términos del derecho internacional sino hasta que aparezcan o se encuentren los restos) así como involucrar instancias internacionales, a otros servidores públicos y hasta al Ejército.

El tema difícilmente tendrá un desenlace aceptable. En realidad, nadie está obligado a lo imposible; ni el Gobierno podría hacer aparecer a quienes fueron desaparecidos por los criminales, ni los padres de los normalistas y organizaciones que les apoyan habrán de aceptar en algún momento un resultado conclusivo de las investigaciones.

En lo que parece obligado insistir, dado el mensaje del Papa Francisco en su gira a los Estados Unidos respecto de lo intenso y extenso que resulta el problema del narcotráfico y su impacto en países como el nuestro, es que la parte medular de la cuestión es la debilidad institucional e incredulidad en la búsqueda de la justicia; ciertamente, como lo dijo el Presidente Peña, el Gobierno y los padres están del mismo lado; ambos buscan la verdad y la justicia. Es decir, el crimen lo cometieron los criminales, es el Estado el que estableció el orden y ha sometido a los criminales ante la justicia, pero está obligado en términos del Derecho internacional, a realizar una investigación que pase el tamiz de las dudas y ofrezca, como ha señalado la Comisión Nacional de Derechos Humanos, resultados en base a evidencias sostenibles.

2. Acuerdo Trans Pacífico.

Hay historias que sin duda pueden no gustar a los detractores del “Mexican Moment” en el mundo o al insoportable Donald Trump en los Estados Unidos. Sin embargo, ahora que el crecimiento se ha desacelerado, cuando diversos países enfrentan incertidumbre y caídas en sus indicadores, el trabajo realizado en nuestro país a partir del ciclo de reformas estructurales y sostenibilidad macroeconómica, han hecho del nuestro un socio necesario y con capacidades propias en el reordenamiento de la economía mundial que se avecina.

El Fondo Monetario Internacional advierte que la incertidumbre en China y la afectación de la caída en los precios de materias primas importantes como el petróleo y el gas, provocarán que las economías europea, japonesa y sobre todo la norteamericana adquieran una nueva competitividad, en tanto que los mercados emergentes, dice Christine Lagarde, no tendrán buenas noticias, pues “podrían enfrentar su quinto año consecutivo de tasas de crecimiento declinantes”, advirtiendo que esos países podrían ser golpeados por un periodo prolongado de bajos precios de las materias primas.

Por si no fuera poco, el año fiscal norteamericano concluyó el pasado 30 de septiembre sin un acuerdo definitivo del Gobierno con el Congreso, para aprobar el presupuesto del año entrante y establecer un nuevo techo a la tremenda deuda de los Estados Unidos, que sobrepasa los 18 trillones de dólares. Si bien el gobierno del presidente Obama ha tenido éxito relativo al reducir el déficit en unos 300 mil millones de dólares al año, aún habrán de requerirse mayores acuerdos e impuestos para hacer sostenible el programa económico del vecino país del norte.

No deja de ser notorio, sin embargo, que aún en el caso de un paro del gobierno norteamericano por falta de presupuesto, la economía norteamericana sigue creciendo y poniendo en jaque al resto del mundo. Por lo pronto, el Congreso aprobó un presupuesto provisional, de aquí al 11 de diciembre, para evitar el paro del gobierno en tanto las fuerzas políticas congresionales se ponen de acuerdo en qué tantos impuestos o qué tantos recortes le atribuyen a las finanzas públicas norteamericanas.

Más allá de esta paradoja, en estos días de incertidumbre y volatilidad mundial, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, contactó al presidente Enrique Peña Nieto para concitar el respaldo mexicano a una etapa conclusiva del Acuerdo Trans Pacífico (TPP por sus siglas en inglés, Trans Pacific Partnership), que es la estrategia comercial y económica norteamericana para enfrentar la competencia y competitividad de China y Europa; en dicho acuerdo, figurarían los Estados Unidos, México, Canadá, Perú, Chile, Japón, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Vietnam y Tailandia. Sería un tratado de libre comercio multilateral, que abarcaría al 40% del comercio mundial.

Cabe señalar que buena parte de las dificultades que enfrenta China en este momento se deben a que no se encuentra en condiciones de participar en asociaciones de libre mercado, que requieren que su moneda sea una divisa convertible –el yuan no lo es—y que el gobierno chino otorgue autonomía al banco central chino, como también al sistema bancario y financiero.

En el caso, lo relevante es mostrar y destacar la coincidencia entre México y Estados Unidos para crear la zona de libre comercio de mayor dinamismo en el mundo; es decir, recuperar la tesis de que México sigue a la cabeza de los países con mejores posibilidades de desarrollo e integración en la economía global entre las economías emergentes.

3. El México de dos velocidades. En ese sentido, la revista The Economist publicó el artículo “The Two Mexicos and the lessons for development” (Los dos Méxicos y las lecciones para el desarrollo), en el que, además de señalar las debilidades del país, como son la ancestral pobreza y la desigualdad, también se señalan las fortalezas que tiene, como modelo de desarrollo vigente en el contexto actual, dado que los esquemas que en el pasado tuvieron éxito con los tigres asiáticos de Taiwán y Corea del Sur no serían reproducibles.

En contraste, un esquema asimétrico y contradictorio como el mexicano, en el que subsiste un sector de punta, global y competitivo, coexistiendo con otra franja de empresas y población en situación de informalidad y subsistencia, no siendo un modelo a imitar resulta un modelo posible, si se persiste –por algunas décadas, dice—en la ruta de las reformas.

Aún con deficiencias, ha habido una buena política macroeconómica y las reformas pudieran no ser suficientes por sí mismas para terminar con el conflicto entre el éxito económico y el atraso, por lo que, dice The Economist, es posible extraer tres lecciones que podrían mejorar el balance.

La primera es la urbanización, es decir, la concentración de la población en centros de población en los que resulte posible ofrecer educación, empleo productivo y tecnología de punta, considerando la vida urbana como un elemento vital para articular el desarrollo. Mientras un porcentaje significativo de la población viva aún en el campo, el desarrollo se verá limitado.

La segunda lección, tiene que ver con la necesidad de una infraestructura moderna. Sin modernas redes de comunicación, transporte, logística, puertos y aeropuertos, las posibilidades de desarrollo y de reducción de la desigualdad se verán acotadas.

La tercera lección, es la necesidad de formalizar la economía, es decir, hacer que coincidan el México real y el México legal. La informalidad se vuelve un eje que articula la ausencia de confianza en la ley y las instituciones, por lo que reducir esa diferencia significa, simplemente, establecer el Estado de Derecho con todas sus implicaciones.

The Economist dista de ser optimista. Concluye como inicia, diciendo que el desarrollo es una cuestión de tiempo y persistencia, pues “aún los más audaces reformadores no podrían resolver rápidamente todos estos problemas”. Para la mayoría de los países, el camino a la prosperidad es duro y prolongado. Pero los avances de México también demuestran que existe la posibilidad de lograrlo. ”Aún si los avances deben ser medidos en décadas, la perseverancia eventualmente ofrecerá recompensas”.

En su inicio, el artículo cita al exprimer ministro Gordon Brown, quien señaló alguna vez que “en el establecimiento del Estado de Derecho (The Rule of Law), los primeros cinco siglos son los más difíciles”.

4. Escenarios del 2018. Muy interesante y para leer entre líneas resulta el ejercicio demoscópico que Consulta Mitofksy publicó hace algunos días para jugar, como algún viejo periodista decía, “el juego que en México todos juegan”, que es el de la sucesión presidencial.

Mitofsky advierte que, por favor, nadie vea este ejercicio “como un pronóstico, porque seguramente se equivocará” e indica que, a pesar de que aún falta mucho para que incluso inicien las contiendas internas, “ya los políticos están agrupándose alrededor de los posibles candidatos”.

A diferencia de otros sexenios, dice anticipando su conclusión, “en este momento no se ven punteros (tan claros como lo fueron López Obrador en 2003 o Peña Nieto en 2009) ni partidos políticos que pudieran ser claramente favoritos”.

Señala, no obstante, que aquellos con quienes inicia el juego son “los más nombrados entre los posibles”… esta encuesta muestra resultados de algunas preguntas sobre los aspirantes, enfrentando tres candidatos posibles del PRI (Beltrones, Osorio y Videgaray), dos del PAN (Margarita Zavala y Moreno Valle), uno que pudiera ser candidato del PRD (Mancera), uno de Morena (López Obrador) y un independiente (el “Bronco”)”.

Los resultados, dice Mitofsky, “ratifican el comentario de que en este momento no hay nadie con ventajas claras e incluso nadie tiene asegurada una candidatura basada en altas popularidades”.

En los datos generales, la intención de voto para Presidente de la República se estaría mostrando en similares términos a los votos obtenidos en la elección intermedia, con un alto porcentaje de indecisos (en este reporte es del 37.8%).

Al respecto, preferencias por partidos, el PRI-PVEM obtendría el mayor número de sufragios con el 20.4% (votación efectiva quitando indecisos, 32.8%); le seguiría el PAN con 14.00% (y 22.4% votación efectiva); en tercer lugar, el PRD tendría 11.9% (19.13% efectiva); Morena, cuarto lugar con 9.3% (14.95% votación efectiva), un candidato independiente abstracto se ubicaría en quinto lugar con 4% (o 6.4% votación efectiva).

Al entrar en los “careos”, es decir, confrontación entre candidatos posibles, se tendrían los siguientes escenarios, con un altísimo porcentaje de indecisos; sólo se mencionan votaciones relativas absolutas, es decir, sin descontar a los indecisos.

Conforme a las lecturas de los diferentes cruces, el candidato más competitivo del PRI-Verde en estos momentos sería Miguel Angel Osorio Chong en tanto que Luis Videgaray casi empataría con Morena en una elección muy cerrada.

Por su parte, el adversario más competitivo para el PRI-Verde y los posibles candidatos considerados resulta, precisamente, Morena y Amlo; en los careos, se le ubica siempre como segundo o primero, según sea el caso.

Los otros lugares prácticamente se repiten, en los careos siempre se ubica al PAN como tercero o cuarto, al PRD como cuarto o tercero y a la candidatura independiente, como quinto lugar, respectivamente.

5. La paja en el ojo ajeno. Como si viniera del desierto, la ex primera dama Margarita Zavala, señaló que de cara a la revisión del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016, la situación económica de México es difícil y compleja e invitó a la sociedad mexicana a sumar esfuerzos como ciudadanos, para que los legisladores hagan un presupuesto responsable y el gobierno rinda cuentas claras.

Más aún, dijo la señora Zavala que el primer obligado en apretarse el cinturón debe ser el gobierno federal, “y tiene que hacerlo bien y en serio”, pues hay muchos gastos que deben reducirse o desaparecer, “por ejemplo: el enorme presupuesto de publicidad del gobierno no tiene justificación, ¿para qué gastar en eso?, ¿a quién beneficia ese dinero? El dinero que se le da a los partidos políticos tienen que revisarse con lupa, son cantidades exorbitantes. Para el 2016, se ha pedido un presupuesto de alrededor de 4 mil millones de pesos para los partidos, y al mismo tiempo se propone quitarle 5 mil millones al gasto en salud, con esos recursos se podrían construir 10 nuevos hospitales regionales, ¿qué sería mejor para la gente?”, insistió la esposa del expresidente Calderón.

La reflexión obvia es ¿por qué no hizo tales recomendaciones a su marido cuando fue Presidente de México? La reflexión de fondo no se sostiene porque fue en el gobierno de su consorte, Felipe Calderón, cuando más se dilapidó y se contrajo deuda pública.

El gasto corriente del gobierno federal en los años de Calderón creció no obstante que se tuvieron los excedentes petroleros más cuantiosos en la historia, como también los presupuestos públicos más copeteados del México contemporáneo.

Con ese sustrato, Calderón fue irresponsable al no hacer la reforma fiscal que se necesitaba, recurriendo al endeudamiento público –la deuda en dólares creció de 47 mil millones en que la dejó Fox a 130 mil millones en que la entregó Calderón, en tanto que la deuda pública interna en pesos pasó de 1.8 billones a 3.7 billones en el mismo lapso.

Asimismo, fue el gobierno de Calderón el que hizo saltar el enfoque prudencial en la estimación del precio del petróleo, elevándolo 20 dólares en el ejercicio 2011, cuando lo llevó de 66 a 86 dólares el barril. En ese sentido, los ingresos petroleros representaron el 40% de los ingresos públicos, lo que hizo vulnerables a las finanzas públicas.

No obstante ello, el saldo neto del sexenio de Calderón es una baja tasa de crecimiento económico promedio inferior al 2%, como también la elevación de la pobreza, que en cifras de Coneval representa 53 millones de personas en esa situación, el 46% del total de la población nacional. Con estas cartas credenciales, cabría esperar que la señora Zavala explicara también en dónde estaba cuando creció exorbitantemente el gasto corriente y la deuda pública en el sexenio de Felipe Calderón. ¿O qué, se vale ver la paja en el ojo de Enrique Peña pero no la viga en el de Calderón?