Lecturas de la elección

17 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Lecturas de la elección

MEXICO-ELECCIONES GANADORES Y PERDEDORES

Voluntarios electorales cuentan votos de las elecciones intermedias tras el cierre de casillas, en una estación de votación en la ciudad de México, el domingo 7 de junio de 2015. (Foto AP/Marco Ugarte)

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Marco Ugarte/AP

No se derrumbó México, ganó la democracia y los electores señalaron el sentido del cambio en la gobernabilidad y mejores resultados

1. El “Día D”

Llegó el “Día D” con todos sus significados. No se derrumbó México, ganó la democracia y al obtener el gobierno una mayoría relativa, los electores castigaron al partido gobernante señalando sobre todo con el sentido de los votos su inconformidad y hartazgo hacia los partidos y sus eternos conflictos pero estableciendo también un mandato para construir la gobernabilidad mediante la cooperación, el diálogo y la construcción de acuerdos entre las distintas fuerzas políticas y ciudadanas para frenar la corrupción y alcanzar mejores resultados.

La principal incógnita es cómo habría de transcurrir la jornada electoral, cruzada por el temor de que los acontecimientos de los últimos días pudieran escalar, sea porque grupos contestatarios y antisistémicos pretendían poner en jaque al gobierno en los estados del sur, porque los grupos de la delincuencia organizada buscarían actuar en demérito de la tranquilidad ciudadana, o bien porque los grupos de movilización de los diferentes partidos pudieran chocar o ser detectados, sobre todo en las entidades en donde las contiendas fueron más competitivas, como Sonora, Nuevo León, el Distrito Federal, Querétaro, San Luis Potosí, Colima y, por supuesto, los conflictuados Guerrero y Michoacán.

En lo que respecta al boicot convocado por el magisterio disidente y otros grupos de la cuenca del descontento, como los padres de normalistas de Ayotzinapa, los movimientos sociales emergentes y los otros habituales vándalos, buscaron poner a prueba la tranquilidad de la jornada, en donde el preámbulo mediático vaticinó varias complejidades. La primera nota es precautoria, es decir, si la jornada electoral transcurrió con tranquilidad y casi la totalidad de las casillas se pudo instalar, entonces “la noticia” a reportar fue la de la normalidad democrática. “Ganó la democracia”, diría el Presidente Enrique Peña Nieto el día de la jornada electoral por la noche; así lo repetiría el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, como también daría sustento al discurso legitimador de la gobernabilidad de México en el exterior, en donde los medios internacionales subrayaron el éxito de una jornada electoral prácticamente normal.

Es obvio que de ello han buscado aprovecharse los grupos contestatarios, “oliendo el miedo” gubernamental para buscar más concesiones como las logradas hasta el momento, concesiones inimaginables en otros términos, como es la virtual regresión de la aplicación de la reforma educativa en los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y, quizás, Michoacán. ¿Qué impediría que las demandas se extendieran al resto de las entidades? En realidad, nada, es probable que lo que logren unos sea exigido por otros, a menos que se tuviera una buena conexión política con el SNTE o se creara un movimiento societal por la calidad de la educación, como el que ha encontrado eco en la Comisión Permanente o el que empujan “Mexicanos Primero” que obligara prácticamente de inmediato a suspender la suspensión, valga la redundancia, de las evaluaciones docentes.

Sobre los retos de la delincuencia organizada, en realidad éstos no se presentaron el día de la elección como para ponerla en riesgo; el principal efecto que tuvo este riesgo, es el de los asesinatos de 21 ó 22 candidatos, equiperos o militantes que los medios documentaron a lo largo del proceso electoral. El riesgo inherente al factor delincuencial es el de la penetración o “captura” de los candidatos, que después pudieran resultar en émulos del edil Abarca, tal como es el temor sobre el presidente electo de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Juárez, padre de Ricardo Gallardo Carmona, quien fuera presidente municipal del conurbado Soledad de Graciano, actualmente detenido por sus vínculos con el cártel de Los Zetas, de quien se ha dicho que podría convertirse en el nuevo “Abarca” de San Luis Potosí.

Otros efectos que los medios habrán de considerar en la cobertura informativa, es el de la participación electoral y el pretendido efecto desincentivador del partido México-Brasil así como el impacto lluvioso que hubiera podido generar el huracán “Blanca”, según pronósticos, en los estados costeros del Pacífico, de Jalisco hacia abajo (Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas).

La conjunción de todo lo anterior implicaba que la jornada electoral podría ser de baja participación electoral o que las elecciones no fueran a realizarse en varias entidades amagadas por el boicot. Sin duda hubo varias sorpresas, una de las cuales fue la altísima participación electoral, que fue del 47% en promedio, con el triunfo relativo para el PRI en la elección federal y las varias alternancias que se vivieron en Sonora y Guerrero para el PRI, Nuevo León con el candidato independiente Javier Rodríguez (a) “El Bronco), sin duda el elemento legitimador de los comicios, así como en Querétaro y Michoacán, siendo aún muy disputados los resultados en Colima y San Luis Potosí entre el PRI y el PAN, en tanto que Baja California Sur y Campeche mantuvieron el statu quo, reiterando al partido gobernante, el PAN en la primera entidad y el PRI en la segunda. Otro elemento significativo lo es el vuelco en el Distrito Federal, en donde el partido del gobierno local perdió la elección ante su mellizo y némesis, el partido Morena, que lograría finalmente demoler la unidad y la identidad de la izquierda como la conocíamos hasta ahora.

Con todo ello, como diría el diputado Manlio Fabio Beltrones, ganó la Democracia; ganó México y el Instituto Nacional Electoral superó la prueba inaugural con creces.

2. Los días por venir

Varios analistas han considerado que, dada la complejidad de los resultados electorales, lo más probable es que en varias entidades los casos se judicialicen y terminen siendo resueltos (o incluso anulados) en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Esta situación acontecería porque los partidos necesariamente tendrían que agotar sus recursos en las entidades en donde la diferencia entre primer y segundo lugar resulte inferior al 1% de los votos, como sucede en Colima y San Luis Potosí sobre todo.

De ahí que, en opinión de los analistas, se estaría instalando (si no es que ya está instalada) una “mesa de concertación” entre la Secretaría de Gobernación y los principales partidos, PAN y PRD, para estabilizar la jornada y negociar la gobernabilidad posterior. En este sentido, se especula cuál sería la materia de negociación, dependiendo de cómo evolucione la calificación de los comicios; en ese sentido, parecería obvio que el interés del PAN para abonar a la gobernabilidad estaría en los estados de Sonora, San Luis Potosí y Colima; en tanto que el PRD estaría litigando por nivelar los resultados en el Distrito Federal como para lograr la integración de una coalición plural con otros partidos que le permita al menos contener el avance de Morena, la primera minoría capitalina.

El incentivo para obtener en la mesa de negociación lo que no se gana en las urnas resulta inversamente proporcional a la diferencia que logren los partidos entre primero y segundo lugar. Entre menor la diferencia, mayor la presión que se puede realizar para una negociación política.

En Nuevo León, la coyuntura resulta apetitosa para los medios nacionales y extranjeros, dado que ahí el desafío no resultó entre los partidos sino contra éstos: el triunfo del “candidato independiente”, el “Bronco” Rodríguez, resultó no sólo una crítica al gobierno local, sino también el elemento legitimador de las elecciones intermedias, al menos en el sentido que lo ha manejado el Presidente de la República, quien reconociera su triunfo como un aval a las propias elecciones.

El PRI va a ganó las elecciones, no cabe duda; tendrá, al final de cuentas, como señalara el senador Emilio Gamboa, casi 260 diputados en la próxima Legislatura, sumando los propios con los obtenidos por el Partido Verde, el Partido Nueva Alianza y hasta los del Partido Encuentro Social, todos ellos posibles integrantes de la nueva coalición gobernante en los próximos tres años.

3. Las “Lecciones de la Elección”

Tras la elección, parece obvio que habrá una serie de lecciones a sacar:

a) Los comicios volvieron a ser tema de discordia, pero no por las razones habituales. La fragilidad de la democracia es tal que los grupos antisistema las han convertido en rehén. ¿Alguien podrá imaginar cómo va a ser la próxima elección estatal en Oaxaca a realizarse en el próximo año de 2016?

b) El nivel de participación electoral fue bastante mejor del pronosticado, aún cuando la gente se manifiesta harta de los partidos y del sistema político, ¿qué tanto efecto tuvo el movimiento anulista? No mucho, llegó al 4.7% de los sufragios emitidos. ¿Qué tanto ganaron los candidatos independientes, cuya naturaleza es antisistema? Un logro simbólico y mediáticamente importante, pues el triunfo de “El Bronco” en Nuevo León significa poéticamente que los independientes le pueden ganar al sistema, aún cuando en realidad se trata de un candidato tránsfuga, quien hasta hace pocos meses militaba en el PRI y al no encontrar su espacio, capturó la candidatura ciudadana con la que contendió. Quizá habrá tenido efecto el haber recorrido un mes la fecha de las elecciones al argumentarse que hacerlo así propiciaría mayor votación porque los escolares aún están en clases y los padres no han salido de vacaciones. No tuvo efecto alguno el partido México-Brasil, pues la tasa de participación electoral es de las más altas en la historia para una elección intermedia: 47% cuando solía ser de 40%.

c) Cabe hacer notar que en España, en las recientes elecciones municipales, votó el 65% del padrón, una altísima cuota de participación, acicateada sobre todo por la conversión del malestar ciudadano en opciones políticas, a través de candidatos de perfil distinto a los tradicionales, en los movimientos “Podemos” y “Ciudadanos”.

d) La crítica feroz al modelo de comunicación política, ineficiente y pueril, que se traduce en una lluvia de spots insustanciales y cargados de lodo, insultos y lenguaje soez, delicia de los albures pero que dicen poco a los ciudadanos. Prueba de ello es que los movimientos que buscaron agregar transparencia y conocimiento a los candidatos y sus propuestas, tuvieron un rotundo fracaso. Pocos candidatos hicieron el “3 de 3” que propuso el IMCO, y más pocos aún hicieron pública su trayectoria en las páginas del INE o de la UNAM.

e) Como resultado, se conocieron más mentadas que propuestas en las campañas, lo que agrava la crisis de credibilidad y confianza en los políticos. El corolario entonces será la enésima revisión del modelo de comunicación política, recogiendo las demandas ya expresadas antes, de regular la spotiza, sea con requisitos de calidad, de agrupación de los spots para hacer posible debates entre candidatos o que se transmitan mensajes más largos como para significar diferencias; o bien, adoptar otro modelo de comunicación política, algo que el Partido Verde propuso mediante la respectiva iniciativa de reforma constitucional.

f) El INE logró salir bien librado. El árbitro fue cuestionado a lo largo de toda la jornada, lo que llevaría a pensar en la necesidad de otra reforma electoral que de alguna manera le aligere la carga y le deje concentrarse en la organización de las elecciones, que debiera ser su tarea fundamental. Su principal debilidad es que es juez y parte, al realizar investigaciones y sancionar desviaciones, mismas que son revisadas por el Tribunal Electoral, que le propinó revés tras revés a las multas y sanciones. A ello habrá de añadirse lo que resulte de la fiscalización, pues al anular candidaturas por rebase de topes de campaña, volverá a estar en el ojo del huracán. Sin embargo, al haberse logrado la realización de unos comicios en paz, con relativo orden y con resultados oportunos le significa una calificación aprobatoria.

g) En lo jurisdiccional, aún está por verse qué es lo que resulta. Los magistrados electorales han señalado que serán las elecciones más litigiosas en la historia, rondando los 20 mil recursos interpuestos. Habrá dos meses escasos para resolverlos, pues para el 7 de agosto próximo el Tribunal Electoral tiene la obligación de declarar la legalidad de los comicios.

h) El sentido que deberá darse a la elección. ¿Será reprimenda o refrendo para el programa de gobierno actual? En el mundo, un resultado como el alcanzado por el partido gobernante equivale a un refrendo. Los electores negaron una mayoría simple, le apostaron otra vez al gobierno dividido, pero le dieron al gobierno la posibilidad de construir una coalición gobernante, que en una visión acotada la lograría con sus aliados tradicionales del Partido Verde, PANAL y Encuentro Social, en tanto que en una visión amplia, podría formar una gran coalición de integrarse el PAN o el PRD –Morena nunca lo haría—a un programa común.

g) En el Distrito Federal, las cosas están mal pero se pondrán peor. La repartición de las delegaciones políticas y la Asamblea Legislativa esencialmente entre el PRD y Morena apuntan a la polarización política, que pudiera llegar a ser extrema, dado el talante intolerante y autoritario del señor López. Los morenos hablan de “recuperar” espacios en el DF; nada puede ser más terrorífico, ¿de quién los quieren recuperar? En todo caso, la alternativa para el Jefe de Gobierno, el principal implicado en el juicio de los electores, es la de integrar también una coalición útil que le permita gobernar; el PRD podría buscar una alianza con el PRI y/o el PAN para lograr construir una mayoría que compense el peso de la primera minoría lograda por Morena en la Asamblea Legislativa.

4. Lo que viene

Tras la jornada electoral, existen tópicos de inmediata atención: a) La normalización de la gobernabilidad. La Secretaría de Gobernación y los partidos políticos tendrán que encauzar las controversias en el marco –no hay de otra—de la concertación (v.gr.) al mejor estilo del finado Manuel Camacho. b) Buscar que la justicia electoral sea pronta y expedita, para no prolongar demasiado las decisiones fundamentales. c) Realizar los cómputos distritales y entregar las constancias de mayoría. d) Realizar los cómputos estatales para extender las constancias de gobernador electo en donde sea procedente. e) Proceder a la integración del Congreso, asignar los diputados que corresponda de las listas y formar las bancadas. f) Realizar las reuniones plenarias para integrar la Agenda Legislativa y negociar los puestos de gobierno en ambas Cámaras. g) Instalar el Congreso y recibir por escrito el III Informe de Gobierno. h) Mensaje del III Informe de Gobierno. Parecería obligada una reflexión profunda sobre lo acontecido, el sentido de las elecciones y cuál es la estrategia en los próximos tres años. i) Analizar la configuración del Gobierno. Habrá cambios, algunos obligados (el CEN del PRI y la Embajada en EUA) y otros necesarios (la titularidad de la SEP, que parecería totalmente desgastada); más lo que resulte. j) Presentación del paquete presupuestal para el 2016, con el nuevo paradigma del Presupuesto Base Cero, además del ajuste anunciado en los montos del gasto público.

5. Perspectivas de la economía

La economía mexicana sigue resintiendo los impactos de la volatilidad internacional, la desaceleración del crecimiento en el mundo y el horizonte largo de bajos precios del petróleo y otras commodities (metales, por ejemplo) así como la eventual elevación de las tasas de interés en EUA, que le obligan ya a la novena reducción en sus estimados de crecimiento del producto para éste y los próximos años.

La economía mexicana ha reducido ya en un punto del PIB sus expectativas. El Banco de México ha tomado un rango virtual entre 2 y 3%, en tanto que SHCP le sitúa entre 2.2 a 3.2, con 2.6% en promedio. Los analistas del sector privado consultados por Banamex se ven más optimistas y sitúan la cifra en 2.7%.

En los Estados Unidos, la cifra del crecimiento del PIB en el primer trimestre resultó ser negativa, con -0.9%, si bien en el segundo trimestre ha empezado a recobrarse. El promedio ajustado ya por el FMI para la economía norteamericana es de 2.4% para el año, con lo que sería de esperar que la FED iniciara el incremento de tasas en el cuarto trimestre de este año, recomendando el FMI que lo haga a partir de 2016. Para el Banco de México, esa normalización le llevará a incrementar también la tasa de referencia nacional, para evitar una estampida hacia los Estados Unidos.

En Europa, la tragedia griega aún no termina. Grecia está virtualmente en impago, y la Unión Europea, conforme a la mano férrea de Alemania, no está por facilitarle las cosas. El Primer Ministro Griego Alexis Tsipras quiere una política de incentivos, en tanto que Alemania le urge a la austeridad, reducción del gasto y venta de activos públicos, que no son las banderas con las que los socialistas llegaron al poder. La crisis griega golpeará severamente a Europa, con posibilidad de contagio hacia otras regiones del mundo, pero cuyo impacto ha sido descontado ya por los mercados, con lo que se estaría esperando un efecto inferior al 5% en los promedios, lo que pegará pero no matará.

En todo caso, el desenlace de la crisis griega llevará otra vez a revisar los esquemas de ajuste en el mundo. En los Estados Unidos viene una crisis fiscal, que deberá dirimirse en las elecciones presidenciales del próximo año. El déficit público de los Estados Unidos ronda ya los 20 trillones de dólares y el gobierno demócrata de Barack Obama ha librado una larga lucha con el Congreso de predominio republicano por la elevación de los impuestos. Los demócratas proponen subir impuestos a los más ricos en tanto que estarían devolviendo pagos a las clases medias, para estimular el consumo. Los republicanos, por su parte, piensan lo contrario: habría que reducir los impuestos para dejar más dinero en manos de las empresas y que éstas generen más empleo y riqueza; por lo tanto, no hay que poner más dinero en manos del gobierno, que gasta mal, sino que éste debe recortar su gasto.

Ahí estará la cuestión: más fisco para incentivar la economía; o ajustes al gasto, austeridad y menos impuestos, que será el debate de los próximos años. En ello hay que considerar que los altos precios del petróleo y otros commodities no regresarán en muchos años. Un par de datos al respecto: los Estados Unidos, en este mes, se constituyeron en el mayor productor mundial de petróleo, superando a Arabia Saudita y Rusia; en la reunión de la OPEP trascendió que los países miembros del cártel están produciendo hoy más petróleo que nunca. ¿Qué interés podría haber en un mercado dominado por los consumidores, en elevar los precios del petróleo?