Es cuestión de horas para que la Cámara de Diputados dé a conocer la lista de los candidatos que se apuntaron para ocupar la Contraloría del Instituto Nacional Electoral, que dejó acéfala Gregorio Guerrero Pozas y que ahora despacha en la Secretaría de Gobernación. En la lista aparecerá, dicen los que saben, Jesús George Zamora, quien pinta para quedarse con este puesto estratégico, y que podría ser un dolor de cabeza para los funcionarios electorales, porque desde ese puesto se pueden conocer las entrañas del gasto y los posibles abusos cometidos por partidos, consejeros y directores ejecutivos. Zamora es muy cercano al morenista Horacio Duarte, actual subsecretario en la Secretaría del Trabajo y quien conoce bien el INE, además de ser gente de confianza del propio Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido persistente en cuestionar al Instituto por sus resoluciones y sus gastos; oséase que con este movimiento a lo mejor y sí saca los trapitos electorales al sol.