Los desastres locales de Seguridad y Justicia

16 de Abril de 2024

Laura Borbolla
Laura Borbolla

Los desastres locales de Seguridad y Justicia

LauraBorbolla-Web

En el transcurso de la semana, tuvimos cuenta de varios hechos, en el penal de Tehuacán, Puebla llegaba la Guardia Nacional, en razón de un paro de labores de custodios que laboran en ese centro penitenciario local, los reclamos fueron, el pago de mejores salarios, mejoras en las instalaciones y equipamiento. Así también, tuvimos noticias de un motín de personas privadas de su libertad en el penal de Atlacholoaya, Morelos, el cual tuvo de saldo varios reos muertos, traslado de presos a cárceles federales, custodios heridos y en paro laboral; lo que generó también la incursión de la Guardia Nacional.

Y por último, se dio cuenta que el excelente operativo de Tepito, tuvo como fin la liberación de varios de los posibles implicados. Y quien dio la cara fue el Secretario de Seguridad Ciudadana y no la Procuradora General de Justicia de la Ciudad de México, quien tampoco nada ha dicho de las investigaciones relacionadas con los videos de posibles delitos en la alcaldía Gustavo A. Madero.

Después de enunciar este breve anecdotario en materia de seguridad y justicia local, la pregunta es: Qué tienen en común, Puebla, Morelos y la Ciudad de México? La pregunta acepta varias respuestas, por ejemplo: todos son gobernados por la misma “Ideología política”; en materia de seguridad todos coinciden en que, no cuentan con un sistema bien diseñado y armónicamente implementado y en todos los casos, las autoridades responsables les endosan de forma muy simple a otros el problema, solución o responsabilidad.

En varias ocasiones he dicho y lo reitero, el perfil de los servidores públicos sí importa; en el caso de la Ciudad de México, la procuraduría general de justicia, no ha sido capaz de dar una respuesta adecuada en varios casos, su titular, no ha defendido su trabajo y el de sus colaboradores, la lentitud burocrática y las prácticas poco pulcras, dieron pautas a que exista una película como la de “presunto culpable”. Actualmente existe la posibilidad de que, la última procuradora, sea la primer fiscal general de justicia, legalmente se implementó un consejo asesor, para la transición integrado por varias personalidades, unas más experimentadas que otras, también ahí se podría decir que el perfil sí importa, ya que algunas además de ser académicos reconocidos, han sido miembros de organizaciones de la sociedad civil con contacto directo con las víctimas, otras han sido funcionarios con carreras encumbradas y cuestionadas por sus vínculos con la delincuencia organizada, otros han llamado la atención por sus estrambóticas propuestas; como la de sin experiencia en el campo de procuración de justicia, pretendía ir como de compras por operadores impolutos y sin experiencia, para que así se quiten los vicios del actual sistema. En fin el común denominador es que a nivel local, se comparte desorden en el sistema de seguridad y justicia; esto debe incluir también al sistema penitenciario y como no se ha plateado así, aquí estamos con todas sus consecuencias.

Ahora, la pregunta es: los desastres locales tienen alguna solución? La respuesta es sí, lo primero es que, los titulares de la seguridad pública y ciudadana, de procuración de justicia y sistemas penitenciarios, deben ser una tríada de ejecutivo que trabajen en armonía, confianza y lealtad a la ciudadanía. Además deben de ser personas con carrera, experiencia y respaldo al interior y exterior de las instituciones, preferentemente técnicos y no políticos; la agenda de seguridad y justicia no son para políticos, hay errores innumerables a cargo de políticos que pensaron que podían decidir y definir estas instituciones. Hay personas muy desperdiciadas y en la banca; con probadas credenciales, por ejemplo los dos extitulares de la Comisión Nacional Anti Secuestros.

Además de modificar las leyes locales, se deben analizar las condiciones de trabajo de los operadores del sistema de seguridad, justicia y penitenciario. En ocasiones lo que solicitan es algo tan básico, como uniformes, equipo adecuado, un buen sueldo y un lugar digno de trabajo. Y sobre todo hay que capacitarlos de forma permanente con procesos de mejora continua. Cuando hagamos lo correcto, el resultado será positivo y cada quien será responsable de su agenda, hay que dejar de endosar todo a la Guardia Nacional, no va haber elementos que alcancen. Ese es el tipo de cosas de forma que hacen fondo.