El problema del desabasto de la gasolina, en el contexto de la lucha contra el huachicoleo, era algo que no le habían informado bien al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien la falta de capacidad para resolver la crisis, que estalló el viernes pasado cuando en la reunión nocturna para evaluar el estado de las cosas, le quitó a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y al director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, la responsabilidad principal sobre la estrategia de suministro. El Presidente se la entregó al secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, quien comenzó a recomponer la situación.