¿Se acuerda usted cuándo comenzó a tomar fuerza el discurso de la austeridad republicana y se criticó a la Suprema Corte porque no hacía nada para ajustar sus gastos? En la primera semana de agosto anunció que reduciría cinco mil millones de pesos para el presupuesto de 2019. El presidente de la Corte, Luis María Aguilar, precisó que sería una reducción de “gastos no prioritarios”. Lo que no aclaró, dicen los que saben, es que ese dinero forma parte de un subejercicio de la Corte por ¡siete mil millones de pesos! Don Luis María reiteró ese esfuerzo presupuestal, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador fue informado de las mentirillas del jefe de la Tremenda Corte, que es parte de su último malestar contra los ministros.