El crecimiento de la economía nacional para el cierre de 2017 no será extraordinario. Es más el rango de 1.5 y 2.5% que el gobierno federal calculó tendrá como máximo el Producto Interno Bruto (PIB) será “similar” al promedio de los últimos 16 años, es decir a las de las últimas dos administraciones panistas. Aunque el PIB aparentemente saldrá del bache en el que había caído empujado por la inflación que se aceleró desde enero pasado por el alza de los combustibles y la caída del peso frente al dólar en 2016, este último indicador cerrará el año por encima del objetivo del Banco de México, e incluso por arriba del techo de los 4 puntos porcentuales. Al respecto, los datos ofrecidos por el presidente Enrique Peña Nieto sobre los movimientos inflacionarios, nuevamente chocan con los pronósticos del banco central, pues mientras el organismo publicó en junio pasado que la inflación cerrará 2017 todavía por encima del 5% en su medición anualizada, si no existen choques externos que nuevamente la revolucionen, el gobierno federal consideró que el indicador regresará a los límites del 2 y 4 por ciento, en el mediano plazo. En las cifras ofrecida como parte del Quinto Informe de Gobierno, el presidente Peña Nieto aseguró que la tasa de inflación general, la cual alcanzó 6.44% al cierre de julio pasado, cederá hasta 3.56% en los próximos cuatro años, y en un rango de hasta 3.41% para un plazo de cinco a ocho años.
Crece poco poder adquisitivo
Respecto al crecimiento de la economía, el gobierno federal aseguró que “el crecimiento económico se aceleró” durante la actual administración, a pesar de los choques del entorno internacional. Sin embargo, hasta el cierre del segundo trimestre de este año, el indicado de crecimiento nacional apenas alcanzó 1.8%, cifra que sólo se consolida en 3% si se considera el crecimiento promedio anual del PIB no petrolero durante los último 14 trimestre, es decir de 2014 a julio pasado. Las cifras fueron resultado de la consolidación del consumo interno, asegura el reporte correspondiente al objetivo México Próspero, del Quinto informe presidencial, impulsado por el aumento de los salarios reales y la expansión del crédito al sector privado. Al respecto, la administración federal destacó que hasta julio pasado el número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social creció a una tasa de 4.5 por ciento, aunque no aclaró la calidad del trabajo que esto conlleva. Sin embargo, si detalló que los salarios contractuales reportaron un incremento anual real de tan sólo 1.2% durante 2016, cifra relativa al poder adquisitivo de los mexicanos con la que enfrentaron las andanadas inflacionarias que se registraron a partir de enero de este año, las cuales llevaron el indicador inflacionario por encima de los 6 puntos porcentuales. También se indicó, que entre enero y julio pasados, los salarios contractuales tuvieron un retroceso de 0.9 por ciento. El gobierno federal permanece optimista sobre las perspectivas de crecimiento que tendrá el país de cara al cierre de la administración Peña Nieto, sustentado en los efectos positivos de las reformas estructurales que se aprobaron desde 2013. No obstante, los choques externos, principalmente la relación económica con Estados Unidos, ahora en renegociación vinculada a la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aún amenazan la estabilidad macroeconómica nacional; y la estabilidad del peso, que si bien logró recuperar su valor frente al dólar en los últimos meses, anclado por ajustes que Banxico hizo a la tasas de interés base para llevarlas a 7%, también sigue siendo vulnerable al escenario internacional.
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