México: escribir en medio de la narcobarbarie

19 de Abril de 2024

México: escribir en medio de la narcobarbarie

fotonahumtorres

EJECENTRAL

Foto | Nahum Torres (Archivo)

Para Eduardo Antonio Parra se trata de un contexto del realismo narrativo actual

Foto | Nahum Torres (Archivo)

Nahum Torres | @nahjum

Durante tres días, diversos especialistas se reunieron en El Colegio Nacional para nalizar el tema del narcotráfico y su influencia en Latinoamérica a partir de la llamada “narcocultura” y su presencia en la literatura (narconovelas), la música (narcorrridos), las jergas, el periodismo investigativo o el cine tanto documental como de ficción. En el “Simposio sobre narconarrativa y narcocultura en el hemisferio occidental: Escenarios heterogéneos de narración y reflexión”, que concluye la tarde de este miércoles, la academia ha presentado, en lo general, reflexiones multitemáticas en las que el trauma, lo trágico, el drama, la pena o el masoquismo ante la violencia del crimen organizado han sido obervados detenidamente desde aspectos estéticos, penales, económicos, psicológicos, sociológicos, políticos y criminalísticos.

Ayer por la tarde el escritor Eduardo Antonio Parra (León, Guanajuato, 1965) presentó su ponencia “El narcotráfico como contexto del realismo narrativo en el México actual: una visión personal”, en el que conjuntó una revisión de nuestro país desde el aspecto sociopolítico y literario en los últimos 25 años.

El narrador que en el 2000 ganó el Premio Internacional de Cuento “Juan Rulfo” se refirió a la función social del escritor en el México que estamos “padeciendo” en la actualidad y realizó tres preguntas: "¿Cómo, o de qué escribir en una nación sumergida en una guerra constante a causa del narcotráfico? ¿Para qué sirven la literatura y los escritores en un país como éste? ¿Es válido seguir escribiendo como si nada ocurriera a nuestro alrededor?”. “Quienes encontramos el material para nuestros relatos en las experiencias de hombres y mujeres de carne y hueso –en el realismo–, sí tendríamos que formularnos alguna o alguna de las preguntas mencionadas”.

Autor de una decena de libros de relatos, compilados en su mayoría en Sombras detrás de la ventana (2009), Parra comentó que poco a poco las respuestas a cómo o de qué escribir en un país como este en la actualidad, “se han venido gastando con el uso hasta pasar a acomodarse en el apartado de los lugares comunes del oficio de escritor”.

Desde su perspectiva, “lo primero que habría que hacer es un poco de memoria, repasar el modo en que México –es decir, nuestro contexto histórico, político y social–, ha cambiado durante las décadas recientes”.

Desde el aspecto literario rememoró que para los autores que habían crecido en ciertas regiones del Norte del país, “en el aire ya se respiraba una atmósfera dominada por los gustos, los usos y costumbres, de los que se dedicaban a esta actividad y aún eran considerados por la gente como una suerte de bandidos sociales, héroes populares, algo así como insurgentes admirados por todos”.

Insistió que en la década de los 90, el narcotráfico era “sólo un contexto, y no un tema, y por eso es que se podía ‘sentir’ en la obra de estos narradores, incluso cuando los argumentos no tuvieran nada que ver con la vida criminal”.

Como ejemplo, mencionó las obras de Gerardo Cornejo o Ricardo Elizondo Elizondo, quienes “narraron de manera específica escenas del narcotráfico en sus últimas novelas” Juan Justino, judicial y Narcedalia Piedrotas, respectivamente”. En su recorrido, apuntó a los primeros libros de Élmer Mendoza, Luis Humberto Crosthwaite, David Toscana y Juan José Rodríguez, en los que se podrá comprobar que “ese contexto (el narcotráfico) es donde se desenvuelven los personajes de sus relatos”.

Para Parra , “a la vuelta del siglo las cosas cambiaron bastante”. Con la llamada “Guerra del Narcotráfico” el contexto de regiones determinadas pasó a ser nacional y, en lo que se refiere a la literatura, muchos casos dejaron de ser mero contexto “para transformarse en el tema a tratar”. Es en esta situación en la que nos encontramos ahora tanto los que empezamos a escribir hace veinte o veinticinco años como quienes se inician hoy en el oficio literario. Se trata de una situación que ya ha dado a los críticos –y a los editores y lectores– lo que ellos consideran las primeras manifestaciones de una tendencia narrativa o corriente literaria actual: la llamada “narrativa del narco” o “narcoliteratura”. En lo personal, estoy convencido de que tal corriente o tendencia es aún muy incipiente, aunque es claro que los abordajes del tema seguirán multiplicándose”, advirtió.

El autor de la novela Nostalgia de la sombra (2002) concluyó: “Es posible que ninguno de nosotros (los escritores) esté capacitado para trasmitir tranquilidad ni mucho menos para mejorar el talante de los demás. Pero, siguiendo el ejemplo de algunos de los autores mencionados, ahora creo saber, al menos, para qué escribimos algunos escritores en medio de la barbarie y del horror que nos ofrece como contexto el México contemporáneo. Sí, ahora puedo decir que escribimos, que escribo con el fin de impedir que desaparezca ese México que todos añoramos, ese México de algunos años atrás que, si bien no era el ideal, por lo menos era vivible, más vivible que el de ahora”.