Miles de jubilados españoles exigen pensiones dignas

19 de Abril de 2024

Miles de jubilados españoles exigen pensiones dignas

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People attend a demonstration against the so-called “citizen security” law, also dubbed “gag law”, accused by NGO’s of violating civil rights, in Madrid on March 17, 2018. / AFP PHOTO / OSCAR DEL POZO

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OSCAR DEL POZO/AFP

Foto: Oscar del Pozo/Cuartoscuro

Alrededor de 100 manifestaciones se realizan en ciudades españolas

Desafiando el frío e incluso la nieve, decenas de miles de jubilados se manifestaron este sábado en toda España para exigir “pensiones dignas” al gobierno de Mariano Rajoy, que pretende subirlas este año apenas un 0,25%, muy por debajo de la inflación. Los sindicatos, que también temen una privatización de las pensiones por parte de la derecha gobernante, convocaron para este sábado unas 100 manifestaciones a lo largo y ancho del país. Desde por la mañana, decenas de miles salieron a las calles de Madrid y Barcelona (donde según la policía local hubo 30.000 manifestantes) y también de Sevilla, Valladolid o Castellón, entre otras ciudades. Con el apoyo de la oposición, exigen que las pensiones suban al ritmo de la inflación -que cerró 2017 en el 1,2% interanual-, máxime en un país donde el PIB creció por encima del 3% los tres últimos años. “La gente esta movilizada porque está harta de que el país crezca pero ese crecimiento no se distribuya entre la mayoría social (...) y la población pensionista”, afirmó bajo la nieve en la manifestación de Madrid Unai Sordo, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), el más importante del país. “Estamos cada vez peor, sobre todo los que tenemos las pensiones más pequeñas”, dijo a AFP Mari Carmen Calvo, una ex peluquera septuagenaria que cobra 500 euros mensuales de pensión. “Está habiendo una pérdida de poder adquisitivo en las clases más modestas”, abundó Emilio Zamora, ex empleado de la tabacalera Altadis, que lucía un cartelito con unas tijeras y el lema “Su botín es mi crisis. Sin pan no hay paz”. [gallery ids="845555,845556,845557,845558,845559,845560"]

Las pensiones, un gasto creciente

Los sindicatos temen que esta política de revalorizaciones mínimas esté buscando favorecer las pensiones privadas, por lo que exigen un blindaje de las pensiones públicas. Dicho temor se acentuó cuando en febrero el gobierno aprobó un real decreto que incentiva el ahorro privado a modo de complemento para las pensiones. En las empresas también es generalizada esta sensación. Según un estudio de la auditoría KPMG publicado en noviembre, un 97% de las empresas españolas cree que será necesario recurrir a sistemas de ahorro privado para jubilarse con un nivel aceptable de ingresos. En un discurso ante el Parlamento el miércoles, Rajoy reiteró que quiere subir las pensiones un 0,25% este año, como en los dos anteriores, y por lo demás se limitó a prometer “una mejora” de las pensiones mínimas y de viudedad. Sin embargo, no cifró cuál sería ese aumento, y sobre todo, lo condicionó a la aprobación de los Presupuestos de 2018, que su Partido Popular, minoritario en la cámara, sigue negociando arduamente y presentará hacia finales de marzo. Argumentó que el país tiene ante Bruselas el compromiso de no rebasar el 3% de déficit, y que debido al envejecimiento de la población, las pensiones son un gasto creciente que es necesario contener. De hecho, el gasto público en pensiones pasó en diez años del 21,6% del total al 29% en la actualidad, siendo la mayor partida de gasto de las administraciones. Rajoy volvió a pronunciarse sobre la cuestión este sábado en un acto de su partido en Marbella (sur), para reiterar que será precavido de cara a futuros aumentos. Dijo así que las pensiones “subirán lo que podamos, y haremos un gran esfuerzo, pero no pueden subir lo que no podamos”. La presión es fuerte sobre el gobierno conservador de Rajoy, que al calor de la recuperación económica ya subió los sueldos de los funcionarios y propició un acuerdo entre la patronal y los sindicatos para aumentar el salario mínimo un 4% este año. Al mismo tiempo, supone una ecuación política delicada para el PP, que tiene en los pensionistas un importante vivero de votos y trata de conservarlos frente al empuje del partido liberal Ciudadanos, al que los sondeos colocan ahora en cabeza.