El nuevo gobierno de México da “señales encontradas” a los mercados por su positiva política fiscal y modesto crecimiento, que contrastan con decisiones como cancelar la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, que se mantiene como el factor que más desconfianza genera, dijo este martes Moody’s.
Señales encontradas de política económica por parte de la nueva administración, incluyendo la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, introducirán importantes retos a la gestión económica del gobierno que inicia”, señala la calificadora un comunicado.
En su reporte, Moody’s Investors Service advierte que el nuevo gobierno federal, que asumió funciones el pasado 1 de diciembre enfrentará “una elevada volatilidad” en los mercados financieros y el tipo de cambio. Aunque, señala, esto será “parcialmente compensado” por un crecimiento económico “sostenido pero modesto” y con “tendencia hacia la baja en los indicadores de deuda gubernamental” por los cambios en las políticas públicas. La calificadora identifica que existe “una creciente preocupación” en los mercados financieros por el proceso de toma de decisiones de la administración de López Obrador.
Los mercados financieros vieron que aumentó el ruido político y generó bastante incertidumbre y eso mueve los indicadores financieros de corto plazo. La gran pregunta es cuánto van a tolerar los mercados y si eso afectará los fundamentos económicos”, alertó Jaime Reusche vicepresidente de crédito soberano de la calificadora en conferencia de prensa.
El analista en jefe señaló que la economía mexicana crecerá alrededor de 2% anual en el corto y mediano plazos, con riesgos a la baja. Explicó que en los últimos años del gobierno saliente de Enrique Peña Nieto los niveles de déficit fiscal y deuda han mejorado, lo que deja al nuevo gobierno un punto de partida sólido en temas fiscales y será un amortiguador a corto plazo. “No obstante, la sólida posición financiera del gobierno federal habrá de operar como colchón crediticio en el corto plazo, limitando el efecto negativo de condiciones financieras adversas sobre el perfil crediticio soberano”, añadió. Aunque para 2019 se espera que persista el sentimiento adverso en los mercados. Ello, ante una baja credibilidad política y escepticismo por los inversionistas sobre la capacidad de las autoridades de cumplir las promesas de responsabilidad fiscal. Reusche agregó que la incertidumbre se disipará cuando se conozca el Presupuesto para 2019 que se prevé se presente máximo el 15 de diciembre.