“Si tu decisión es irte, te deseo buena suerte. Otro partido te espera en sus filas y ya te ha dado la bienvenida. Muchos esperamos que des el paso y te agrupes con quienes, es evidente, tienes más coincidencias políticas... No hacerlo te mantendría otra vez en la cómoda indefinición que has mostrado en más de una ocasión [...] Tu militancia en el PRD, desde su fundación, ha permitido que la vida te trate bien...” escribió Carlos Navarrete a Alejandro Encinas un día antes de su renuncia al Partido de la Revolución Democrática...
“¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros? ¿Cuándo acabará esta desenfrenada audacia tuya?...” espetó Cicerón a Catilina en el año 63 a. C., recordándole su traición ... Tantos fueron los insultos que vertieron contra Catilina, que éste tuvo que salir corriendo del Senado, y poco después abandonó la ciudad y se dirigió al campamento de Manlio, quien estaba al mando del ejército rebelde...
El origen y las razones del conflicto entre viejos correligionarios y colaboradores es distinto a tantos años de distancia, pero el tono el mismo. Hay reproche. Hay indignación. Hay coraje. Y en el caso del presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, hay una gran debilidad humana y política:
Queriendo demostrar que todo lo sabe y que no esperaría un minuto para el reclamo, Carlos Navarrete dio a conocer la carta terrible que enviaba al ex miembro de un PRD que se deshace entre los dedos aunque el acuse ahí que están en trabajos internos de reconstrucción...
Lo ocurrido ese día es una muestra, también, del grado de descomposición política que vive el país en estos días aciagos en los que la voraz ambición de poder elimina cualquier rastro de ética, de moral política y de perspectiva de Estado... Véase la lista de candidatos que cada partido está proponiendo para las elecciones de junio de 2015, su origen, su participación política, administrativa y su historial muchísimas veces tenebroso...
El ‘... que la vida te trate bien...’ es un reproche a las dádivas que el mismo partido y el mismo Navarrete y la dirigencia perredista han disfrutado de forma permanente. Encinas ha sido legislador diputado en varias ocasiones, senador por el Estado de México, actualmente. Antes el 2 de agosto de 2005 asumió la jefatura de gobierno del DF, a la renuncia de Andrés Manuel López Obrador hasta diciembre de 2006, perdedor, sí, en varias ocasiones a cargos de elección interna en su partido...
Aunque las diferencias con la actual dirigencia podría tener un impulso el 6 de enero de 2011 cuando mostró interés por contender de nueva cuenta en las elecciones del Estado de México para la gubernatura. Las corrientes perredistas Nueva Izquierda y Alternativa Democrática Nacional consideraron que esto era una imposición de Andrés Manuel López Obrador y, por esto, impulsaron una amplia alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) lo que fue rebasado por la izquierda y casi a regañadientes se formalizó el 15 de abril de 2011 el registro ante el Instituto Electoral del Estado de México la coalición ‘Unidos Podemos Más’,, conformada por el PRD-PT-Convergencia que abanderó a Encinas como candidato al gobierno mexiquense. No ganó.
Y que lo diga Navarrete que ha sido diputado más de una vez, como senador de la República y quien ha ocupado cargos de administración pública como secretario de Trabajo y Fomento al Empleo con Miguel Ángel Mancera, cargo al que renunció el 15 de octubre de 2013 para buscar la dirigencia del PRD en donde se encontraría con sus viejos amigos de los ochenta, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, quienes, con Miguel Alonso Raya fueron conocidos como “Los Coroneles”...
Y sin embargo la carta de despedida que tiene un fétido aroma a desprecio mezquino, demuestra que las cosas al interior del PRD caminan por la cuerda floja del nerviosismo y de la sensibilidad extrema, aquella que surge porque la debilidad es un síntoma y no una excepción.
Una debilidad a la que el mismo Encinas contribuyó porque reclama hoy la firma del Pacto por México con el PRI y el PAN en diciembre de 2012, pero entonces guardó silencio. Fue consecuente. Seguía siendo legislador perredista...
Hoy asesta: “Con su fragmentación y el apoyo que la dirección nacional del PRD brindó al proyecto de Peña Nieto con la firma del Pacto por México, allanó el camino de esas contrarreformas que representan la mayor derrota política e ideológica infringida a la izquierda en su historia reciente...”
‘Señores: luego de más de 25 años de militancia y de ser miembro relevante y legislador y jefe de gobierno, me doy cuenta de que mi partido es un cochinero’, diría Encinas.
Y si. La historia reciente de la desintegración de la izquierda mexicana le debe mucho al PRD y a su dirigencia, a sus legisladores nacionales y estatales, a sus representantes, a sus funcionarios públicos, a sus gobernadores y presidentes municipales...: a todos ellos.
Así que habrá que reconstruir a la izquierda mexicana. Si. ¿Pero cómo? ¿Con quién? ¿En dónde está esa auténtica nueva izquierda mexicana? Urge una nueva representación del pensamiento progresista nacional...
Ojalá el desencanto por lo que hoy ocurre no sacrifique este ideal en las urnas de junio próximo... Un país sin gobierno social es un fracaso de todos. ¿Hay tiempo para la recuperación? Vaya pues. En qué punto de la tragedia política nacional nos encontramos... ‘¿Hasta cuándo, Catilina?’