Los gobernadores de Nayarit, Antonio Echevarría; de Coahuila, Miguel Riquelme, y de Oaxaca, Alejandro Murat, son los que peor gastan los recursos que les envía la Federación, de acuerdo con la primera entrega del Informe de la Cuenta Pública 2018, divulgada este viernes por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
A Nayarit, que viene de un sexenio marcado por la corrupción —el exgobernador Roberto Sandoval (2011-2017) y el exprocurador Édgar Veytia son investigados en Estados Unidos por nexos con bandas del narcotráfico— le fueron auditados dos mil 284 millones de pesos, de los cuales 502 millones no han sido justificados. Esto significa que por cada 100 pesos que la Federación le transfirió, 22 fueron gastados de manera anómala.
A Coahuila, que desde el 1 de diciembre es gobernado por Miguel Riquelme, después de un cuestionado proceso electoral, le fueron auditados dos mil 586 millones de los pesos y no logró justificar el destino de 291 millones, lo que quiere decir que por cada 100 pesos transferidos por el gobierno federal 11.4 permanecen sin comprobar.
A Oaxaca, que también se recupera de un mandato como el de Gabino Cué (2010-2016), señalado por desvíos de recursos, le fueron auditados 20 mil 784 millones de pesos, de los cuales mil 943 están pendientes de comprobar, lo que equivale a que por cada 100 pesos enviados por la Federación, 9.4 no han sido justificados adecuadamente.
De acuerdo con la legislación en la materia, después de que la ASF emite su informe, los entes auditados —en este caso los gobierno estatales— tienen un plazo para solventar o aclarar las observaciones.
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En el caso del panista Antonio Echevarría, gobernador de Nayarit, su talón de Aquiles está en el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF), el cual busca reforzar las finanzas de los gobiernos estatales. De 480 millones de pesos analizados por la ASF, 422.8 no fueron comprobados con solvencia, lo que equivale a 88% del total.
El priista Miguel Riquelme, mandatario de Coahuila, adolece del mismo problema, pues de 486.5 millones de pesos revisados por la ASF correspondientes al FAFEF, 256.9 millones tuvieron un destino incierto, lo que es equivalente a 52% del total.
En el caso del priista Alejandro Murat, el principal hoyo negro se encuentra en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa), bolsa que está destinada a beneficiar a aquellas personas que no tienen seguridad social. De cuatro mil 28 millones de pesos analizados por la auditoría, mil 446 presentan se gastaron de manera anómala, lo que equivale a 35.9% del total.
jcrodriguez@ejecentral.com.mx
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