El miércoles 8 de abril, los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) –cuatro a favor y uno en contra-, otorgaron un amparo para su libertad a 10 policías del DF y a un mando medio de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, todos involucrados en lo ocurrido en la discoteca New’s Divine el 20 de junio de 2008 en la Delegación Gustavo A. Madero.
Aquella tarde, la Secretaría de Seguridad Pública del DF llevó a cabo un operativo policiaco ‘para impedir la venta de bebidas alcohólicas y drogas a menores de edad’ en el ‘antro’ conocido como New’s Divine. La planeación del procedimiento policiaco falló porque se desconocía el volumen de asistentes al lugar, que en aquellos momentos de la tarde estaba a tope con jóvenes, muchos de los cuales eran menores de edad. Por entonces se habló de corrupción.
El edificio en el que se llevaban a cabo de forma frecuente las ‘tardeadas’, no contaba con las salidas de emergencia adecuadas por lo que cuando llegaron los uniformados hubo una estampida hacia la salida, que fue bloqueada. La fiscalía acusó a la policía de haber acorralado esa área de evacuación y que, por lo mismo, hubo pánico por lo que murieron asfixiadas 12 personas: 9 asistentes, dos policías auxiliares y un policía judicial.
Las imágenes que vimos de lo ocurrido ahí aun causan pavor. El movimiento de la multitud queriendo salir del lugar y la imposibilidad de hacerlo: la angustia resumida en todos ellos; el miedo y la natural necesidad de sobrevivencia llevaron a la locura… y a la muerte de doce de personas… pero también a darnos cuenta del grado de enfermedad en la que había vivido y vive el sistema de seguridad y parte del comportamiento social.
El jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard declaró que los servidores públicos que ejecutaron el operativo de verificación en el establecimiento New’s Divine “cometieron graves errores y serán los primeros en ser castigados con apego a la ley, junto con aquellos funcionarios de la delegación Gustavo A. Madero que autorizaron y permitieron el funcionamiento del antro”…
Pues ese antro se llamó originalmente Bingos, luego La Rocka, al final terminó en New’s Divine. Comenzó sus operaciones en 1995, con una licencia que luego fue renovada en 2002, durante la gestión de quien por entonces era jefe delegacional en GAM: Joel Ortega. [Claudia Bolaños, El Universal, 22-VI-2008]
La licencia número 1913 fue firmada por Andrés Lozano Lozano, quien más tarde sería diputado federal del PRD e integrante de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos. Según el documento-permiso, el negocio ubicado en la calle 303, número 186, colonia Nueva Atzacoalco, era entonces La Rocka y tenía permiso para abrir a las 12 del día y hasta las 4 de la mañana del día siguiente.
Tenía autorización para vender alcohol por más de 15 horas: “… con venta de bebidas alcohólicas a partir de las 12 horas hasta las 03.30 horas del día siguiente”. Entre ires y venires del negocio con clausuras y aperturas, la licencia le fue revalidada en 2005 y se le cambió el nombre a New’s Divine.
Una vez ocurrida la tragedia, Carlos Maya, hermano del dueño del lugar, Alfredo Maya Ortiz, quien está detenido, mostró los documentos que demuestran el aval de las autoridades delegacionales para el funcionamiento del ‘antro’, “pero evadió responder por qué se permitía la entrada de menores de hasta 13 años de edad.” (CB).
En fin, que luego de todo aquello, al poco tiempo luego del informe de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el señor Ortega fue removido del cargo, aunque como premio de consolación el entonces jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, lo envió a coordinar la campaña de Miguel Ángel Mancera para la jefatura de gobierno y luego éste mismo lo hizo director general del Sistema de Transporte Colectivo: Metro, que es hoy.
Así que, ya está: saldrán libres los policías involucrados. Han pasado más de siete años desde aquella tragedia. ¿Se aprendió la lección? ¿Se tienen los cuidados legales para evitar tragedias similares en lugares como fue New’s Divine?
… ¿Se controlan esos permisos? ¿Existen las supervisiones legales para que funcionen en términos de ley y con las medidas de seguridad que garanticen la seguridad y la vida de los asistentes?... ¿Qué opinan de la resolución los familiares de los muchachos fallecidos ahí, y de los policías auxiliares y del agente judicial…?
Pero la lección no sólo es para el Distrito Federal; también debe serlo para cada uno de los estados de la República y municipios, en los que florecen los giros ‘negros’ que se salen de control a la vista de autoridades y bajo reglas de corrupción. Los riesgos en estos casos son muchos y muchas más las responsabilidades oficiales.
¿Quién tuvo la culpa de lo ocurrido ahí ese día? ¿Nadie en la parte oficial? ¿Ya se solucionó el tema New’s Divine? ¿Y los muertos, muertos son?