Ceguera política

19 de Abril de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

Ceguera política

IDALIA

La clase política ya adoptó la estrategia de echarse la bolita y lavarse las manos; mientras, las Fuerzas Armadas cada vez están más molestas y, lo más grave, con divisiones internas que deberían preocupar al gobierno federal, y que a mediano plazo pueden significar una oportunidad en la alternancia democrática.

Los militares consideran que han sido maltratados por todos, desde los partidos políticos, legisladores y el propio gobierno federal, especialmente desde la Secretaría de Gobernación. Esto ha hecho mella en el ánimo y la unidad castrense. Los golpes son varios: comienza por la disminución de presupuesto que ya se refleja en derechos sociales, como menores facilidades para acceder a créditos para vivienda o atención hospitalaria más limitada o en la renovación de equipo operativo y táctico, por ejemplo.

Las Fuerzas Armadas se asumen como garantes de la vida institucional, y desde esa visión comenzaron a participar, hace dos décadas, en tareas de seguridad pública. El desgaste que existe sigue creciendo, no sólo por la intensidad de la agenda, sino también por la exposición a diferentes formas de riesgo, dos de ellos el de la corrupción y a ser acusados de violación a los derechos humanos.

Sumado a que no funciona el sistema de procuración de justicia que está quebrado y con la entrada del nuevo sistema de justicia esto es más evidente, de allí la frustración para los militares que detienen a presuntos delincuentes y que luego son liberados por ineficiencia de las procuradurías, algo que en diciembre el secretario de la Defensa denominó la “puerta giratoria”

Un elemento adicional, el gobierno ha vendido la idea a los ciudadanos de que al enviar soldados o marinos a las diferentes zonas en las que la violencia se incrementa, por arte de magia se revertirá. Como esto no ocurre, está comenzando a golpear la imagen de las Fuerzas Armadas entre la población que había reconocido hasta ahora su trabajo. Sólo que habría que aclarar a los ciudadanos que sin estrategia y sin voluntad de todos los niveles, por más militares que envíen a una zona servirán sólo como paliativo. De esto también los militares ven como responsable a la Secretaría de Gobernación.

Y el último punto, el más visible, la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, en la que los tiempos políticos de los partidos y del gobierno federal simplemente no juegan a favor de las Fuerzas Armadas. Debió salir el general secretario en diciembre para exigir garantías y mover un poco el interés del Congreso, pero como suele ocurrir, sólo fue simulación.

Ni Gobernación está haciendo su trabajo de cabildear con los partidos políticos, ni los legisladores logran destrabar las discusiones, en especial el PRI que juega a tener todo y no dar nada.

Las condiciones que los partidos le han impuesto a los priistas en la negociación pasan por impedir que el procurador Raúl Cervantes se convierta en automático en fiscal general; en la aprobación del mando mixto policial; en que el fiscal anticorrupción dure el mismo tiempo que el fiscal general y que sean nombrados personajes serios y con trayectoria. Pero nada se ha destrabado. Esta semana vimos como aparentemente avanzó la selección del fiscal anticorrupción, lo cierto es que está más cerca de caerse nuevamente y desecharse. Aunque el coordinador del PRI, Emilio Gamboa Patrón se comprometió con el presidente Peña en sacar la Ley de Seguridad Interior y para ello puso a trabajar a sus principales cabilderos Pablo Escudero y al panista Roberto Gil, pero ninguno de los tres pudo avanzar y todo sigue igual.

La inédita conferencia de prensa que el martes ofreció el general José Carlos Beltrán, director general de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa, y las entrevistas a distintos medios, para defender el trabajo de las Fuerzas Armadas, tuvo una primera lectura en contra de Andrés Manuel López Obrador, pero en realidad fue un llamado de unidad al interior, enarbolando la defensa de sus elementos, y también un mensaje para todos los actores que les están fallando, y no dimensionan el malestar y división interno, porque a través de esas fisuras ya se han dado acercamientos con personajes cercanos al líder de Morena ante un eventual escenario de triunfo. @Gosimai Son más de dos décadas de explorar en el periodismo desde un enfoque de seguridad nacional.