Inteligencia para proteger

18 de Abril de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

Inteligencia para proteger

@Gosimai

Todo órgano de inteligencia está pensado para ser una institución de Estado, visualizar las amenazas, impedir riesgos y generar escenarios que permitan el desarrollo y la viabilidad de todo el Estado.

Históricamente, como lo confirmarán muchos investigadores en todos los archivos que se abrirán al público de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y del Instituto de Investigaciones Políticas y Sociales en los próximos meses, es que en México no ha existido nunca un órgano civil de esa envergadura, dedicado a la seguridad nacional. Se trató siempre de oficinas al servicio de la protección de grupos de poder y los que ostentaban sexenalmente la fuerza política. Eso explica que puedan encontrarse profesores universitarios, estudiantes, empresarios, religiosos, escritores, periodistas que no tienen denominador común ideológico o de pertenencia a grupos sociales; el denominador común es que eran vistos como una amenaza para los grupos de poder a los que servían.

Los únicos momentos en que se comenzó a colocar el basamento para contar con un órgano de alta envergadura fue en los primeros años del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que corresponde a los últimos meses del gobierno de Carlos Salinas de Gortari y en toda la administración de Ernesto Zedillo. Pero justo cuando tenía que transitar de una oficina de información y análisis a una de Estado, llegaron los gobiernos del PAN y, en lugar de consolidarlo como el Mosad de Israel, el MSS chino, el M15 inglés o la CIA estadounidense lo aniquilaron al colocar personas inexpertas que sólo cambiaron de grupos de poder a los que protegían y servían, y recolectaban información para atacar. No colaboraron en el desarrollo de escenarios frente al cambio climático, ni la afectación del ecosistema; mucho menos para frenar la corrupción o generar seguridad energética y alimentaria.

El problema se agrava ahora mucho más. El Cisen, que transmutará a la Coordinación de Inteligencia, está buscando una nueva identidad. No sólo encontraron un vacío de archivos de información de interés, sino sistemas tecnológicos de vanguardia utilizados en quién sabe qué cosa, y que permiten el rastreo de teléfonos celulares y fijos, así como la intrusión en computadoras.

La revisión de los procedimientos, en análisis del personal, la reingeniería de su estructura está significando un atraso en la producción de información y análisis que permitiría al presidente Andrés Manuel López Obrador darse cuenta de que mantiene abiertos, por lo menos 10 frentes de altísimo riesgo para la estabilidad del país, porque tocan los ámbitos económico, social y político.

Algunos ejemplos de ello: el descontrol de los maestros, y de sindicatos como el de Petróleos y de Electricidad, los tres más poderosos y que pueden paralizar el país. Otro más, son los golpes al sector productivo ante la toma de decisiones equivocadas por parte de algunos miembros de su gabinete, en Pemex y en inversiones, y ante la falta de negociación con trabajadores.

Otro espacio de riesgo inminente: la falta de estrategia en cuanto a la seguridad y la confrontación con grupos criminales. En el caso del huachicol, quien no le haya advertido al Presidente que los grupos criminales se mudarán a la comisión de otros delitos que pueden afectar más directamente a la población, le está causando un daño enorme y preocupante.

Y uno más, la falta de resolución de conflictos sociales de manera real y profunda. Lo que está generando problemas a los gobernadores, quienes por cierto, no apoyan del todo al presidente.

Para que el nuevo Cisen logre recuperar el nivel de información y análisis que llegó a tener, calculan algunos, llevará más de un año. De allí deberá comenzar a trazar perfiles, escenarios y la agenda de riesgos para los próximos 12 años, y para llegar a eso se habrá llevado la mitad del sexenio.

Queda por ahora la inteligencia militar como único recurso para que López Obrador pueda ver cómo las amenazas se están convirtiendo en riesgos, y cómo éstos están creciendo, para que entonces tome decisiones informadas antes esos escenarios.