SOS, no estamos preparados

20 de Abril de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

SOS, no estamos preparados

maria idalia gomez

Comencemos por lo sencillo. Hasta ahora no se han elaborado los anuncios sobre las medidas de prevención y protección, mucho menos de atención para que la población en todo el país sepa qué hacer y cómo, frente a la amenaza potencial que representa la llegada a México del coronavirus.

Eso es lo más elemental, lo que sigue es más complejo y tampoco se ha hecho nada con una visión de plan estratégico, por ser un tema de la agenda de riesgos de Seguridad Nacional.

Los protocolos existen, pero implementarlos no es tan sencillo ni rápido. No basta con las reuniones que se están haciendo en Palacio Nacional ni la información que se difunde. Lo que aún no se tiene es la articulación de las medidas de prevención y atención para la ciudadanía.

En este momento ya deberíamos tener un mapa nacional sobre la capacidad real instalada y funcionando de hospitales públicos y privados, algo que incluye saber cuántos médicos y enfermeras están disponibles, y el equipo.

Se debe planificar quirúrgicamente qué centros darían atención a enfermos y qué regiones, considerando incluso la carga habitual de pacientes.

Lo segundo es tener todos los insumos médicos necesarios para atender el brote del virus y su potencial expansión. Para esto se debe contar ya con una proyección por región. Los gobiernos deben tener los medicamentos indicados, guantes, cubrebocas y demás equipo que requiera el personal médico y los pacientes, para atender a todos los enfermos.

También debería ya tenerse un mapa de riesgos que establezca cuáles son las zonas más vulnerables y que podrían ser las primeras en padecer el contagio en caso de que ocurra, y cómo éste podrían extenderse, planteando los peores escenarios en una visión prospectiva.

Es muy probable, consideran los expertos, que si llega el coronavirus a México lo haga por la Ciudad de México, por el norte (por la vecindad con Estados Unidos) o los aeropuertos de mayor intercambio mundial: Cancún, Monterrey o Guadalajara, por ejemplo.

Esto nos lleva a otro paso, el cerco sanitario que debió ya existir en fronteras y puntos de conexión internacional, como aeropuertos y autobuses. La revisión de pasajeros, el monitoreo para elaborar reportes y la difusión de información es muy importante para generar conciencia y medidas de contención oportunas. Por ejemplo, en este momento especial atención debería ponerse al tráfico de especies, porque pueden ser un foco de infección.

Estas medidas debe encabezarlas el gobierno federal, pero junto con todos los gobiernos de los estados. Sólo con la coordinación de los tres niveles de gobierno podrán establecerse, por ejemplo, qué espacios físicos tienen las características necesarias para destinarse, por región, a un periodo de cuarentena, si fuera necesario.

Al mismo tiempo, definir el plan de cierre de ciudades o zonas que presenten el coronavirus, para controlar el contagio. Esto en caso extremo.

Como parte de las medidas extraordinarias por ser un tema de Seguridad Nacional, en este momento deberían existir números telefónicos de orientación, brigadas médicas de atención domiciliaria y recorridos en escuelas para acercar información útil y veraz sobre prevención y atención del coronavirus.

Los recursos económicos extraordinarios que se necesitarán en caso de un despliegue de salud en el país debieran ya proyectarse. En este momento debemos contar ya con una prospectiva de lo que puede pasar económicamente con la parálisis que ya se está dando en el mundo; así como las pérdidas económicas que podrían presentarse ante una posible inmovilidad económica en alguna regiones del país por varios días.

El 24 de febrero, la Organización Mundial de la Salud alertó que el mundo debe prepararse ante una eventual pandemia. En otros países, ante la falta de información, se ha desatado el miedo y paranoia; también se han reportado más muertes por una falta de información adecuada y limitada barrera de contención.

Ninguno de estos puntos ha implementado el gobierno federal ni los gobiernos locales. Existe la remota posibilidad de que no llegue el virus a México, pero si llega y no estamos preparados ante un estado de vulnerabilidad, mayor es el riesgo de que el escenario se convierta muy pronto en crítico.

Plantear desde ahora posibles escenarios de crisis y definir qué actores desde el gobierno están preparados y deben atenderla sería lo mínimo que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador debería tener y comenzar a implementar con todos los gobiernos y la participación de la población.