Un año crítico

24 de Abril de 2024

María Idalia Gómez
María Idalia Gómez

Un año crítico

idalia gomez

La Agenda Nacional de Riesgos es un material prospectivo que elaboran las oficinas de Seguridad Nacional para prevenir o atender cualquier escenario que, a corto o largo plazo hasta 20 años, coloque a un país en condiciones de vulnerabilidad para su estabilidad o desarrollo, y se revisa cómo avanzan y si las políticas públicas, los recursos y estrategias que se van implementando funcionan para impedir que estos riesgos se conviertan en una realidad inevitable. Estos esquemas prospectivos los elaboran en México las Fuerzas Armadas y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional. Aunque lo debieran hacer también todas las instituciones públicas de acuerdo a sus responsabilidades, como por ejemplo el sector salud, el alimentario, el económico, el de seguridad pública, el social y el político para que a partir de sus diagnósticos se alimente esta gran agenda nacional que permita atender a tiempo y con una visión transexenal estas condiciones, pero no la mayoría no lo hacen. Como parte de esta atención a riesgos desde la visión de Seguridad Nacional, en cada último año de gobierno los especialistas federales elaboran una agenda prácticamente electoral, en la que colocan todos los escenarios de riesgo en los ámbitos político, social y económico que podían generarse en este periodo, que legalmente inicia el próximo 8 de septiembre, por la inestabilidad que provocan las contieandas políticas. Los escenarios que han elaborado estas oficinas, en todos, se colocaron alertas que muestran situaciones que podrían convertirse en críticas y que podrían generarse desde ahora y hasta el cambio de poderes en 2018. En uno de los documentos, por ejemplo, se plantea la necesidad de contar con un perfil de los personajes más importantes que pelearán por algún cargo público municipal, federal y estatal, esto porque existe la posibilidad de que poderes fácticos estén impulsando un número nunca antes visto de carreras políticas, y con ello minar las instituciones desde su interior. Y es que, salvo dos estados, todo el territorio nacional vivirá algún proceso electoral sea estatal o municipal. Estarán en juego el primero de julio de 2018, la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión, nueve gubernaturas, diputados locales y presidentes municipales, lo que suma en total tres mil 326 cargos en disputa, lo que le convierte en las votaciones más grandes de la historia de México. Este número hace prácticamente imposible detectar la intrusión de estos poderes fácticos, entre los que hay que considerar a integrantes del crimen organizado y grupos de presión con agenda e intereses económicos propios, por ejemplo. Pero las alertas son varias más. A las áreas de Seguridad Nacional, les preocupan otros escenarios igual de riesgosos. Ubican por lo menos 30% de municipios con elementos serios de ingobernabilidad que pudieran amplificarse y agravarse en este año electoral, y provocar mayor violencia e inestabilidad económica y social en los estados donde se ubican, tal es el caso de Veracruz, Tabasco, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Coahuila, Zacatecas, Chihuahua, Tamaulipas y Sonora, por ejemplo. Se plantea que en esas zonas la debilidad de las instituciones y la carencia de un plan enérgico e integral para la seguridad y el desarrollo, los convierte en focos rojos. Los especialistas también colocan como un escenario de alto riesgo la falta de acuerdos políticos que permitan dirimir controversias de forma pacífica, así como la desconfianza y la debilidad institucional de áreas estratégicas como las autoridades electorales, los partidos políticos, la Secretaría de Gobernación y las corporaciones vinculadas a la seguridad y justicia, estas últimas como espacios de contención. A esto hay que sumar una economía débil frente al flujo de recursos que existirá, ante el gasto electoral que estará disponible y que supera 12 mil millones de pesos para los partidos políticos, lo que no necesariamente moverá la economía, sino más bien la disponibilidad abre la puerta a la mezcla de recursos que buscan ser lavados por parte de las organizaciones criminales nacionales e internacionales, y que aprovechan en los diferentes países estos escenarios. El país está “muy suelto”, es común escuchar entre los especialistas, y las instituciones políticas, de gobierno y sociales, que podrían dar cauce a este año electoral para que sea pacífico y claramente democrático, navegan entre la falta de credibilidad, la ineficacia, los intereses de grupo y la corrupción, de allí que la agenda de riesgos se presente como crítica para este año.