MARÍA IDALIA GÓMEZ | @gosimai
El plazo para que la empresa Oceanografía logre negociar la deuda por 14 mil 394 millones de pesos con sus 204 acreedores vence a mediados de abril, y hasta ahora ha logrado establecer convenios con casi 40% de ellos, por lo que intensifica las negociaciones para lograr rescatar a la naviera, informaron fuentes cercanas al caso.
Ayer el director general del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Héctor Orozco Fernández, explicó a diputados sobre la intervención administrativa que sostiene el gobierno a través del organismo y explicó que en las últimas tres semanas se logró liquidar a 4 mil trabajadores de sus trabajadores.
Por ahora sólo mantiene en nómina Oceanografía cerca de mil 500 empleados, explicó el funcionario, de los más de 11 mil que llegó a reportar antes de 2013, cuando mantenía más de una decena de contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex).
El funcionario que debía haberse presentado a finales del año pasado, apenas lo hizo hoy, ante la Comisión que investigaba el caso de Oceanografía, pero que prácticamente es un fantasma, pues se decretó su desaparición para ahorrar recursos en la Legislatura.
Orozco Fernández detalló que la naviera no tiene posibilidades de participar en alguna licitación, y subrayó que “desde el momento en que se aseguró a esa empresa no se ha celebrado un solo contrato con Pemex”, a pesar de que se buscó integrarla como lo había ordenado el juez, para poder rescatarla financieramente, pero no se consiguió.
“A pesar de que hoy el juez ha determinado provisionalmente que la inhabilitación queda suspendida, la realidad es que las condiciones de la empresa, financieras y fiscales, no le permiten reunir los requisitos que Pemex le exige a sus proveedores”, añadió.
El titular del SAE comentó que la situación financiera de la empresa aún es crítica, porque no tiene contratos, los barcos se mantienen sin trabajo y e incluso adeudaba tres meses de sueldo a algunos de sus trabajadores, por lo que “el futuro de la empresa está francamente comprometido” porque 95% de sus recursos provienen de contratos sostenidos con Pemex.
Fuentes consultadas explicaron que el ofrecimiento a acreedores que han firmado los convenios es ofrecerles convertirlos en accionistas y que pongan a trabajar los barcos que posee la naviera, que son de gran calado y por ello importantes para Pemex.
El barco Osa Goliat, que logró salir de las aguas territoriales mexicanas, aún se encuentra en el Caribe y la tripulación permanece a bordo sin poder ejecutar algún trabajo a pesar de ser prácticamente único en su tipo en cuanto a capacidad y operatividad.