La corbata de Filiberto, que dicho sea de paso, es un obsequio del intercambio de diciembre en la oficina, es un muestrario de salsas taqueras. El regalo ya no puede con los manchones de salsa y manteca que diariamente escurren por la mano regordeta de Filiberto. La corbata ya no tiene remedio, pero el Fili a veces ignora las manchas o trata de ocultarlas con el ajustado traje que lucha contra la barriga.
Como quiera, el Fili anda con la corbata de fuera como si no tuviera manchón alguno. El tema recurrente de Filiberto y sus compañeros de oficina a la hora del taco de banqueta en el Periférico es el robo descarado de los políticos. Él y sus compañeros contadores siempre realizan estimaciones del desfalco público.
Para comer tacos, Filiberto se inclina mucho hacia el puesto. “Míralo”, me dijo Manolo Chicho sosteniendo el plato de plástico rojo con un papelito. “Parece político, cuidando no escurrir de más mugre al atasque que trae colgado”.
Manuel Chicho recordó que recientemente el líder del PRI, durante la sesión 61 del Consejo Político Nacional, dijo muy exaltado que nunca permitirá que la corrupción manchara ese partido. “Pero las manchas se acumulan, como en Veracruz”, dijo Chicho. Sumaron las cuentas que sacó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por “daño patrimonial” en 15 mil 772 millones de pesos y agregaron dos años más de meter la cochina mano en el dinero de la gente.
La corrupta mancha veracruzana supera 35 mil millones de pesos. Los auditores de la Federación reportaron en la investigación de 2015, faltantes o irregularidades en el gasto del dinero público, por 165 mil millones de pesos. Parte de esa montaña de dinero faltante, es consecuencia de un enredo burocrático que, como dicen los políticos, se puede “solventar”. Pero la mayoría de los casos esta más mugrosa que la corbata de Filiberto.
“Son millones que van de mano en mano en contratos, padrones de gasto social presupuestos transferidos a estados y municipios que nunca llegan completos”, nos comenta Manuel Chicho entre tacos y agua de piña.
Según la ASF, hay un “saldo histórico” de 216 mil 456 millones de pesos que nunca se supo donde quedaron, ni quien se lo llevó y nada más. Se quedó ahí como una profunda mancha de corrupción.
Con todo, los partidos saldrán de nuevo a pedir el voto con la cara manchada.
La ASF interpuso 270 denuncias penales ante la PGR en los últimos 16 años.
Al menos 96% de las denuncias corresponden a irregularidades en el gobierno actual, correspondiente a las revisiones entre 2014 y 2016. Filiberto toma con cuidado un trocito de cuerito con salsa, aferrado a la corbata.
Estaba a punto de tirarlo, pero decide comerse la evidencia, mientras desafía a sus compañeros. “¿A ver güey, quién se puede chingar tantos millones así nada más?” Manuel Chicho le recuerda que hay millonarias recompensas e investigaciones por corrupción en la Procuraduría General de la República en 17 estados del país. Por el exgobernador priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington, ofrecen 15 millones de pesos.
Por el veracruzano Javier Duarte ofrecen otros 15 millones de pesos.
El de Nuevo León, Rodrigo Medina, entró y salió del penal de Topo Chico y sigue la investigación. La lista sigue en Durango, Tamaulipas, Sonora, Quintana Roo, Chihuahua y lo que se acumule cuando entre la nueva ronda de funcionarios este año, después de las elecciones.
Filiberto apretó la boca de lado y buscó algunos billetes en el saco para pagar los tacos. Guardó silencio viendo monedas en la caja metálica del taquero.
Manuel Chicho le adelantó la indigestión recordándole que este año, además del costo de la corrupción, pagaremos casi cuatro mil millones de pesos por las eleciones en el Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz.
@Javier_Alatorre
Conductor del noticiario estelar de Televisión Azteca.