Toña amaneció con palpitaciones. No le ha tocado nada todavía en la campaña política de este año y el cuarto en el que habita con sus hijas amaneció más miserable que ayer. Aún no llegan las lluvias, pero el hedor en toda su calle es insoportable.
Espera que las campañas electorales de este año se lleven la pestilencia.
Hace 15 días le pidieron la credencial de elector y la firma de papeles a cambio de conectarle al drenaje.
“Eso nos dicen desde hace dos años, y que ahora sí lo ponen. El domingo llegó una señora que nos pidió la credencial, más 900 pesos para el drenaje. Como quiera, en el municipio serían dos mil 500 por casa.
Toña me platica mientras arroja a las puertas de la vivienda el agua apestosa de una hielerita en la que mantiene algunos alimentos todavía con hielo.
“Así nos dijeron de la luz en las competencias de antes (la elección anterior). Nos pedían dos mil pesos y la credencial, pero no conectaron nada.
Ahora ya tenemos la luz, la puso la compañía y me llega el recibo que quiero pagar, pero lo dejo para luego”. De una cajita gastada y con mugre, con fotos de sus hijas, Toña sacó una de las tarjetas rojas que le dieron en la campaña anterior para gobernador del Estado de México. La tarjeta esta muy deteriorada, pero al frente dice: “La efectiva. Piensa en grande con La Efectiva. Piensa en grande y conoce los programas que con tu apoyo haremos realidad.
Eruviel gobernador”. Antonia acomoda con cuidado las tarjetas rojas en la cajita. “Estas me las dieron en la otra competencia (elecciones), pero nunca les pusieron dinero”. Sobre las tarjetas rojas dejó una, la más valiosa. “Hace 15 días me dieron esta, pero dicen que tendrá dinero hasta que gane el candidato”.
El lunes de arranque de las campañas, Toña corría de un lado a otro en la calle polvorienta con un trapo floreado en la cabeza para cubrir los efectos de la quimioterapia. Buscaba al “pipero” que ese día le dejó 11 tambos de agua en un tanque a cambio de 50 pesos. “Con esos tambos alcanza para la semana”. Las campañas siguen su paso aburrido en el Estado de México sin cambiar nada en la vida de Antonia y sus hijas. “Todavía no dan nada. Ni ponen cartulinas en los postes para ir a las marchas o para apoyar. Tampoco han puesto las bocinas que suenan fuerte”.
Antonia reunió el dinero suficiente para ir con una de sus hijas durante los “Días Santos” a San Francisco del Mar en Oaxaca, pero decidió quedarse con sus vecinas esperando que los llamen a “junta” en Toluca, en el centro de Ixtapaluca o donde se pueda para recibir los “apoyos” de los contendientes al gobierno del estado. Algo le tocará a Toña de cuatro mil millones de pesos que gastarán los partidos en las elecciones de cuatro estados. Aunque el siempre misterioso y millonario gasto que no se reporta y pocos saben en manos de quién queda. Los partidos políticos y toda la estructura electoral recibirán este año casi 30 mil millones de pesos. Antonia espera recibir mucho más que una despensa y una tarjeta roja de promesas. Sigue esperando en Toluca o en San Francisco del Mar.
@Javier_Alatorre Conductor del noticiario estelar de Televisión Azteca.