David (El Deivid) pasó la mañana del martes sentado con los brazos cruzados sobre la panza notoriamente más hinchada y con los labios más secos que de costumbre. “Me estoy muriendo güey, la agarré todo el puente”, me dijo mientras se rascaba el pelo ralito de la nuca. Se quedó sentado en los vestidores del club deportivo donde pensó encontrar alivio a la tormentosa cruda. Dos compañeros del deshidratado se sentaron a su lado para reclamarle la borrachera y el papelazo en la boda dominguera del hijo de Moisés.
El Deivid cerró los ojos y se acurrucó de lado en el sofá. “Pena robar y que te cachen, como al güey que se chingó el jerséi de Brady”, dijo entre palpitaciones. El sufrimiento era notorio.
“¿Y tú, qué te has robado?”, le pregunté a El Deivid, “Creo que nada”, dijo tallándose la cara con las manos. “No lo sé, no me acuerdo”.
“Entonces robaste poquito, como el Layín”, le dije, y sólo movió la cabeza con un gesto negativo.
Entre el chacoteo y la vergüenza, el robo del jerséi (jersey) por parte de Mauricio Ortega en la final del Súper Bowl, abona a la historia del crimen en México.
En la memoria están los gobernadores y dos mil 440 presidentes municipales del país, con robos como el de Layín, el alcalde de San Blas que, entre risotadas, dijo que robó poquito del dinero de la gente. Ahora, la Auditoría Superior de Nayarit lo investiga por operaciones irregulares por 225 millones de pesos.
La Auditoría Superior de la Federación ya encontró dos mil de los 165 mil millones que se le perdieron misteriosamente al gobierno y apenas están revisando en ejercicio de 2015.
El Deivid abrió un ojo cuando le comenté que también hay ciudadanos que roban diariamente. El gasolinazo de principios de año desató saqueos en 423 tiendas del país. El 40 por ciento de los saqueos se concentró en el Estado de México, con robos en 170 tiendas, según datos de la ANTAD. Las pérdidas siguieron en 20 mil negocios que cerraron sus puertas en los días posteriores al gasolinazo por temor a los saqueos.
Para los comerciantes de Tamaulipas el asunto no es chacoteo, la Canaco denunció que en las últimas semanas los asaltos se han disparado y son más violentos en las carreteras y pequeños negocios.
En el abandonado Coatzacoalcos ya no queda mucho que hurtar. 200 pequeños negocios han cerrado sus puertas por los asaltos, secuestros y extorsiones. También la Canaco dice que en Campeche y Veracruz se han perdido 150 mil fuentes de empleo. Es la misma región donde el gobierno federal anuncia, cada que se acuerda, que hay un plan para atraer inversiones para las Zonas Económicas Especiales.
Entre el primer y el segundo jerséi robado por Ortega a Tom Brady, la lista de atracos en México es larga.
Duarte se llevó 35 mil millones de pesos. Borge se fregó unos terrenos, los exgobernadores de Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Durango también se llevaron el dinero. A 30 mil mexicanos les robaron su identidad (INAI).
Los partidos se roban urnas, votos y elecciones. A la mariposa monarca le robaron el bosque en Michoacán. 493 funcionarios de la Sedesol se robaron 19 millones de pesos de apoyos para los viejitos. Millones del dinero de la Cruzada contra el Hambre se lo llevaron desde antes de que Ortega entrara a los vestidores en el Súper Bowl XLIX buscando el jerséi sudado.
El Daivid se incorporó como pudo, me miró con los ojos inyectados y, moviendo ligeramente la cabeza, me dijo. “Entonces está muy cabrón”.
@Javier_Alatorre Conductor del noticiario estelar de Televisión Azteca.