Los focos rojos de violencia en la administración de Andrés Manuel López Obrador no sólo se han mantenido, sino que otros se encendieron en los primeros cuatro meses de su gobierno.
El asesinato de 13 personas, incluyendo un menor de apenas un año, en una fiesta en Minatitlán, Veracruz, el pasado viernes 19 de abril, puso los reflectores sobre Veracruz, cuyas condiciones de seguridad se han ido deteriorando gradualmente en los últimos años, y sólo en el primer cuatrimestre de esta administración las muertes violentas han crecido casi 40 por ciento. López Obrador se fijó un plazo de seis meses para revertir estas cifras en una entidad donde la disputa por el territorio entre grupos criminales ha detonado la inseguridad.
Focos se apagan, otros se encienden
Los casos más emblemáticos en ese lapso están en Nuevo León con un aumento de 103.87% en la cantidad de víctimas de homicidio intencional, seguido de Quintana Roo con 71.79% más; Tabasco con un alza de 69.60%, Sonora y Jalisco con incrementos de 46.05 y 44.57%, respectivamente.
A nivel nacional el primer trimestre de este año, comparado con cifras del mismo periodo de 2018, tuvo un aumento de 9.58% en la cantidad de personas asesinadas. La misma medición fue superada en el primer cuatrimestre del actual gobierno, pues en diciembre pasado hubo dos mil 879 víctimas de homicidio doloso en el país; para el cierre de marzo dicha cifra se disparó en cuatro mil 466 asesinatos, es decir, un aumento de más de 55 por ciento.
Los incrementos más marcados en cuanto al nivel de violencia medido a partir del número de muertes intencionales en los primeros cuatro meses del gobierno lopezobradorista se han focalizado en estados donde históricamente, como el caso de Veracruz, se han generado condiciones en las que la actuación o disputa de grupos delictivos por los territorios se ha dado de forma más beligerante.
Las cifras de enero a marzo dan cuenta de aumentos, algunos significativos, en entidades donde no había aumentos notables: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Colima, Hidalgo; San Luis Potosí, Tabasco y Tlaxcala.
Los robos, imparables
Otro de los indicadores corresponde a las cifras de robos por carpetas de investigación, las cuales reflejan incrementos del 28% en el país. En algunas entidades el crecimiento es mayor que la media nacional, como el caso de Quintana Roo, donde los expedientes de robos superaron 37% en el primer trimestre del año.
Entidades en donde los delitos se habían contenido, el robo se está disparando, como es el caso de Hidalgo, San Luis Potosí y Yucatán, donde el número de investigaciones por hurtos en cada estado sobrepasó el 20% de lo registrado de enero a marzo del año pasado. En las dos primeras entidades, cabe recordar, el combate al robo de combustible comenzó desde diciembre y, en algunos casos, han reconocido las autoridades, los huachicoleros se han desplazado a otros ilícitos.
Para el titular del Ejecutivo el cambio de paradigma en el ámbito de seguridad con respecto a los anteriores gobiernos garantizara la disminución de la violencia, y que el principal enemigo a vencer es la corrupción.
“En el tema de la inseguridad y de la violencia vamos a lograr que disminuya, así como lo hicimos en este caso (estrategia contra el robo de hidrocarburos), nada más estamos esperando que avancen más, que penetren más los programas sociales para dejar sin bases a las bandas, quitarles a los jóvenes y hablar mucho con los jóvenes (…) Al mismo tiempo, ya vamos a tener la Guardia Nacional, que nos hace falta. Vamos a que haya presencia de Guardia Nacional en todo el territorio y cuando esto esté funcionando vamos a disminuir la incidencia delictiva. Estoy seguro de que vamos a obtener buenos resultados”, reiteró el mandatario en conferencia matutina del pasado martes. NM