Se acortan los tiempos para el cambio en varios gobiernos estatales y municipales, sin que se vea mucha claridad en sus planteamientos, la mayoría apuestan a la gestión, a la petición de recursos pocos a la revisión de su política fiscal. Algunas entidades prácticamente quebradas, requieren del auxilio de recursos federales para saldar los déficits que heredan como el del FAEB, para pagar los pasivos contingentes de los gobiernos de ambos ordenes de gobierno que se van, particularmente las deudas con proveedores locales, quienes están preocupados y enojados por su situación.
Es el costo de querer hacer cosas que no pueden pagar. Los nuevos presidentes entrarán con la angustia de no tener recursos para pagar los aguinaldos, los secretarios de finanzas saben que recibirán las peticiones de auxilio de los presidentes municipales, cuyos antecesores no hicieron ninguna previsión presupuestal para el fin de ello, a pesar de que en las secretarias de finanzas se les advierte y aconseja que tienen que prever los recursos para cumplir con sus obligaciones de fin de año y con los deudas que tengan con los proveedores locales. Pero no lo hacen y el destino fatal, de cada fin de año, los agarra sin recursos y en el caso de los casi mil que cambian, sin tener muy clara su situación presupuestal.
La dependencia municipal de las transferencias es inferior a la estatal, alrededor del 65 por ciento, porque a pesar de la atonía recaudatoria del predial, los ingresos propios de los municipios, pesan más en sus presupuestos que en el caso de los estatales.
Las participaciones para el próximo año no crecerán presupuestalmente, y si el presupuesto federal tampoco lo hace como ya se anunció, sus recursos disponibles serán restringidos.
Entonces deberán cobrar mejor los impuestos y derechos municipales, particularmente el predial, cuyo potencial recaudatorio es alto. Son muchos los municipios que no han firmado para que los estados cobren el predial, lo que de hecho es quitarles la potestad constitucional, entonces deberán aplicarse en su cobro. Además de gastar mejor.
Tienen conciencia de lo anterior muchos presidentes municipales, y sus organizaciones. Estos hacen un gran esfuerzo para recaudar el impuesto predial, aunque aun hay dependencias federales que no lo pagan, alegando que no tienen presupuesto, incluso hay organismos autónomos, que alegan que la Ley los protege.