Palabras del Secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid Cordero, durante la ceremonia de entrega recepción del facsimil de la Consitución

25 de Abril de 2024

Palabras del Secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid Cordero, durante la ceremonia de entrega recepción del facsimil de la Consitución

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"Al incorporarnos al proceso de globalización, fuimos capaces de reinventarnos", dijo De la Madrid

C6-2ZjOXAAAYAN_ Muy buenas tardes tengan todos ustedes. Antes que nada una disculpa muy sentida por haber llegado tarde, tuve otros compromisos antes que me atrasaron y les ofrezco una disculpa muy sentida por haber llegado más tarde. Les envío también un saludo muy afectuoso de parte del Presidente de la República que sabe que estamos aquí, que sabe que estamos cumpliendo una encomienda, no solamente la entrega del facsímil, muy importante, sino además la de ser el enlace, el contacto con el Gobierno de Campeche. Una tarea que mucho me honra, que mucho me distingue y por eso ya prácticamente ya estamos pidiendo la residencia aquí, en la entidad, y muchas gracias por permitirnos estar aquí. Tan solo esta semana creo que nos veremos tres veces con el Gobernador; estuvimos hace un par de días en la Ciudad de México en Punto México, precisamente acogiendo lo que es la exposición de Campeche, una exposición extraordinaria, donde ya también tenemos fuera de las oficinas las letras preciosas del Estado. Estamos hoy, aquí, entregando el facsímil de la Constitución y estaremos aquí también el sábado para festejar el aniversario de la expropiación petrolera, así que como verán, lo de las visitas al Estado sí es de verdad y me da muchísimo gusto saber que estaré aquí otra vez. Saludo a mi amigo, el gobernador Alejandro Moreno, a mi amigo Alito. Muchas gracias, como siempre por tu hospitalidad, por tu gentileza y sobre todo, por ese enorme ánimo y extraordinaria capacidad de gestoría. Ya le estoy también diciendo al Gobernador que cuando tenga yo que hacer una negociación presupuestal, también pediré tus servicios para poder lograr… Un Gobernador que gestiona, un Gobernador que está en la Federación, que está obviamente contando con el apoyo de su amigo, el Presidente de la República, pero que también va haciendo amigos en todos los demás, porque al final del día lo que nos une, como dice el Gobernador, nos une el bienestar de Campeche y nos une, sobre todo, también, el bienestar de nuestro país. Entonces, sigues contando y contarán todos ustedes con nuestra solidaridad, nuestro apoyo y también espero que sea en sentido contrario, recíproco, cuando lo necesitemos, Alito. Saludo a Ramón Martín Méndez, el presidente de la Junta de Gobierno y Administración del Congreso del Estado; también, al Licenciado Carlos Felipe Ortega, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia; al Presidente Municipal de Campeche; a las autoridades civiles, militares, navales; a los magistrados, a los legisladores, a los presidentes municipales presentes; a los medios de comunicación y a todos ustedes. Muy buenas tardes. El 5 de febrero de 1917 un grupo de visionarios mexicanos formuló la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el texto funcional del México moderno que hoy somos. Nuestra Constitución es heredera de la de 1857, en donde se estableció, en ese entonces, la forma de gobierno, una República Federal, Democrática y Representativa pero al mismo tiempo que también se delimitaron las funciones del Estado Mexicano, sobre todo, se protegieron los derechos individuales de los ciudadanos. Fue tarea ya después, en 1917, donde se incorporaron los diferentes reclamos, las aspiraciones que surgían en todas partes, en el México de ese entonces; y se reconocieron las garantías sociales de los mexicanos como son, por ejemplo, el derecho a la educación, a la salud, la propiedad social y también los derechos laborales. Y es en los constituyentes del 17, porque eran luchadores sociales, eran combatientes; eran obreros, campesinos, periodistas, médicos, maestros y todos ellos con una amplia conciencia de las necesidades de nuestro país.

Ciudadanos de Campeche como por ejemplo Juan Zurbarán o Herminio Pérez Abreu, miembros del Congreso Constituyente de 1917, imaginaron a un país diferente y compartieron la gran responsabilidad de plasmar cada artículo de esta Constitución. Y al plasmar nuestros valores y las aspiraciones, la Constitución es, sin lugar a dudas, nuestro proyecto de nación, es nuestro programa, es nuestra ruta.

Y esta Constitución, además, fue la primera en el mundo en establecer los derechos sociales, aportación que después fue incorporada a las Constituciones, por ejemplo, en ese entonces, de Rusia o de Alemania; y que con el tiempo se convertiría en un referente en las organizaciones internacionales y en muchas otras Constituciones del mundo. En los últimos 100 años, México para honrar precisamente la memoria de estos constituyentes e impulsar los valores, ha dado un seguimiento a la Constitución y gracias a ese esfuerzo, es que las generaciones enteras de mexicanos han transformado nuestro país. De un país básicamente analfabeta, hemos transitado a uno con una cobertura de educación básica completa; de una población eminentemente rural, hoy más del 80% de los mexicanos vivimos en ciudades; de un país cuyas condiciones de vida generaban una expectativa de vida de tan sólo 34 años, hoy hemos alcanzado 76; de un país sin un sistema de seguridad social y de salud pública, hoy contamos con sistemas que atienden a millones de familias beneficiarias. De un país prácticamente incomunicado, hoy contamos con una red muy amplia de aeropuertos internacionales, 63; 68 puertos, 27 mil kilómetros de vías férreas y 390 mil kilómetros de autopistas y carreteras que conectan a todo el país. El paisaje político también ha cambiado. Dejamos atrás, en ese entonces, una dictadura y una historia recurrente de violencia política para convertirnos en una democracia plural, vibrante y en constante mejora. Esto último ha sido resultado, en gran medida, de las importantes reformas implementadas a lo largo de la historia de la Constitución. Qué decir, por ejemplo, en 1953, en la que se reconoció el derecho a voto de las mujeres; o la reforma de 1977, la reforma política que incorporó a los diputados de representación proporcional para darle voz, en el Congreso federal, a las minorías. Hoy en día somos una democracia consolidada, en la cual por más de 88 años hemos llevado a cabo la transmisión del poder de manera pacífica y ordenada. Y de la misma forma, la búsqueda por materializar los valores consagrados en la Constitución, de justicia, de igualdad, de equidad, es lo que ha inspirado nuestro nuevo modelo económico y los cambios que hemos implementado. Ante una crisis económica que amenazó con desestabilizar a nuestro país en los años 80’s, también se introdujeron cambios en la Constitución para establecer la rectoría económica del Estado y también ahí, para definir y dar certeza y seguridad a la participación del sector privado en la economía. De esta forma, México emprendió cambios profundos en su modelo económico con el único fin de lograr, por esa vía, mejores condiciones de vida para todos los mexicanos. Al incorporarnos al proceso de globalización, fuimos capaces de reinventarnos, de salir adelante a pesar del enorme reto que enfrentábamos y al mismo tiempo, trazamos un rumbo nuevo y un nuevo modelo de país. La apertura comercial y la celebración de acuerdos de libre comercio que nos permitió entrar a esos mercados, representó una oportunidad y al mismo tiempo un enorme desafío que puso a prueba nuestra capacidad para competir. En este proceso, hemos sido exitosos. México no le teme a la competencia, transitamos exitosamente de una economía cerrada, altamente dependiente de un sólo recurso, a una de las economías más abiertas y más competitivas a nivel internacional. Destaca en ello una red de más de 14 tratados internacionales, con 46 países, dentro de ellos muy destacadamente el TLCAN con los Estados Unidos y Canadá, que nos ha permitido quintuplicar el comercio entre México, por ejemplo, y los Estados Unidos. Gracias a esa apertura hemos desarrollado una industria manufacturera fuerte, que habla de nuestra capacidad tecnológica, de la habilidad también de nuestra mano de obra y de la diversificación de nuestras actividades productivas. Es una realidad muy diferente a la que teníamos apenas hace tres décadas, en las que el petróleo representaba el 70% de nuestras exportaciones y representaba también el 70% de los ingresos públicos a nivel federal. Hoy en día, recordar que el petróleo representa solamente el 6% de las exportaciones contra el 70, y el 18% de los ingresos públicos contra el 70 de hace apenas tres décadas. En suma, hoy somos una economía diversificada y balanceada; el cuarto exportador de automóviles a nivel mundial; el primero, por ejemplo, en televisiones de pantalla plana; y el tercer exportador de servicios de tecnología de la información; el cuarto exportador de computadoras y sexto exportador de celulares a nivel mundial. En este México globalizado, por supuesto, resalta nuestro turismo. Uno de los sectores más grandes e importantes de nuestra economía, 8.7 del PIB, 77% de las exportaciones de servicios de nuestro país y más de 9 millones de mexicanos y de mexicanas que trabajamos vinculados al turismo. De esta forma, se ha consolidado como la economía número catorce o la onceava, si se toma en cuenta el poder de compra; y los especialistas coinciden en que en los próximos años México estará dentro de las 10 economías más grandes del mundo. No obstante estos logros, debemos reconocer que aún persisten en el país problemas con un nivel de pobreza alto, que alcanza prácticamente a la mitad de la población; un crecimiento económico insuficiente y el rezago en varias zonas de nuestro país. Pero aquí hay que reconocer que aquellos Estados o regiones que están más conectadas con el mundo, aquellos que se han incorporado al proceso global de producción, aquellos que están incorporados también al turismo, son los que están logrando mayores beneficios para sus habitantes. En los últimos cinco años, 20 entidades federativas han crecido más que el promedio nacional y los 10 Estados con el mayor crecimiento están precisamente vinculados a la integración con el mundo. Las entidades que han crecido por debajo del promedio, han sido aquellas que no han logrado incluirse o adaptarse dentro de esta globalidad. Para enfrentar esta situación es que desde el inicio de su gobierno, el Presidente Peña Nieto dio inicio a un proceso histórico de reformas también constitucionales, orientadas precisamente a generar condiciones para incorporar a amplios sectores económicos de la población, los que se han rezagado pero también, sobre todo, para acelerar el ritmo de crecimiento de nuestra economía. Los cambios que implica la reforma son profundos, por ejemplo, una reforma en la competencia económica para que los mexicanos podamos acceder a más y mejores servicios a precios más bajos; una reforma financiera para también acceder a más crédito a precios más competitivos; o también, por ejemplo, una reforma educativa para que tengamos mejores maestros pero para que, también, los maestros tengan mejores condiciones para poder educar en nuestro país; una reforma en telecomunicaciones para incrementar los servicios a precios más bajos o una reforma energética para dotar a México de energía suficiente a precios más competitivos. Y en el ámbito de la política, una reforma para tener una sociedad más participativa, con procesos electorales cada vez más transparentes. Estas reformas representan el cimiento de un nuevo y mayor impulso al progreso de nuestra nación, que acelera la inclusión de todos los mexicanos. La reforma energética, y lo veníamos platicando con el Gobernador, representa una enorme oportunidad, y lo volverá a ser, para el Estado de Campeche. Pero una vez que esos precios más altos y esas nuevas inversiones lleguen, también se encontrarán con un Campeche y con una economía más diversificada y dentro de esos sectores más fuertes y renovados, precisamente el sector turístico. Como lo ha dicho el Presidente Peña Nieto, todos los avances que hemos logrado en los últimos años, retoman el espíritu de la Constitución de 1917; hacer de la norma un instrumento para mejorar la vida diaria de los mexicanos o como aquí se ha comentado, hacerla siempre letra viva. De esta forma, a lo largo de 100 años la constitución ha reflejado los tiempos de México y las demandas de los ciudadanos en cada una de esas épocas. Hoy contamos, como diría Héctor Aguilar Camín… “Algunos critican que es una Constitución con muchas reformas y muchos cambios, esos son a los que les gustan las formas pero lo importante es que es más democrática, es más liberal, es más internacionalista y es más garantista la Constitución que tenemos hoy en día”. No cabe duda que México ha sido exitoso en adaptarse y emprender los nuevos cambios para alcanzar ese país desarrollado al que todos aspiramos. Hoy en día, nuestro país enfrenta otra vez nuevos retos. Uno que viene, en esta ocasión, del exterior. Nuestros logros, nuestra transformación y esos sectores donde somos más competitivos, hoy se encuentran amenazados, tal es el caso, por ejemplo, del sector automotriz, el manufacturero o, en general, del sector de exportación. De ese tamaño es el reto que enfrentamos los mexicanos de esta generación. Sin embargo, para nosotros la meta sigue siendo clara, queremos ser un país desarrollado en esta generación; y para eso, lo que hay que ajustar es la estrategia. Ahora es importante aprovechar, precisamente, ese entorno adverso o de reto, como una gran oportunidad para cambiar y seguir transformando al país, como nos ha convocado el Presidente de la República y no preocuparnos de los muros del exterior sino más bien seguir derribando muros internos: el muro, por ejemplo, los muros de la desigualdad; el muro de la inseguridad, el muro de la corrupción, el muro de la falta de productividad. Por eso los poderes constituidos, la sociedad en su conjunto, tenemos, todos, la obligación de formar mejores instituciones, de impulsar mejores gobierno, de implementar los cambios que necesita el país para alcanzar estas metas. El proceso de reformas y de ajustes a la realidad en cualquier país, en cualquier sociedad, es permanente; es tarea de todos los días, es una actitud que hay que incorporar. La estrategia no es volver atrás, el verdadero cambio no está en el pasado o como aquí también se dijo, con saltos al vacío, pues, en un sin número de medidas, las que queramos poner sobre la mesa, es indiscutible que el México de hoy es el mejor México que jamás ha existido. Nuestro camino es el correcto, debemos ahora incorporar a las regiones que se han quedado atrás, a los sectores que no se han logrado incorporar y para ello, hay que impulsar las medidas necesarias para que los beneficios sean para todos los mexicanos y para todas las regiones. Debemos ser capaces de construir un México más productivo, más competitivo pero, sobre todo, más solidario y más unido. En nuestra Constitución está plasmado nuestro proyecto de nación, y está sustentado en las aspiraciones, en los anhelos y en la demanda de todos los mexicanos. Por ello, no basta con conmemorar nuestra Carta Magna, debemos cumplirla todos, todos los días; honrarla y transformar las normas para que, precisamente, la garanticen, garanticen un bienestar y un beneficio para todos los mexicanos. Muchas gracias.