¿Pánico?

Insistir en que habrá aún más recortes enciende otras señales, que van de la precaución a la alerta

1.- ¿Pánico? Abruptamente, cuando las cuestiones en la Economía deberían estarse acercando a una normalización, el tipo de cambio con el dólar se fue hacia los 16 pesos, quedando en una marca histórica de 15.90 pesos como resultado de cualquier explicación económica que se quiera aceptar, pero esencialmente enmarcada en la crisis de credibilidad y confianza que se ha estado viviendo en el país. De un lado, se dice en círculos empresariales, influyó el desánimo generado por las nuevas declaraciones preventivas del titular de Hacienda en el Reino Unido, al anticipar que habrá más recortes en el gasto público. Estos dichos del Secretario de Hacienda ya los había hecho con anterioridad, al explicar que la idea de aplicar el Presupuesto Base Cero en el ejercicio fiscal del 2016 llevaría a redimensionar el gasto, pero sin embargo, referido en el extranjero, tuvieron el efecto de incrementar el descontento empresarial por lo que consideran ha sido una reforma fiscal que les ha afectado considerablemente. Otra explicación deriva del descontento de los llamados “poderes fácticos” que se sintieron aludidos por el discurso presidencial que les responsabiliza de resistir y resentir las reformas estructurales, lo que siendo esencialmente cierto, la implementación de las mismas aún no ha logrado afectar la capacidad que tienen para influir en los acontecimientos. Una tercera explicación, que es probablemente la más cercana a la realidad, proviene del hecho de que la economía norteamericana se ha seguido fortaleciendo arrastrando al conjunto de la economía mundial, siendo la principal beneficiaria de la abrupta caída del precio del petróleo y la consecuente reducción del precio de los energéticos no obstante que afecta a los pequeños productores de crudo de ese país, lo que en general ha incrementado su competitividad. En realidad, dicen los economistas, el que la energía esté barata en el mundo permite no sólo que las familias dispongan de mayores recursos al dejar de pagar energéticos caros, sino también disminuye los costos de producción, lo que, por cierto, no se observa en México dados los precios controlados presupuestalmente de los energéticos. Ciertamente, no hay condiciones como para considerar una estampida, es más bien el efecto psicológico que una caída en la paridad cambiaria genera en el imaginario popular, que siente que al devaluarse el peso se devalúa también el país. Es por ello que, conforme al enfoque preventivo para anticipar males mayores, la Comisión de Cambios del Banco de México decidió intensificar la oferta diaria de dólares para estabilizar el tipo de cambio pues, como diría algún economista del sector privado, para eso son las altas reservas internacionales del país, alrededor de 195 mil millones de dólares en las arcas del Banco Central. Son quizá las expectativas del futuro inmediato las que están agravando la percepción económica, pues el precio del petróleo se piensa que seguirá bajo aún por varios años, en tanto que las inversiones que debieran seguir a las reformas estructurales aún no resultan perceptibles en la economía ordinaria. El lenguaje de preocupación que maneja la Secretaría de Hacienda en realidad pareciera estar trascendiendo lo preventivo. Si bien el recorte presupuestal del 2.6% fue percibido sanamente por los mercados, que prefieren señales de contención del gasto en tiempos difíciles, el insistir que habrá aún más recortes enciende otras señales, que van de la precaución a la alerta. En el Reino Unido, el secretario Luis Videgaray anunció que habrá más ajustes al presupuesto en 2016 ante un escenario económico volátil y la caída del precio del petróleo. Pareciera que lo correcto hubiera sido sostener lo que había dicho, que el presupuesto se reestructuraría con base cero, lo que necesariamente redimensionaría sus parámetros y reconfiguraría los programas, que se han ido agregando e incrementando de manera inercial. En una reingeniería de gobierno y del gasto, ambas, se justifica perfectamente el redimensionar el gasto y gastar mejor, que es lo que Videgaray dijo al señalar que “para el año que entra tenemos que gastar menos y gastar mejor y por eso estamos trabajando ahora en la preparación del presupuesto con una metodología de base cero que implica revisar la estructura programática completa del presupuesto”. Al final de cuentas, si esto no se explica correctamente, lo que prevalece en la opinión pública es el sentido del recorte, como que el gasto se reducirá, afectando necesariamente la percepción de los agentes económicos en el mercado. 2. Enésimo ajuste preventivo de Banxico En este contexto, el Banco de México, en la encuesta que realiza sistemáticamente a los analistas del Sector Privado, ha ajustado por enésima ocasión consecutiva las expectativas de crecimiento del PIB acercándose al piso del 3%; en esta ocasión de mayor pesimismo sobre el futuro de la economía, las estimaciones de crecimiento económico pasaron de 3.29% a 3.08%, vaticinándose además una mayor depreciación del tipo de cambio y mayores probabilidades de desaceleración, surgiendo la posibilidad inclusive de una recesión. En similar sentido, para 2016 y 2017 también se ajustarían las expectativas, reduciéndose buena parte del ímpetu que las reformas estructurales habían generado. Para 2016, la previsión de crecimiento pasaría del 3.8 a 3.63%, en tanto que para 2017 se estaría pasando del 3.98 al 3.93%. Sobre esta base, para no dejar pasar la oportunidad electoral que le está permitiendo repuntar en las encuestas, el PAN ha insistido en que el Gobierno Federal reconozca que la economía está en dificultades serias y que debiera revertirse la reforma fiscal, con impuestos menores, para reactivar las inversiones y crecer, dicen sin ruborizarse, como el país estaba creciendo en los gobiernos azules. ¿A poco no en los gobiernos panistas de la primera alternancia, el promedio de crecimiento económico fue del 1.8%, de los más bajos en la historia nacional? Y esto sucedió no obstante que dispusieron de los precios más altos del petróleo, de los excedentes por ingresos petrolíferos más cuantiosos y de los presupuestos federales más copeteados de que se tenga memoria. Ni qué decir de las izquierdas, cuyo discurso antisistema habrá de nutrirse desde el radicalismo de Morena (en el sentido de “se los dije”) hasta el oportunismo del PRD, al insistir en que las cosas no están bien excepto en el gobierno del Distrito Federal, en donde hasta el desastre técnico y financiero de la Línea 12 encuentra complicidades populistas para encubrir a Marcelo Ebrard. 3. Instantáneas electorales La encuesta de Consulta Mitofksy previa a la veda electoral federal muestra un entorno de desafío para el partido gobernante; con algunas variaciones, señala lo que ya otras encuestas como Demotecnia, Grupo Reforma y Parametría habían ido perfilando: El cierre, en primer término, de la contienda entre el PRI y el PAN, ubicándose el primero con 31% de las preferencias frente a 26% de los azules en las preferencias efectivas, registrando sin embargo todavía un 37.4% de consultados que se abstuvieron de responder, lo que suele ser considerado como “indecisos” o voto volátil. El segundo hallazgo es la conformación de la división de las izquierdas. El PRD registra un dato mayor que el que le dan las otras encuestas, del 16%, situándolo como tercero en discordia; con Morena y el Partido Verde disputando un cuarto lugar, con 9 y 8% respectivamente. En el set de otras encuestas (Parametría, Reforma y Demotecnia) estos tres partidos se estarían disputando el tercer lugar, con 12, 10 y 11% de las preferencias, respectivamente. Para los otros cinco minipartidos, la encuesta Mitofsky los sitúa en riesgo inminente de perder el registro, al estar en el rango del error demoscópico, que es del 5%. Los cinco minipartidos (Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo “marcan” 3%, en tanto que Nueva Alianza 2% y Encuentro Social y Partido Humanista, 1%, respectivamente) habrán de ser una víctima de la reforma electoral impuesta por el PAN, quien insistió en elevar el umbral de registro al 3% precisamente para despejar el camino a las pequeñas franquicias. Como advierte Roy Campos, la encuesta no es un pronóstico, sino una instantánea del estado de ánimo de los electores al momento de levantarla. En ese sentido, lo que se ve es claro: el PRI está resintiendo el efecto de la crisis de credibilidad, al pasar de un 40% que tenía en 2012 a un 30% ahora, en tanto que el PAN le está remontando, acercándose ya al 27% que tuvo en la anterior elección federal. El PRD está en demolición, al transferir el puntaje que le ubicó en 28.5% en la elección anterior, a un 16% que le marca la encuesta en la actualidad. El Partido Verde es la revelación, al crecer del 6 al 8 en la Encuesta Mitofksy, en un efecto que se percibe más acentuado en las otras encuestas. Otro hallazgo de la Encuesta Mitofksy son los negativos que trae consigo cada parido. Todos tienen más opiniones negativas que positivas, sin embargo como suele suceder, unos más que otros. El partido que más mala imagen tiene es el PT con -32 puntos; le sigue el Verde con -26 puntos; luego, prosiguen Nueva Alianza y Morena con -25 y -22 puntos respectivamente; tras ellos, el PRD con –24 puntos, para cerrar el PRI con -22 y el PAN, increíblemente, con -4 puntos únicamente. Finalmente, un dato que aporta la Gran Encuesta de Mitofsky, es la media de participación electoral en elecciones intermedias: en 2003 fue del 41%; en 2009, del 45%. Ello concuerda con la previsión que el presidente del INE, Lorenzo Córdova, hiciera al advertir de un “clima antielecciones”, en el que la media de participación electoral pudiera rondar el 45%. 4. El asedio al INE y la demolición del Partido Verde Finalmente, los partidos políticos de oposición tuvieron éxito al armar un frente antiPRI/Verde y lograron arrinconar a la autoridad electoral. El presidente del INE Lorenzo Córdova parecería pesarle el fantasma de Woldenberg más que el debido ejercicio de las facultades del Consejo General para resistir el asedio de los partidos. Poco ayudará a la credibilidad y la confianza el que haya cedido a los objetivos de los partidos para deshacerse de Arturo Cristalinas como titular de fiscalización, así como sancionar al Partido Verde de manera ejemplar con tremenda multota de más de 67 millones de pesos, por haber sacado ventaja de promocionales ciertamente audaces pero no ilegales, transmitidos no en el aire mediático sino en salas de cine. Si el Partido Verde decía la verdad o no es irrelevante, pues por definición, un spot propagandístico no dice la verdad, sino que transmite la visión de cada partido y el mensaje tiene un fin distinto, que es el de persuadir al electorado. Sin embargo, las declaraciones del presidente del INE afectan su autoridad. Hablar de un “clima antielectoral” así como asumir que la elección en Guerrero estará en riesgo, sólo parece ser el vaticinio de la polarización extrema del proceso electoral. Habrán de crecer las impugnaciones, al igual que el imaginario de los partidos de oposición para justificar los supuestos de “fraude anticipado” o parcialidad de servidores públicos en las campañas, buscando sustentar las causales de nulidad: rebase de topes de campaña; compra de tiempos de radio y TV fuera de los que administra el INE; recepción o utilización de recursos de procedencia ilícita o recursos públicos en las campañas. Como diría Martí Batres, el INE está “tocado” y por ello, podría tornarse paranoico ante cualquier señalamiento de supuesta parcialidad que le aleje del consenso antiPRI/Verde propio de la oposición. 5. En la ruta de la implementación Aún cuando las buenas noticias suelen no ser noticias tan atractivas en la negatividad que vive el país, la implementación de las reformas estructurales ha hecho que no obstante la magnitud del choque petrolero, las expectativas del país se siguen manteniendo en buenos términos. En materia energética, que es la reforma que más podría resultar afectada con los drásticos cambios del entorno económico, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y los directores de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad confirmaron que --tal como se previó-- la Reforma Energética que aprobada en el Congreso está atrayendo el interés de los inversionistas y deberá generar empleos para la gente, además de traer beneficios directos a los consumidores, mexicanos perceptibles en menores precios de diversos bienes y servicios. En el horizonte, se esperan inversiones por 62 mil 500 millones de dólares y la creación de 212 mil empleos directos e indirectos entre este año y el 2018, lo que significaría haber agregado dos puntos más al crecimiento del PIB nacional. La baja en las tarifas de electricidad producida por la modernización de la red de transmisión y distribución, y la sustitución del combustóleo por gas natural en las plantas eléctricas, ya se empieza a reflejar en los recibos de los consumidores. Los datos duros lo confirman: en el sector industrial, las tarifas han disminuido entre 18 y 26 por ciento; en el sector comercial, la rebaja ha sido de entre 7.5 y 16 por ciento; para el sector doméstico de alto consumo los precios se han reducido 7.5 por ciento, mientras que en el sector doméstico de bajo consumo, en los hogares, el precio de la luz, que subía cada año 4 por ciento, ha bajado por ahora, 2 por ciento. Asimismo, el Fondo del Servicio Universal Eléctrico realizará inversiones para beneficiar a miles de mexicanos que carecen del servicio eléctrico en comunidades remotas del medio rural. Para contribuir a la formación de recursos humanos de alta especialidad que habrá de requerir las empresas comprometidas con la reforma energética, están a disposición de los estudiantes --de nivel técnico, medio, superior y de posgrado-- que tengan interés en las ramas de conocimiento del sector energético, 60 mil becas y apoyos. Por último, los órganos reguladores que se constituyeron a partir de la Reforma Energética se encuentran ya en operación, y se han previsto recursos y acciones para el desarrollo de energías renovables con proyectos eólicos, solares y geotérmicos, entre otras muchas acciones que permiten iniciar la transición de los combustibles fósiles hacia recursos renovables, incentivando un mayor crecimiento regional y empleos de mejor calidad. Como sostiene el diputado Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Baja, los místicos del desastre, aquellos que necesitan que al país le vaya mal para que a ellos les vaya bien, pueden sentirse desairados si el gobierno muestra resultados en la implementación de las reformas aprobadas en el Congreso para que las cosas buenas también sucedan y el país salga adelante del choque mundial de las economías, todo ello apoyado en las reformas realizadas en la democracia, el diálogo y los acuerdos.