Peña (también) intentó vender avión; pero se devaluó 137 mdd

23 de Abril de 2024

Peña (también) intentó vender avión; pero se devaluó 137 mdd

Avión Predidencial
Foto: Margarita García/Cuartoscuro

De acuerdo con un estudio solicitado por la Presidencia de la República en 2015 la aeronave Boeing 787 tardaría al menos un año en venderse

Si el avión presidencial se vendiera este tendría un precio de 137 millones de dólares menor a su costo original de acuerdo con un estudio solicitado por la Presidencia de la República en 2015, pues Enrique Peña Nieto evaluó la posibilidad de venderlo. Este miércoles el diario Milenio emitió un reportaje, derivado del acceso a un estudio solicitado por la Presidencia de la República, en el cual asegura que el gobierno mexicano perdería millones de dólares con la venta del avión presidencial, anunciada por el virtual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Además revela que antes de que el nuevo avión llegara a México, y ante las críticas, del entonces aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, el presidente Peña Nieto pidió en 2015 que se evaluara la posibilidad de venderlo o darle otro uso. De acuerdo con el estudio, si el avión no se hubiera utilizado, para enero de 2019 podría venderse como avión privado en 142.4 millones de dólares, 76 millones de dólares más barato que lo que costó, o como avión comercial en 81.6 millones de dólares, es decir, en 137 millones de dólares menos de lo que se pagó por él.

De acuerdo con estudio era más caro venderlo que conservarlo

En febrero del 2016 llegó a México el nuevo avión presidencial. Un Boeing 787 que remplazaría al Boeing 757 que llevaba casi 30 años dándole servicio al presidente en turno. El avión presidencial, José María Morelos y Pavón, fue adquirido por la administración de Felipe Calderón. De acuerdo con la administración actual del presidente Enrique Peña Nieto, el costo total del avión, incluyendo ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones, fue de 218,7 millones de dólares, a un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar. Dando un total de 2,952,4 millones de pesos. El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) lo pagó en ese precio a la empresa de aeronaves, Boeing, y firmó un contrato de arrendamiento financiero con el Gobierno Federal a 15 años, con intereses, para que una vez concluido el plazo sea de la Secretaría de la Defensa Nacional. El avión se compró pensando que su vida útil estimada sería de 25 años, para dar servicio al menos a cinco titulares del Ejecutivo. En septiembre de 2015 Peña Nieto ordenó que la Secretaría de Hacienda realizara un estudio para determinar, con base en elementos técnicos, financieros y de Seguridad Nacional, la conveniencia de vender o mantener el Boeing 787. Para ello, Banobras contrató a Ascend Flightglobal Consultancy (AFC), una empresa internacional especializada en valuación y asesoramiento para la compra y venta de aeronaves. Se determinó conservar el avión porque venderlo generaría una pérdida para el erario público y prevalecería la necesidad de renovar el avión presidencial por uno aún más caro y a un tipo de cambio mayor. La consultora determinó que vender este tipo de aviones tarda 12 meses como mínimo, que el interior del avión influye en el tiempo que tomaría venderlo y en el precio de venta y que con una configuración altamente personalizada, probablemente se requeriría hacer un descuento por el costo que tendría su readaptación o reemplazo total de los interiores. Según el reporte el mercado en el que se puede vender el avión es limitado. AFC concluyó que, por sus características, el avión presidencial es más comercializable en el mercado secundario, para uso privado y debe permanecer en su configuración actual, en lugar de convertirla a un interior comercial de pasajeros. Para la venta de la aeronave también deben tenerse en cuenta que los costos de transición y comisiones que ascienden a entre medio y millón y medio de dólares. De acuerdo con el estudio entregado a Banobras en 2015 la información contenida solo sería vigente en ese momento, pues los avalúos muestran los estimados del precio de venta para un avión con una vida completa, pero el avión presidencial ya tiene dos años y 5 meses en uso.