1.
En la guerra de las encuestas, los números van reflejando el reacomodo de las posibilidades de los candidatos, perfilando una ventaja considerable de Andrés Manuel frente a la competencia cerrada por el segundo lugar entre José Antonio Meade y Ricardo Anaya, alternándose, según sea la encuesta que se mire. La presencia de Margarita Zavala empieza también a ser perceptible, atrayendo votos de indecisos o de panistas desencantados, en tanto que la insólita inclusión en la boleta de Jaime El Bronco Rodríguez ha puesto de cabeza la perspectiva de certeza que es exigible a las instituciones electorales.
Si se atiende al promedio de encuestas que suelen manejar Bloomberg, El País y Oraculus, se percibe el despegue del señor López hacia la zona de 35-40% y la contienda en el segundo lugar entre el candidato perrepán en 24 a 26% y José Antonio Meade en 20 a 25%, Margarita Zavala 5 a 7%, El Bronco 2%, restando sólo 10% como máximo de indecisos. Es decir, el juego del poll de polls favorece el argumento de que el señor López se ha adelantado y los demás se han estancado, de donde, como dice él, sólo con un fraude le ganarían.
2.
Así las cosas, los candidatos se aproximan a la zona de encuentro definida por el primer debate presidencial organizado por el INE, uno en el que los ciudadanos pudiésemos contrastar qué tiene cada quien en la alforja más allá de los lucimientos personales.
La pretensión de los debates es que sean temáticos y centrados en propuestas. Es obvio que no serán así, los moderadores Maerker, Sarmiento y Uresti tendrán libertad para darle movimiento al desempeño de l@s candidat@s. En este caso, el tema general será Política y Gobierno, y como subtemas: Seguridad Pública y Violencia, así como Democracia y Vulnerabilidad. L@s candidat@s deberán responder una pregunta general por bloque y al final habría una mesa de conversación con una ronda de cierre con posicionamiento de cada participante.
3.
Conforme se acerca la fecha, l@s candidat@s han ido soltando posicionamientos polémicos, como la presentación de la opción patrimonial “7de7” del ciudadano Meade que acentúa la honestidad como principal activo de la política; el deslinde que pretende hacer el candidato perrepán de las imputaciones sobre sus bienes habidos en circunstancias oscuras, sobre todo las formas torcidas e impresentables en que comprara, financiara y vendiera la polémica nave industrial sin aludir, por cierto, a la circunstancia de manejo de información privilegiada que le granjeó una mayor plusvalía.
En tanto que el señor López navega sobre la ventaja que le dan todas las encuestas, sabedor de que todos van contra él, busca eludir cualquier polémica, así sea acerca de su honestidad y forma de vivir o las precisiones sobre revertir reformas o cancelar el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Para Margarita Zavala y El Bronco el escenario está puesto con todo para ganar, pues al venir de abajo puede, una, manejar audacia y condición de género, en tanto que el otro apostará por el populismo ranchero que le caracteriza.
4.
Es de esperar un primer agarrón desde el segundo lugar que le está cerrando (Meade/Anaya) en el que el puntero observaría, cuidando no resbalar, con los independientes al acecho, para después, en las rondas subsecuentes tornar todos contra él para golpear la tesis de que la elección se ha definido a su favor, buscando que tropiece o se radicalice.
5.
Lo previsible es que nada suceda como está previsto. Para los estrategas de campaña, el punto de quiebre se dará en los debates y en la disputa por las interpretaciones sobre el desempeño y el ganador, que suelen acercar o alejar a los seguidores más volátiles.