1. El 29 de abril se cumplen los primeros cien días del presidente Tump en el poder. Estos cien días son considerados como aquellos en donde una administración sienta el cariz de lo que habrá de ser en lo sucesivo, por lo que suelen ser evaluados con mayor rigor. En el caso de la administración Trump, los primeros cien días se han caracterizado por una actuación hostil y vociferante del inquilino de la Casa Blanca, pero que no se ha materializado en el gobierno o en el arranque de las políticas respectivas.
2. Más bien, han sido cien días de contención y reveses al beligerante ánimo presidencial, cuyas acciones ejecutivas o legislativas han sido rechazadas por el Poder Judicial o el Congreso, obligándole a virar hacia la política exterior, que suele ser el refugio de una administración en problemas en otros órdenes. Es decir, cuando un gobierno norteamericano no logra concretar puntos en el plano interior o económico, entonces recurre al expediente de la guerra, pues un “presidente de guerra” puede obtener el apoyo que por otros medios se le estaría negando. Conforme a las mediciones del Washington Post, Trump acumula más rechazo que aprobación (53/43%) mostrando cuán divididos están los estadunidenses con este estilo de gobernar.
La política migratoria ha sido contenida por decisiones judiciales, si bien las acciones contra migrantes sobre todo hispanos y mexicanos siguen día a día, dadas las facultades extraordinarias otorgadas a los agentes migratorios y aduanales para vejarlos y exhibirlos, elevando el costo de arribar a los Estados Unidos. Empero, otras medidas restrictivas han sido suspendidas por los tribunales y los Estados y ciudades amenazadas con represalias han empezado a combatirle por la vía judicial.
3. En el ámbito legislativo, la derrota del plan para sustituir el llamado Obamacare, el plan de salud de los demócratas, así como la dilación en el envío al Congreso de la solicitud para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, otro de sus objetivos insignia, muestran que la coalición republicana tiene fisuras. Para los radicales, es demasiado tibio, en tanto que los centristas no quieren quedar atrapados en la historia de abusos perfilados.
4. El plan económico sobre el que se tejieron tantas expectativas, en el sentido de que abonaría a la desregulación de banca y crédito; reduciría los impuestos a las clases medias y a las grandes empresas e impondría altos impuestos fronterizos a países con déficit comercial con los Estados Unidos, no ha sido presentado y lo que se ha perfilado hasta ahora muestra una dura batalla por venir, pues la pretensión de gastar más no parece compatible con la de reducir impuestos.
La investigación sobre la conexión rusa indudablemente le ha complicado el escenario. Ya provocó la caída del asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, quien se ha dicho, estaría buscando un acuerdo de colaboración a cambio de inmunidad; el fiscal general, Jeff Sessions, debió excusarse del caso por estar también involucrado con los rusos al igual que el poderoso yerno Jared Kushner durante el periodo poselectoral. Finalmente, el gran amigo de Trump, Stephen Bannon, debió ser alejado de las decisiones y la formación de un gabinete coherente y menos radical.
5. De ahí que el corolario de los primeros cien días sea la expresión guerrerista al mostrar los dientes con el bombardeo a Siria y Afganistán, las amenazas a Irán y la movilización de una flota de ataque hacia Norcorea, que si bien incrementan la tensión global, buscan mostrarlo al mando de las Fuerzas Armadas, muy al estilo de “soltar a los perros” para distraer a la opinión pública de sus múltiples tropiezos. Han sido cien días sin gloria y con mucha pena.
Pentagrama es un espacio de opinión y estudio de la realidad, en el que se analizan, con enfoque prospectivo, los hechos de la política y del acontecer legislativo.