Desglobalización

25 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Desglobalización

LUIS M CRUZ

1. De diversas maneras, el gobierno de Donald Trump trabaja para desmantelar no sólo el legado del presidente Obama, sino todo el sentido de la política interior y exterior estadunidense de varias décadas. Tras la Segunda guerra Mundial, desde el Plan Marshall de Reconstrucción de Europa, pasando por la integración de instituciones multilaterales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional hasta el consenso de Washington, Estados Unidos peleó para crear un orden internacional en el que la libertad, la democracia y los derechos humanos constituyeran los fundamentos del desarrollo, el comercio y la justicia.

2. Pocos pensaban que tras la ingente recuperación económica, tecnológica y comercial logrado en los años de Obama, que le devolvieron el potencial de crecimiento a la locomotora estadunidense y dieron el impulso a las revoluciones energética y de las tecnologías limpias, se impondría un “nacionalismo económico” o movimiento nativista para acabar con el consenso político y económico prevaleciente y ser reemplazado por la lógica del aislamiento. En algún sentido, los perdedores de la globalización, quienes fueron desplazados por las corrientes de cambio e interdependencia mundiales estarían tornando al poder con la oligarquía para establecer muros y fronteras que les devuelvan las viejas certidumbres.

3. El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, ha advertido de las consecuencias que podría traer la política proteccionista y reduccionista impulsada por el gobierno de Trump, quien con su ideólogo, Stephen Bannon, propugna el principio de deconstrucción del “Estado administrativo” y del orden establecido. No deja de ser paradójico, dice el Premio Nobel, que la administración Trump vaya ahora en contra de todo lo que la política militar, exterior y comercial ha construido en las décadas de la posguerra, buscando un mundo más predecible, cooperativo e interdependiente. Trump le agrega un grado de incertidumbre “sin precedentes” a la economía mundial, más allá de que su manera de expresarse, avergüenza a numerosos ciudadanos estadunidenses.

En este sentido, cuando la administración Trump apela a retirarse de acuerdos comerciales multilaterales, el primero de ellos fue el malogrado Acuerdo TransPacífico, lo que el mandatario está haciendo es “salir del orden internacional que Estados Unidos trabajó tantas décadas para construir”.

4. De prosperar la propuesta ciega de imponer aranceles extraordinarios a países como México y China, lo que provocará es la generación de una guerra comercial, yendo inclusive contra de lo que establece la Organización Mundial de Comercio (OMC). “Si tiene éxito, las cadenas de comercio mundiales se desmantelarían y el resultado sería que el mundo entraría en una estanflación”.

Stiglitz no cree que muchas de las promesas de Trump lleguen más allá de las bravatas discursivas, pues tales propósitos requieren la aprobación del Congreso y también librar las batallas judiciales que el sistema de pesos y contrapesos prevé en casos de controversias fundamentales. Para imponer aranceles al comercio, Trump requiere una ley del Congreso.

Lo mismo si es que decide desconocer la jurisdicción de la OMC, al igual que para renegociar o denunciar un Tratado de Libre Comercio vigente.

5. Nada le resultaría más caro a los Estados Unidos que una desglobalización, en donde se perdería la confianza mutua, el respeto al orden internacional, el valor de los tratados (recordemos Trust de Fukuyama, donde postula la confianza y la legalidad como valores plausibles) con el retorno a la vieja política previa a las grandes guerras mundiales, basada en los amagos, la desconfianza, los despojos y el poderío militar. Pentagrama es un espacio de opinión y estudio de la realidad, en el que se analizan, con enfoque prospectivo, los hechos de la política y del acontecer legislativo.