El viento de la recesión

23 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

El viento de la recesión

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1.

Si alguien quisiera saber qué se necesita para provocar una recesión, podría reseñar la política reciente de Estados Unidos. El presidente Trump heredó una economía en expansión basada en la recuperación del mercado energético además de un boom tecnológico creado por nuevas tecnologías de bajo consumo. Recibió además un importante liderazgo mundial orientado a motivar la cooperación y la interdependencia en asuntos globales relevantes, como el combate al terrorismo y lavado de dinero, el narcotráfico, la migración, el comercio y el cambio climático.

2.

En Trust, F. Fukuyama dejó claro lo frágil que es la confianza y la dificultad de su recuperación. El presidente Trump decidió dejar de lado la diplomacia y la importancia de contar con amigos y ha vuelto al capitalismo salvaje, reduciendo impuestos y regulaciones en lo interno y desatando una implacable guerra comercial contra el exterior; doblegó a sus vecinos, Canadá y México, imponiendo cláusulas tóxicas en la revisión del tratado comercial trilateral como son la extinción cada cinco años, la sujeción a tribunales norteamericanos, las reglas de origen con privilegio a su país y la imposición de topes o ventanas estacionales a las ventajas competitivas de los socios, fueran los automóviles o los productos agropecuarios. Se lanzó a la confrontación directa con China al tiempo que amagó a la Unión Europea con un trato hostil para productos insignia como el acero, el aluminio, los automóviles alemanes, el vino y quesos franceses e italianos. A Turquía la ha echado prácticamente a los brazos de los rusos al cerrarle opciones e inclusive amenazarle con destruir su economía si, de acuerdo a su “sabiduría”, hiciera algo que le contraríe en Siria.

3.

En lo que se refiere a los compromisos globales sencillamente retiró a los Estados Unidos del cumplimiento de las obligaciones como la gran potencia vencedora en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Fría contra la ex Unión Soviética. Ha reducido a la OTAN y el compromiso de la defensa conjunta, obligando a los aliados de entonces a buscarla por sus propios medios, iniciando una era de desconfianza que se creía superada en la Europa contemporánea. Nuevamente se escucha el lenguaje de entreguerras, cuando líderes como Merkel o Macron hablan de la soledad de Europa o vemos a Japón y Alemania buscando rearmarse, como muy discretamente están haciendo.

4.

Los Estados Unidos se amurallan para detener la migración, Europa le ha seguido al costo del Brexit, no obstante lo cual difícilmente contienen las sucesivas olas migratorias impulsadas por la pobreza y la asimetría económica entre las naciones. En el caso de Norteamérica, México por vez primera en su historia está deteniendo o conteniendo migrantes en la frontera sur y a lo largo y ancho de su territorio a cambio de seguir perteneciendo al mercado trilateral penosamente negociado.

5.

Y en materia económica, la hostilidad e incertidumbre predominantes han detonado la desconfianza y la aversión al riesgo en los mercados, propiciando la desaceleración del crecimiento mundial. Peor aún la poderosa economía estadounidense empieza a reducir su paso y este año crecerá, si acaso, al 2% y menos aún en 2020. Alemania, la otra locomotora mundial, reducirá su expectativa a sólo 0.5% este año, esperando lograr un 1.5% el próximo. China se ha reducido a 6%, India también ha bajado su expectativa de 7% y México, si fuera Alemania, se vería muy bien con 0.4% esperado este año y el raquítico 1.5% proyectado para el próximo. Los vientos de recesión devastan el mundo. La desconfianza, el incumplimiento de los compromisos y la pérdida de referencias le alimentan. Hará falta un nuevo acuerdo de Yalta o quizá el Impeachment y otro Bretton Woods para volver a amarrar lo que ha sido desamarrado.