Obligada atención al presupuesto en 2018

18 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Obligada atención al presupuesto en 2018

luis m cruz

1.Por sus efectos en el bolsillo de los ciudadanos, es obligado poner atención al presupuesto para el año próximo, el último del sexenio del presidente Enrique Peña. La SHCP dio a conocer el informe sobre las Finanzas Públicas al mes de mayo, en donde los requerimientos financieros del sector público han sido prácticamente colmados con el remanente de operación entregado por el Banco de México, y que fueron por 317 mil 200 millones de pesos. En el balance público “tradicional”, el déficit hubiera sido de 381 mil 700 millones de pesos, que al aplicar el remanente aludido queda en sólo 60 mil 100 millones, acotando sensiblemente la posibilidad de un nuevo recorte al gasto este año. Los ingresos presupuestarios aumentaron 7.9% en términos reales, comparado con el nivel observado en el mismo periodo de 2016. Ahora, los ingresos no petroleros presentaron una tasa de crecimiento anual de 5.5%, mientras que los ingresos petroleros observaron un crecimiento anual de 22.9%, dado que en esos meses el precio del petróleo había estado por encima de 50 dólares el barril, cayendo en estos momentos hacia la zona de 42 dólares. 2. En el terreno de las erogaciones, el gasto neto presupuestario se redujo 6.4% anual real impulsado por el decremento de -21.7% anual real del gasto del ramo administrativo. Este es el efecto observable de los recortes en el gasto público como también se observan en la contención del gasto que el gobierno federal ha aplicado con estricta disciplina. El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público se ubicó en 9.197 billones de pesos, en tanto que el saldo neto de la deuda pública (interna y externa) llegó a 9.118 billones de pesos. Es ya casi del doble de la que se recibió al final de la “docena trágica” del PAN. El sexenio del presidente Peña apunta a ser el de mayor endeudamiento en la historia del país. Esa cifra, al momento, significa 505 mil 500 millones de dólares, una cantidad que nunca antes el país había debido y que tiene prendido de alfileres la calidad del grado de inversión con un nivel de la reserva monetaria en sólo 174 mil millones de dólares. 3. Para el presupuesto de 2018, las perspectivas son drásticas: habrá de seguirse la misma política fiscal establecida en el tiempo de Luis Videgaray: ni más ni menos impuestos; en el terreno del gasto, la decisión apunta a seguirse apretando el cinturón, pues no habrá remanentes de Banxico, el precio internacional del petróleo se estima que habría de estancarse y el gobierno federal mantendrá el objetivo del déficit fiscal cero, para lo cual requerirá de un recorte de por lo menos 60 mil millones de pesos. 4. Si se considera además que, por las mayores tasas de interés prevalecientes en el mercado (tanto la FED como la de Banxico siguen subiendo) el monto de recursos requeridos para el servicio de la deuda rondará 600 mil millones de pesos, el efecto neto sobre el gasto público de las medidas de contención y restricción habrá de ser devastador. El consenso de analistas esperaría que la inflación menguará hacia 6% anual a finales de 2017, para empezar a converger hacia 4% en 2018. Para 2017, las expectativas de crecimiento se mantienen sin cambios en torno a 2%, en tanto que para 2018, el margen esperado es de 2.3% anual, apenas tres décimas mayor. La paridad rondará 19 pesos por dólar. 5. En un año electoral, un gasto público mermado, alta inflación y bajos salarios constituyen el peor sustrato sobre el cual ocurra la política, algo que la tecnocracia sencillamente no entiende. Su objetivo es mantener la estabilidad macroeconómica a cualquier precio, algo que los ciudadanos ya no aguantan y en las urnas lo están señalando.