Río revuelto

23 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Río revuelto

luis m cruz

1.Otra vez, la confusión llegó al río. Una denuncia, documentada por The New York Times hace algunos días, detonó una ola de críticas y exigencias en contra del gobierno federal, dado que el supuesto esencial es que diversas trazas o evidencias de hackeo, encontradas en equipos móviles o de cómputo de periodistas y activistas mexicanos podían provenir de un software espía (o malware) provisto únicamente a gobiernos por las empresas desarrolladoras de Pegasus y Galileo, que puede infectar los equipos y comunicaciones para su control o manipulación remota. 2.Ante las exigencias de periodistas e integrantes de asociaciones civiles o luchadores sociales, el titular del Ejecutivo federal reaccionó directamente y señaló también “sentirse espiado”, al tiempo que instruyó a la PGR a realizar una investigación en la cual se determinara quién o quienes espían y si se había difamado al gobierno. Este nuevo señalamiento fue interpretado como una amenaza contra los denunciantes y, por supuesto, muestra del cansancio del gobierno ante las críticas. Es la clase de material que incendia las redes, proclives al escándalo y al linchamiento (#GobiernoEspía, #CuántosMasPeña). 3.Sin escape, cualquier aclaración sólo profundizó el enredo. NYT de inmediato señaló que la respuesta del Presidente mexicano provocó un shock, al grado que ahora las organizaciones civiles y personeros agraviados solicitaron una comisión independiente para investigar el caso, que ha provocado reacciones hasta de Edward Snowden, exagente de la CIA, en el sentido de que el espionaje gubernamental constituye una ofensa contra los ciudadanos, cualquiera que sea la causa. 4.¿Con qué cara mira México al mundo? se diría en la confrontación Videgaray-Venezuela en la cumbre de la OEA realizada en Cancún, en donde pareciera glorificarse la posición venezolana en tanto que evidencia al gobierno mexicano al buscar sanciones contra el régimen de Maduro, al igual que aprovecharía el inefable Donald Trump, señalando que nuestro país es el segundo con mayor violencia en el mundo, sólo después de Siria, replicando la tesis del candil de la calle y oscuridad en la casa. El Estado mexicano, concluiría Juan Pardinas, ya está enfrentando una desaprobación significativa por su historial de derechos humanos. . Ya poco importa que el spyware sea relativamente fácil de conseguir en dominios de internet especializados en investigaciones o escuchas, que precisamente la digitalización de todo, hasta de las transacciones cotidianas han acentuado la vulnerabilidad de la privacidad, además de los datos personales ante cualquiera y por cualquier causa. 5.Lo que convendría preguntarnos es hasta qué punto es aceptable que el espionaje, venga de donde venga, se asiente en la vida cotidiana y en la sociedad, según convenga. Diversos comunicadores, como Raymundo Riva Palacio o Héctor Aguilar Camín, han denunciado desde hace tiempo la facilidad con que unos espían a otros. Aguilar Camín señala que “el hecho tecnológico es que el espionaje está al alcance de innumerables agencias públicas y privadas. El hecho cotidiano es que innumerables instancias públicas y privadas graban impunemente a quien quieren”. Condenable debe ser que cualquier autoridad espíe a periodistas, luchadores sociales o ciudadanos en general sin que exista un mandato judicial para ello, como también que en los medios y redes sociales se dé cabida o publicidad a videos o escuchas que se sabe tienen dudoso origen y son por definición ilegales, cuando así conviene al escándalo o las estrategias negativas. Lo que debe acabarse es el espionaje, en todas sus formas, como también el espacio que en los medios y las redes se otorga a las campañas de infamia.