Sin mexican moment

20 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Sin mexican moment

luis m cruz

1.

En un informe especial, el banco Credit Suisse recoge la preocupación y dudas de los mercados respecto al futuro de nuestro país a partir del 1 de diciembre. La visión no es promisoria, refleja riesgos y aversión a los mismos, es decir, con sentido de “precaución antes de avanzar” para los inversionistas, quienes se estarían preguntando si el pretendido cambio a la cuarta transformación tiene viabilidad. Definitivamente, los mercados no tienen buenas noticias. Lo que ven y oyen no les cautiva. No habrá nada como el mexican moment que se vivió al inicio de la administración Peña.

2.

Hay considerable incertidumbre sobre el rumbo que seguirá el presidente Andrés Manuel López Obrador tras su inauguración el 1 de diciembre de 2018. Los inversionistas se concentran en la propuesta de presupuesto 2019 que presentará por ahí del 15 de diciembre. Se piensa que será prudente, manteniendo un superávit primario y un moderado déficit general. Pero otros aspectos a observar son: la integración del gabinete legal y ampliado, lineamientos de precios de los energéticos y la agenda del sector energético, la agenda legislativa del fin de año (o inaugural) dado el predominio de Morena, y la decisión sobre dónde construir el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que será una señal clave.

3.

Se perciben dos campos dentro del equipo de transición de AMLO. De un lado, los “tecnócratas”, que ocuparán posiciones clave de Hacienda, Economía y la Oficina de la Presidencia. Su perfil es a favor del mercado y de las reformas estructurales en general. Estos prospectos se han reunido con los inversionistas y han atendido sus preocupaciones, siempre subrayando que la disciplina fiscal será la norma. Por otro lado, los nominados a ocupar otras posiciones clave en Energía y las empresas del Estado históricamente han estado contra la reforma energética, fueron reacios a encontrarse con analistas e inversionistas y sus discursos contradicen frecuentemente a los tecnócratas. No es claro cuál campo prevalecerá.

4.

En el frente fiscal se piensa que los ahorros de las medidas de austeridad y anticorrupción se quedarán cortos ante las expectativas del nuevo gobierno (que requieren al menos 2% del PIB). Esto eventualmente forzará a AMLO a repensar y reducir sus abundantes promesas de campaña, o bien pensar en impuestos más altos o un déficit mayor. Este debate será notorio durante todo el año próximo y previo al Presupuesto 2020. ¿Prevalecerá la lógica de los ahorros, o qué ruta seguirá el gobierno?

Hay serias dudas sobre la perspectiva del sector energía. ¿El equipo de transición ha revisado los contratos de la reforma energética, como dicen los del campo “tecnócrata”? ¿O sólo han empezado a revisarlos, como ha dicho la nominada a Energía? En lo macro, la visión es que el crecimiento real del PIB se mantendrá bajo por varios trimestres. El pronóstico de crecimiento para 2018 bajó a 2%, de un 2.5% previsto originalmente. Para 2019, se recorta a 1.8% de 2.4% anterior, dada la expectativa de que el primer trimestre será anormalmente débil como resultado de la transición de gobierno.

5.

Finalmente, es posible el downgrade (descenso) de la calificación de deuda soberana en 2018 o principios de 2019. El incremento de la incertidumbre en las políticas de AMLO es un factor a considerar para las calificadoras, incluso si hay consenso sobre políticas fiscales prudentes. La agencia Moody’s es la más proclive a reducir la calificación, al tener la más alta en A3 desde 2014. La calificación de S&P y Fitch es más baja que BBB+. Un downgrade (descenso) de Pemex es también posible debido a las propuestas para construir al menos una refinería y manipular los precios de los energéticos.