Pago de Carrovejas: Bodega en continua reinvención

18 de Abril de 2024

Ana Saldaña

Pago de Carrovejas: Bodega en continua reinvención

ana saldaña

El vino necesita de tiempo, maduración y paciencia. Es un negocio que requiere tener una visión de largo plazo y conciencia de que las desiciones que se toman hoy, rendirán frutos en el tiempo. Esta semana tuve la oportunidad de reunirme con Paulo Cardoso y Darío Garcia, de la bodega Pago de Carrovejas para conocer un poco más sobre este vino tan conocido entre los aficionados al vino de la Ribera del Duero.

La bodega fue fundada en 1987 por José María Ruiz. Restaurantero y dueño de un famoso restaurante que servía el conocido cochinillo segoviano, decidió aventurarse en el mundo de la vitivinicultura para elaborar un vino ideal para acompañar este delicioso platillo. Fue así como en 1991 el mundo conoció su primera cosecha de Pago de Carrovejas. A lo largo de los años, no sólo crecerían el número hectáreas de esta bodega, sino también las etiquetas. Hoy en día encontramos en el mercado el Cuesta las Liebres, El Añejon, Pago de Carrovejas y Pago de Carrovejas Reserva. Así como los vinos blancos Quintaluna, Ossian y Ossian Capitel.

Foto Ana Saldaña

Siempre es interesante conocer más sobre una bodega, sobre todo cuando su objetivo es romper con paradigmas de la industria y labrar su propio camino en búsqueda de la elaboración de mejores vinos en cantidades más pequeñas. Justo en 2015 Pago de Carrovejas decidió romper con la denominación de origen de crianza y elaborar vinos de cosecha, por lo que el Reserva 2014 será el último año que se elabore. Las cosecha 2015 por única ocasión convivirá con el vino Reserva y después ambos vinos se fusionarán para hacer uno solo. La idea es que el hacerlo les permitirá mayor flexibilidad para elaborar un vino más premium.

Otro paradigma que está rompiendo la bodega es cambiar la percepción de la uva Verdejo. Conocida como una uva que hace vinos poco aromáticos de baja calidad en la región, Pago de Carrovejas está comprando parcelas abandonas, incluyendo algunas con vides pre-filoxera que se destinarán para su vino de alta gama. Me cuenta Paulo que, en el tiempo, la misma denominación y los bajos precios que recibian los productores para la compra de la uva, llevaron al declive de la producción de uva en la zona, resultando en que las nuevas generaciones abandonaran las tierras en lugar de continuar con la tradición familiar. La adquisición de las parcelas distribuidas por toda la zona no ha sido fácil y ha requerido de una labor exhaustiva que va desde la identificación de las tierrras, hasta encontrar a los familiares que en muchas ocaciones han migrado hacia las ciudades. Después, cada uno de los predios debe ser trabajado para que las vides abandonadas vuelvan a dar frutos. Al preguntarles porque lo hacen, la respuesta es simple: los dueños de la bodega crecieron tomando este vino en la zona y quieren continuar haciéndolo por las siguientes generaciones ofreciendo un vino de la mejor calidad posible.

Varias veces durante la charla Paulo y Darío mencionan lo importante que es para la bodega hacer vinos de mayor calidad, educando y cambiando la percepción sobre la uva con proyectos pequeños que sean distintivos en los mercados. Y esto se hace más evidente al oír sobre su más reciente proyecto: la compra de una parcelas para la elaboración de estate wine en la zona de la Ribera hacia Burgos en Fuente Negrocuenta. Me dice que los predios cuentan con una orografía distinta que es muy parecida a la región de Chateauneuf-du-Pape. Estiman que veremos las primeras botellas de este nuevo vino en el mercado dentro de unos 5 años.

Así, Pago de Carrovejas está en un momento de transformación. No me queda duda que la estrategia que ha decidido seguir impactará la manera en que se hace vino en la región de la Ribera del Duero. Pero sobre todo, resultará en una oferta que seguramente bebedores de vino como nosotros disfrutaremos.

Espero que tengas un fabuloso día y recuerda: ¡hay que buscar el sabor de la vida!