Si tuviera que sintetizar en pocos renglones los resultados de la Cumbre climática de París diría que faltó rotundidad, que los compromisos son insuficientes y las metas globales son ambiciosas pero sin reales compromisos vinculantes.
En el desierto semántico se perdió el horizonte de las certezas y un verbo, deberán por deberían, “casi hizo naufragar el acuerdo contra el cambio climático (El País)”.
Sorprende la reticencia...
La codicia y la mezquindad de poderosas corporaciones transnacionales con sesgo negacionista del fenómeno climático (a pesar de ser ya una teoría científica consistente tal como la teoría de la relatividad o la cinética de los gases o la de la evolución de las especies) acosan excesivamente a la ONU, a las ONG’s y a los gobiernos para hacer del aplazamiento su juego a pesar del exceso de CO2 en la atmósfera por la quema alucinante e irresponsable de combustibles fósiles que desde el siglo XIX han aumentado en 48% alterando totalmente el equilibrio natural del planeta.
Estudios de antropología coinciden en la extinción sucesiva de especies por la letalidad del homo erectus que devino en “homo sapiens” convirtiéndolo en una amenaza para su propio entorno.
La evolución humana ha provocado antes y acentuado ahora daños colaterales al medio y a otras especies...paleontólogos han descubierto fósiles que así lo confirman.
El futuro de la especie humana desde los homínidos y hasta la presente época de la expansión electrónica, la biotecnología, la genética manipulada, la física cuántica etc., está en permanente construcción y nadie sabe si esa evolución interminable y avances son para posicionarlo mejor en el planeta o lo lleven a su extinción.
En psicología no patológica se destacan capacidades, valores y atributos positivos del ser humano...pero como sostiene Yuval Noah Harari en su libro “De animales a Dioses” el ser humano se transformó de un animal insignificante en el amo del planeta, luego en el principal depredador y en el terror del ecosistema.
Por ello ahora y lo dice bien José Sarukhán el más delicado reto e importante desafío de la humanidad consiste precisamente en la articulación de una nueva ética social y ambiental que detenga esa extensiva y sin paralelo destrucción de la ecología de la que depende la vida de toda la especie humana.
Volviendo a los insuficientes acuerdos de París, James Hansen científico de la NASA y uno de los primeros en alertar al Congreso de los Estados Unidos, hace treinta años de los riesgos por el cambio climático, calificó las reuniones como esa, los discursos, debates y proclamas como “un fraude y una farsa” en la medida que no hay acciones concretas y solo excusas para no gravar el petróleo, el carbón y el gas, causantes directos de ese cambio climático.
Aquí cabe una digresión: El Presidente Obama es sin duda alguna un comprometido con acciones más concretas que alivien al planeta de la asfixia por el exceso de los GEIs, pero los Republicanos en el Congreso son tozudos opositores a los acuerdos vinculantes y se niegan a aceptar que los países que más contaminan sean objeto de revisiones por expertos foráneos sobre sus procesos industriales y a ello obedece que la Cumbre de París haya quedado en una especie de “código de conducta voluntario”.
Lo positivo es el fondo anual de $100 mil millones de dólares para ayudar a los países emergentes y a los países pobres pero queda por ver, como siempre, la efectiva implementación y los países más desarrollados que más contaminan, mantengan su palabra.
A los escépticos, a los reacios, a los renuentes será la fuerza de la naturaleza y la frecuencia de sequías, inundaciones, desastres agrícolas, escasez de alimentos, incremento de las cotas en el nivel de los mares y más tragedias naturales inminentes los que les sirvan como intermitentes recordatorios para que todo esto no se vuelva otro “memorial del olvido”.
Al final de la Cumbre de París el texto ultimo quedó, lo cito de memoria, que “las partes que son países desarrollados deberían seguir encabezando los esfuerzos y adoptando metas absolutas de reducción de emisiones para el conjunto de la economía” y los países emergentes o más pobres estarán menos obligados manteniéndose así una “doble velocidad” quedando pendiente la ratificación de esos acuerdos para la primavera del 2016 y ahí mismo “cada país informará sobre sus aportaciones voluntarias para reducir esos volúmenes (que por trillones de toneladas métricas de GEIs) se liberan cada año a la atmósfera.
¿Pero como aseguran los compromisos nacionales voluntarios de los países para que resulten en una eficaz solución colectiva para un problema global?
Ante una vulnerabilidad creciente del planeta es obvio que se requerían medidas tajantes como leyes internacionales que sancionen y tribunales Internacionales que castiguen a las empresas más contaminantes del orbe y a los países que las arropen y/o las solapen como es el caso de las dos plantas eléctricas de la Rosita en Mexicali que California en USA prohibió y solo se brincaron el cerco instalándose del lado mexicano, previos los consabidos sobornos a funcionarios del más alto nivel federal y estatal.
Sin evaluaciones concretas el calentamiento global seguirá superando de manera irremisible e inexorable los dos grados celsius marcados como límite para evitar las más desastrosas consecuencias del cambio climático que nos enfila hacia una catástrofe humanitaria global.
La mera gestión de la crisis climática no solo es insuficiente, sino una falacia y autoengaño envuelto en una narrativa siniestra cabalgando al lomo de la “bestia negra” de los combustibles fósiles y su lado más idiota los feligreses corruptos de Darth Vader (Stars Wars de moda) que ha dejado de ser ficción al pasar del imaginario y caer en la locura de un planeta lleno de humos tóxicos desoyendo la última llamada antes de la extinción de nuestra especie y solo por el capricho, la codicia, las ambiciones y flaquezas obtusas de unos pocos que torpemente se niegan a aceptar los golpes en la puerta que anuncian el fin del anacrónico e insalubre paradigma de los combustibles fósiles.
A propósito aquí en México las energías renovables son un enigma encerrado en un misterio rodeado de un galimatías.
Es inconsistente y sesgada la oposición de la Comisión de Energía de la “CONCAMIN” a la Ley de Transición Energética aduciendo que el “costo se eleva considerablemente”.
Sin valorar los crecientes y muy elevados costos de los problemas para la salud de millones de mexicanos expuestos por la quema insalubre de los combustibles fósiles, la verdad es que ante la voracidad de los empresarios beneficiarios de las licitaciones de campos maduros, las energías renovables y limpias son banalizadas, desdeñadas y prostituidas por los grandes intereses privados.
Pero además de ser una treta, es falso que las energías limpias y renovables sean incosteables.- Basta leer el LCOE (Levelized Cost Electricity) en un comparativo la solar y la eólica es más barata a nivel de utility y ambas están por abajo del carbón, el ciclo combinado y otras formas de combustibles fósiles.
Dichos costos son del orden de $60 a 86 usd/megawatt hora para la solar, la eólica de $37 a $81 usd/megawatt hora y para el tan idolatrado ciclo combinado de gas de $61 a $127 usd/mwh.
Otra prueba de que las energías renovables compiten favorablemente con los combustibles fósiles son los precios de los PPAs que se han firmado en últimas fechas: Para la eólica 0.03 usd/mwh, para la solar el “Benchmark” es de 0.043 usd/kwh y el vector una tendencia a reducir precios.
Asimismo un reporte publicado por “Deutshe Bank” denominado “Crossing the Chasm” destaca lo atractivo que se vuelve el uso de “Energy storage en tadem” con las energías renovables para evitar los problemas con su intermitencia y que demuestra una reducción anual del 10% y por lo tanto predicen para el 2020 el costo incremental de almacenamiento de energía será de solo 2 (dos) centavos de euro.
La “CONCAMIN” destella falta de conocimientos o mala fe pues en todo el mundo las nuevas plantas de generación eléctrica ahora se están basando en energías renovables porque las fuerzas del mercado así lo determinan independientemente de ser enemigos del medio ambiente.
En su voracidad incursionan en áreas que les son desconocidas del petróleo y ya resultó excluyente el“Consejo Mexicano de Energía” (organismo cúpula del sector privado) para volverse simple área de cabildeo, negociación y posicionamiento para citas con la “CRE”, la “CNH”, la “CFE”, etc., dando al traste con los compromisos internacionales de este país para impulsar con seriedad las energías limpias y renovables que pudieran evitar los trastornos violentos de la astrosa contaminación ambiental.
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