Foto: ArchivoEl presidente filipino Rodrigo Duterte insistió en que la aplicación de la ley marcial ayudaría a combatir el narcotráfico y prácticamente cualquier problema del archipiélago.
La declaración del mandatario, la segunda en esta semana y que suma a las hechas en otras ocasiones, sigue al anuncio de su hija Sara de que creará un cuerpo especial para evitar que se fume y se beba alcohol fuera de horario establecido en la ciudad de Davao.
El mandatario regresó la madrugada de este jueves de una gira de trabajo a Tailandia, y a su llegada al aeropuerto de Manila, reiteró que la imposición de la ley marcial resolvería el problema de las drogas y otros más.
El pasado fin de semana Duterte dijo que analizaba la aplicación de la ley marcial en Mindanao, la segunda isla más gran de Filipinas, para terminar con la actuación de grupos criminales y de terroristas.
Antes, el 14 de enero había establecido que nadie podría detenerlo en aplicación de esa ley, y puntualizó que inclusive no le importaba la opinión de la Corte Suprema, porque el derecho de cuidar la vida y el país trascendía todo.
De acuerdo al diario Inquirer, el interés de Duterte por aplicar la ley marcial va en el sentido de empujar por una forma de gobierno federal y además prolongar su mandato.
Casos de invasión, insurrección o rebelión son los que prevé la Constitución filipina de 1987 para que el presidente declare la ley marcial, pero tras 60 días el Congreso debe decidir si la extiende.
Además, a las 48 horas de haberla declarado, el presidente debe de informar al Congreso de su decisión para que los senadores y los representantes la revoquen o permitan su aplicación.
Por su parte la Corte Suprema tiene las atribuciones para revisar a pedido ciudadano la declaración de ley marcial, y debe de pronunciarse en un plazo de 30 días.
En ese marco, Duterte señaló el pasado diciembre la necesidad de reformar la Constitución para reducir los requisitos para la aplicación de la ley marcial.
En su declaración de esta madrugada, el mandatario filipino también anunció que llamará a los gobernadores provinciales la próxima semana para revelarles la complicidad de muchos funcionarios locales con el comercio de drogas.
Les reiteraré que la guerra contra las drogas es en serio, dijo sobre su cruzada contra ese comercio, la cual reinició semanas atrás tras una breve suspensión luego de detectar actos de corrupción de la policía filipina.
De verdad te mataría si estás en las drogas, dijo una vez más Duterte.
En tanto, la alcaldesa de Davao e hija del mandatario, Sara Duterte, anunció la creación de una unidad especial para hacer cumplir las restricciones a la venta de alcohol y fumar, las cuales tienen 20 años de existencia.
La unidad entrará en vigor después del 3 de abril próximo, cuando la alcaldesa prevé firmar una nueva orden que unifique las actuales prohibiciones separadas para fumar en lugares públicos y contra el alcohol.
Al reunirse con propietarios y gerentes de centros de entretenimiento, dijo sabe que se sirve alcohol luego de la 1:00 horas, cuando ya está prohibido.
También sabe que se sirven bebidas alcohólicas a menores de edad y que muchos fumadores lo hacen en lugares públicos, donde está prohibido.
Advirtió que aunque los centros de esparcimiento han ayudado al progreso de Davao, no están exentos de cumplir las leyes y si violan las regulaciones, los cerrará.
La nueva orden que unifica las actuales dos prohibiciones separadas deberá esperar al 3 de abril, cuando la alcaldesa regresa a laborar tras su licencia de maternidad.
El presidente Duterte gobernó Davao por varios periodos desde 1988, y estableció una cruzada contra el consumo de drogas, cuyos opositores señalan que se basó en la aplicación de normas extralegales, inclusive ejecuciones. DA