La hora de las elecciones

18 de Abril de 2024

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

La hora de las elecciones

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Este domingo se celebran las elecciones en Coahuila, estado de México, Nayarit y Veracruz, a un año de que ocurran las federales y, por lo mismo, representan un laboratorio para medir la fuerza política de los partidos y el estado de ánimo de los electores. Algunos aspectos tienen especial relevancia. Si bien hay ligera ventaja para Alfredo del Mazo, estamos ante un escenario propio de empate técnico que puede traducirse en un triunfo de Morena de último momento. El nerviosismo se refleja en la escala de la operación electoral que ha montado la Presidencia para evitar su derrota. Cuatro factores pueden determinar el resultado: la decisión de 20% de electores indecisos que no han manifestado sus preferencias; el porcentaje de abstencionismo; la movilización de organizaciones aliadas al PRI para motivar u obstaculizar el voto, como Antorcha Campesina; la posibilidad de sabotaje electoral, escenario esbozado esta semana por Raymundo Riva Palacio. El PRI tiene perdido Nayarit y las encuestas dan ventaja al PAN en Coahuila, si esto se confirma, y aun cuando conservara el Estado de México, esto supondría perder desde 2015 13 de 24 entidades en disputa. Incluyendo cinco nunca antes ganadas por la oposición. De perder Coahuila y Nayarit, el PRI enfrentaría 2018 encabezados por un Presidente hundido en las encuestas y con la oposición controlando 18 entidades. Un triunfo en el Estado de México sólo implicaría evitar una derrota simbólica al mantener el control sobre un estado que entienden como centro de su poder político, pero difícilmente les permitiría mejorar su posición en la sucesión presidencial. Enrique Peña Nieto representa un lastre político para las aspiraciones del PRI y, a pesar de todos los intentos por articular un discurso donde se reconozcan errores o autocrítica, es difícil pensar que los candidatos priistas podrán desmarcarse de un sexenio marcado por la corrupción, la violencia y la ineptitud. Luce muy complicado revertir el hastío y la indignación producidos por una pésima Presidencia y peores gobiernos estatales priistas. Las elecciones implican también la reconfiguración de la fuerza de la oposición. En caso de ganar Coahuila y Nayarit, y a pesar de las críticas que recibirá por impulsar la candidatura de Josefina Vázquez Mota, Ricardo Anaya se posicionaría al interior del PAN como un dirigente electoralmente muy exitoso, con lo cual apuntalaría también su apuesta por una coalición opositora y su propia postulación como candidato. Si bien Morena ha logrado consolidar una candidatura extraordinariamente competitiva en el Estado de México, destrozando en el camino la candidatura de Vázquez Mota, también exhibió la forma en que el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador se traduce en auto sabotaje a sus aspiraciones presidenciales. Finalmente, gracias a la candidatura de Juan Zepeda, el PRD levanta cabeza y demuestra que puede ser competitivo si elige estratégicamente a su candidato, lo cual en sentido estricto implica cerrar la puerta a sus gobernadores. Dos temas merecen una reflexión especial. En primer lugar, las campañas se han convertido en una arena para intercambiar acusaciones sobre corrupción. Pocos han salido limpios del pantano electoral de 2017. ¿Entienden finalmente nuestros legisladores la urgencia de aprobar mecanismos anticorrupción efectivos? En segundo lugar, la elección del Estado de México ha sido una burda operación de Estado para evitar la derrota del PRI en el bastión político del Presidente. ¿No habíamos hecho la reforma político-electoral de 2014 justamente para mejorar la fiscalización de las elecciones y sancionar el uso indebido de instituciones y recursos públicos en las elecciones? No podemos seguir engañándonos, es indispensable una reforma electoral que regule efectivamente a los partidos y esta propuesta sólo puede provenir de las universidades, las organizaciones de la sociedad civil y las cámaras empresariales. Llegó el momento de que los actores económicos y sociales de este país condicionen su apoyo a los partidos a cambio de reformas políticas y electorales que terminen de una vez con las operaciones de Estado, los pactos de impunidad y la corrupción en las campañas.

@ja_leclercq