Mexit

20 de Abril de 2024

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

Mexit

Lo que no debía ocurrir, aquello prácticamente improbable de acuerdo a las encuestas y modelos estadísticos, ha terminado por suceder: Donald Trump, el magnate cuya candidatura parecía una mala broma en junio de 2015, es Presidente Electo de los Estados Unidos. Y esas son muy malas noticias para el mundo en general y terribles para México en lo particular.

Estamos ante un evento que hace pensar en un cambio de época. En 1989 con la caída del Muro de Berlín se proyectaba el inicio de una era marcada por la apertura de fronteras, el intercambio económico, la difusión de los valores de la democracia y la afirmación de sociedades más libres y plurales. El “fin de la historia”, entendido como el triunfo inevitable de la economía de mercado y la democracia liberal, se llegó a incluso a proclamar.

La victoria de Trump continúa la tendencia iniciada con Brexit para revertir la globalización y reivindicar un modelo de sociedades cerradas, proteccionistas y xenofóbicas. Un fantasma recorre el mundo y es el de la afirmación nacionalista y la intolerancia. Basta con ver el entusiasmo con el que líderes de la extrema derecha europea como Geert Wilders, Nigel Farange o Marie Le Pen celebraban el triunfo de Trump, para comprender que la corriente de la historia se mueve en una dirección muy peligrosa.

El escenario no podía ser peor para México. Estamos propiamente ante un “Mexit”: atrapados en el centro de un torrente de cambio vertiginoso e incierto, ante un socio necesario que apuesta por el proteccionismo, que busca romper vínculos comerciales, con un incremento alarmante en el discurso antiinmigrante y frente a un nuevo presidente que nos ha manifestado su desprecio durante toda su campaña y que identificó a nuestro país como uno de los principales problemas para los Estados Unidos.

Enfrentamos el reto de definir prácticamente toda nuestra agenda bilateral con los Estados Unidos: comercio, seguridad, derechos humanos, migración y protección consular. La amenaza de la construcción del muro y la renegociación del TLCAN pende sobre nuestras cabezas con consecuencias muy graves para la calidad de vida para los mexicanos. Si nuestras autoridades se equivocan en el diálogo y la negociación con el próximo gobierno, corremos el riesgo de perderlo todo.

A esta incertidumbre se añade la debilidad de un presidente mexicano marcado con los peores índices de aprobación en las últimas décadas, una Secretaría de Relaciones Exteriores que fue ninguneada durante la visita de Trump en agosto pasado, un panorama económico previamente delicado y partidos políticos enfocados a la sucesión presidencial acelerada.

El Presidente Peña Nieto debe comprender la gravedad de la situación y articular una estrategia coherente en coordinación con los partidos de oposición. Un discurso político fragmentado o la polarización de actores buscando sacar raja de la coyuntura, equivale a darnos un disparo en el pie. Estamos ante un interlocutor impredecible al que sus votantes exigirán que cumpla sus promesas proteccionistas y esto nos afecta directamente.

El triunfo de Trump representa la amenaza más grave a nuestros intereses nacionales en las últimas décadas. Es el momento de pensar en proteger con seriedad nuestros los intereses y a nuestros connacionales. Esto requiere actuar en forma coordinada en una sola dirección y con una misma agenda de trabajo. La magnitud de las consecuencias demanda un alto sentido de responsabilidad y visión política de largo plazo, toca ahora a nuestras autoridades y a los líderes partidistas decidir si se comportan como estadistas o como enanos políticos preocupados únicamente por intereses electoreros.

*Profesor de Relaciones Internacionales y Ciencia Política, UDLAP. Director del Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia, CESIJ. Coautor del Índice Global de Impunidad. Twitter: ja_leclercq