¿Qué contrapesos?

25 de Abril de 2024

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

¿Qué contrapesos?

Le Clercq

Estamos a un mes de las elecciones y atestiguamos la probabilidad de un triunfo arrollador de Morena. Para poner las cosas en perspectiva, Oraculus.mx proyectaba a inicios de esta semana una intención de voto promedio para López obrador de 44%, en un intervalo de 41.5%-46.7%, mientras que Anaya se ubica en 29.1%, en un intervalo de 26.7%-31.4%. Lo que de acuerdo con ese análisis significa 92% de probabilidad de ganar la Presidencia.

Desde otra perspectiva, Consulta Mitofsky perfila un triunfo holgado para Morena en ambas cámaras. En la Cámara de Diputados Morena y sus aliados podrían alcanzar entre 236 y 298 diputados, mientras que el Frente obtendría entre 120 y 176 y la coalición encabezada por el PRI se colapsaría para quedar entre 62 y 105 legisladores.

En el Senado, la coalición Juntos Haremos Historia podría alcanzar entre 51 y 73 senadores, mientras que la representación del Frente y el PRI se quedaría reducida a 28-50 y 18-40 senadores, respectivamente. Pensemos que en estos momentos el PRI es mayoría con 55 senadores y ahora enfrenta el riesgo de perder en la mayoría de los estados

En las elecciones para gobernador, el triunfo de Morena parece irreversible en Chiapas, Ciudad de México, Morelos y Tabasco, mientras que el PAN mantiene una ventaja sólida en Guanajuato y Yucatán y Movimiento Ciudadano seguramente conquistará Jalisco. Las encuestas señalan un escenario muy cerrado entre Morena y el Frente en Puebla y Veracruz. El PRI por primera vez en su historia se iría en blanco a nivel local en el contexto de unas elecciones federales. Si bien el escenario es favorable para Morena, a nivel estatal se limitaría a contar con entre 4 y 6 gubernaturas frente a las 11-13 que podría tener el PAN, las 12 del PRI y tres gobernadas por el PRD, Movimiento Ciudadano y un gobierno independiente.

La fuerza que alcanza Morena ha llevado a muchos analistas a advertir el regreso de una fuerza hegemónica sin contrapesos reales. Esto tiene fundamento en la inevitable transformación que sufrirá el sistema de partidos. De un modelo caracterizado por el predominio de tres fuerzas políticas, pasaremos a un escenario caracterizado por la caída a mínimos históricos del PRI, PAN y PRD, la irrupción de una fuerza emergente con mayoría y la influencia creciente en las negociaciones legislativas de partidos pequeños sin representatividad real. Sin dejar de lado que los partidos tradicionales requieren transformar su narrativa política y rehacer sus vínculos con la ciudadanía para aspirar a ser competitivos en la nueva realidad política nacional.

Lo que podemos observar es que la principal oposición a un Ejecutivo fuerte y con un amplio respaldo social, va a radicar en los gobernadores, quienes podrían conformar un bloque de hasta 28 gubernaturas y controlar la agenda de los legisladores de oposición. Lo cual puede convertir a la Conago en el contrapeso real al poder presidencial. Lo cual no es necesariamente una buena noticia, considerando la discrecionalidad y opacidad con la que en muchos casos gobiernan sus estados y su falta de compromiso con la creación de mecanismos efectivos contra la corrupción.

En todo caso, de lo que puede depender nuestra viabilidad democrática, mientras los partidos y gobernadores estarán preocupados en sus propios intereses, es de la activación de contrapesos y exigencia de rendición de cuentas por los medios de comunicación, las organizaciones de la sociedad civil, los órganos constitucionales autónomos, los líderes de opinión y una ciudadanía más exigente. Ese es el reto.