Un Titanic llamado Brexit 

18 de Abril de 2024

Juan Antonio Le Clercq
Juan Antonio Le Clercq

Un Titanic llamado Brexit 

@ja_leclercq

A pesar de los esfuerzos de Theresa May por lograr el apoyo del Parlamento, su propuesta para Brexit se ha hundido irremediablemente. Por 391 contra 242 votos, May vuelve a ser derrotada. Una historia de fracaso repetida en los últimos meses. Dicen que la locura consiste en hacer una y otra vez las mismas cosas esperando obtener diferentes resultados, pues bueno, esa máxima resume ese circo demencial llamado Brexit.

La estrategia de May fracasó rotundamente. Es claro que apostaba todo su capital al llevar al límite la votación de su modelo, pensando que los parlamentarios terminarían por apoyarla con tal de evitar la catástrofe de un Brexit sin acuerdo. Todavía el lunes pasado trató de convencer a sus colegas de que el respaldo simbólico recibido de la UE equivalía a cambios reales a la salvaguarda fronteriza para Irlanda, el meollo del asunto. Pero ni sus discursos o peticiones de apoyo convencieron a nadie, el día de la votación llegó derrotada de antemano.

La derrota de May deja al Reino Unido exactamente donde estaba la noche del 23 de junio de 2016, cuando 51.9% de los participantes en el referéndum optaron por abandonar Europa: en principio saben que van a salir de la UE, pero ignoran la forma en que eso ocurrirá. Regresaron al punto de partida con dos diferencias importantes, solo quedan 15 días para que tenga lugar Brexit de acuerdo a las reglas de la UE y su gobierno es poco más que un zombie político sin credibilidad ante la Unión Europea y dentro del mismo Reino Unido.

A pesar de sufrir otra derrota humillante, May se mantendrá en el poder hasta que decida renunciar o que los miembros del Parlamento se pongan de acuerdo en una convocatoria a elecciones generales. Un gobierno tan débil y desacreditado no es cosa buena cuando vienen definiciones políticas trascendentales.

¿Qué sigue ahora para Reino Unido y para Europa? Esa es la cuestión. Y las respuestas no son sencillas, porque los irresponsables que decidieron abandonar la UE siguen sin saber en realidad qué quieren y cómo piensan lograrlo. Resume ineptitud: Brexit.

Se abren diferentes escenarios en el futuro inmediato. El primero es la salida no negociada a finales de marzo, con todo lo que esto implica. El segundo, la caída de May y la formación de un nuevo gobierno conservador. Algo que depende estrictamente de la decisión de May, pues los conservadores no pueden retar su liderazgo hasta diciembre próximo. Aunque nada hace pensar que esto permitiría alcanzar un mejor acuerdo.

Otra opción es la convocatoria a elecciones generales, lo que puede oxigenar el viciado ambiente político, pero que difícilmente podría hacerse antes del 29 de marzo. Lo mismo ocurre con la organización de un segundo referéndum para escuchar la voz de los ciudadanos, algo que es poco factible que ocurra en lo que queda de este mes. Por lo mismo, no es descartable que la Unión Europea acepte extender el plazo de negociación unos meses adicionales, lo cual tiene como complicación la cercanía de las elecciones europeas. Sin embargo, el mayor problema es que no hay garantía de que los británicos sean capaces de ponerse de acuerdo en el plazo de un par de meses.

Esto abre la puerta a una extensión de un par de años en la negociación, con lo que se abriría un espacio de maniobra política mayor para organizar un nuevo referéndum o convocar a elecciones. El problema para los líderes británicos es que esto implica alargar las negociaciones con la UE en forma indefinida, cuando además es claro que no hay margen para cambios en el acuerdo. Sin dejar de lado que todavía falta por ver el impacto del fracaso de May en las aspiraciones nacionales de Escocia e Irlanda del Norte.

Para la UE extender la negociación implica permitir que Brexit siga secuestrando la agenda.

Crónica de un fracaso anunciado. Vaya lío y tremendo problema que representa para la comunidad internacional.