Suicidas extorsionadores

19 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Suicidas extorsionadores

Pon atención. Te hablaré sobre algo desconocido para gente como tú, persona adulta, que a pesar de estar bastante informado, no conoces en realidad el entorno que a todos nos rodea. ¿Conoces a todos los vecinos de tu cuadra?

¿Qué tal a los de la siguiente cuadra? ¿Y a los de la que le sigue? ¿Qué tal la sucesiva? ¿Conduces regularmente por rutas similares?

Te voy a revelar un secreto que parece una obviedad, pero en la que no pensamos comúnmente: el crimen organizado se llama así, porque son sumamente ordenados y están en todos lados. Cerca de tu casa, cerca de tu lugar de trabajo, cerca de donde comes los fines de semana. ¿Eres su enemigo? Lo dudo, pero esto comenzó en Rusia y Venezuela, y probablemente puedas ser solamente una de sus víctimas, por mala suerte. No es que te hayan buscado intencionalmente como en los casos de secuestro. Hay veces en que sólo eligen a sus víctimas al azar. O dependiendo de dónde trabajes.

Por ejemplo, existe un grupo muy eficiente que, en el argot profesional, los conocemos como “los muñecos”. Su sobrenombre viene de los crash test dummies (o los maniquís para experimentar en accidentes). ¿Te imaginas ya de que se trata? Bueno, pues eso: personas que con total profesionalismo se avientan contra ciertos vehículos para que los lesionen y les puedan sacar dinero, ya sea por medio del seguro o por medio del clásico si-no-pagas-vas-a-la-cárcel. ¿Que qué? ¿Gente que se arroja contra un vehículo para sacar dinero? Sí. Quita la cara de sorpresa. Estamos en el siglo XXI.

Nos dimos cuenta hace poco más de una década. Comenzaron a suceder en ciertas rutas —muy al principio con extranjeros, ya no— y muy cerca de aeropuertos y ciertas zonas industriales.

Sus principales “clientes” o víctimas eran camiones de grandes empresas productoras de pan, cemento, botanas, refrescos o de transporte de personas; de esas que no cuentan con seguro porque la ley les permite protegerse como mutualistas (hoy, suelen ser gente mayor o mujeres solas).

Entonces, tras una frecuencia anormal de “atropellados” y accidentes, pusimos cámaras sobre ciertos vehículos, en ciertas rutas y confirmamos lo que sospechábamos: una buena cantidad de “muñecos” se avientan contra un vehículo de forma predeterminada e intencional para obtener un beneficio económico, primordialmente, por medio de la extorsión. Y claro, en muchísimos de esos casos, cuentan con ayuda de policías que intervienen para “tranquilizar” las cosas o para amenazarte, amedrentarte y hasta golpearte.

Desde entonces, hay cientos de pruebas. Las pueden encontrar en internet. Se trata de simular atropellos y accidentes para estafar a quien conduce. ¿Suicidas? Habrá algunos casos, seguro. Pero un buen numero de casos es orquestado. Y ojalá y nunca se los topen en su camino, salvo que tengan sus coches asegurados o tengan un contacto en el C4 o C5 (sistema de cámaras públicas) o tengan cámaras en su propio vehículo. Manejen con cuidado, pero protéjanse; se trata de su propia vida, patrimonio y futuro.

Atte.

Pedro Fonseca y Lima

Su agente policial de confianza.

https://bit.ly/1oQ0Uf2

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