Una académica descontenta

23 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Una académica descontenta

Soy mujer, académica y liberal. ¿Qué es ser liberal? El espectro que nos han dado es sumamente amplio, comenzando por la propia sociedad que no logra distinguirse los pies, del culo. Y entonces salen unos a rechazarnos como si fuésemos la lepra o el cólera en estos tiempos con la excusa de un neoliberalismo al que culpan de todos sus males…

¿Qué es el neoliberalismo? Es el mismísimo demonio vestido de chupacabras. Es una mitología que nadie entiende, cuya presencia nadie ha visto, pero que en la mentalidad del público existe y es la culpable de todos lo males que nos aquejan. Babosos. Y peores, los tontetes “académicos” que salen a explicar que el neoliberalismo se trata de un viejecillo con dientes largos, que se dedica a vender las propiedades del Estado para empobrecer a los niñatos que no tienen el valor ni la educación para conseguir un historial crediticio y una hipoteca.

Explíquense, bobos, ¿saben cuándo era más fácil comprar una casa a crédito? NUNCA, grandísimos pendejos bebés votantes y tarados acostumbrados a que les den todo en la boca. ¿Quieren ver este país grande y constructivo? ¡Edifíquenlo, carajo! Y por cierto, salir a marchar y caminar por Paseo de la Reforma no sirve de NADA. Su propio presidente electo se los dijo hace unos años…

Cuéntenme, de verdad, ¿desde cuándo es malo hacer que negocios quebrados por el Estado sean rentables cuando antes eran comederos de corrupción extrema de burócratas? ¿Se quejan de los “godínez”? No me jodan, por favor. ¿Entonces, defienden a la burocracia costosa y se emboban con legisladores que se filman comiendo en tupperwares? ¿Eso creen que es el jodido cambio de la jodida cuarta transformación?

Yo tuve que trabajar por años, ser acosada por imbéciles para mantener un trabajo y demostrar mi capacidad chambeando como camello. ¿Justo? ¡NO! ¿Adecuado? ¡Ni cercanamente! Pero escuchen, escuincles: tuve que comprar tortillas con tortibonos para que en la familia pudiéramos llevarnos algo a la boca. Tuve que formarme en la CONASUPO para comprar leche racionada. Tuve que lavarme los dientes con bicarbonato porque no había ni para pasta de dientes. ¿Medicamentos para la hipertensión del abuelo? ¿De dónde coños piensan que salió Tepito? ¿De su lindo nombre? ¿Carros porquería hechos en México para “fortalecer” la economía interna? Ahí tienen su pinches GREMLIN, uno de los carros más asquerosos y espantosos que se han producido en el mundo entero. Entonces, no me vengan a chillar con que “no tenemos oportunidades”.

¿Cambiar al mundo? Sólo trabajando, todos los días, con gobiernos que NO nos impidan crecer solos. Trabajar y trabajar (y eso implica también, ahorrar). ¿Creer que les van a solucionar la vida por su “derecho” de haber nacido? No mamen, neta. Ya lo pasé y lo viví, incluso desde la academia que te deja morir de hambre mientras tengas aliento para educar. ¿Cuarta transformación? ¿Y la quinta? ¿Y la sexta?

¿Y ahora me salen con que el país “está quebrado”? ¿De verdad se tragan esa mierda sin hacer gestos? ¿No se dan cuenta que los están preparando para no cumplirles todo lo prometido porque es imposible? No hay recursos que alcancen. Nunca los hubo. ¿Y ahora “se curan en salud” diciendo que, si las cosas imposibles no se logran, es porque reciben la casa quebrada? Bien reza la maldición que cada país tiene el gobierno que se merece. Tengamos la nuestro.

Una académica descontenta.